I donem entrada a dos nous personatges del llibre, antagonistes de la beata cismàtica: El mariner i la dona.
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Com que ell era, d’ofici, mariner
i passava setmanes, si no mesos,
per la mar, i pel poble es comentava
que s’embarcava perquè no volia
estar prop de la dona, en retornar-hi,
des del portet a casa, perpetraven
excessos efusius, palpant-se a mossos,
fent ostentació dominical
més de l’enteniment que de l’amor,
i ja en casa ella obria la finestra
sobre la plaça i celebraven còpules
enramades de crits, d’arraps, de besos.
Per la finestra, els qui ho dubtaven, veien
la feroç harmonia conjugal.
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Como él era, de oficio, marinero
y pasaba semanas, cuando no meses,
en la mar, y por el pueblo se rumoreaba
que se embarcaba porque no quería
estar junto a su esposa, al volver,
desde el pequeño puerto a casa, perpetraban
excesos efusivos, palpándose a bocados,
haciendo ostentación dominical
más del entendimiento que del amor,
y una vez en casa ella abría las ventanas
que daban a la plaza y celebraban cópulas
adornadas con gritos, arañazos, con besos.
Por la ventana, quienes lo dudaban, contemplaban
la feroz armonía conyugal.
me encanta esta poesia.
ResponEliminaBESITOS
Es que es como una historia de las que tú cuentas, Nicky.
ResponEliminaPor cierto
¿No has entrado a mi otro blog a ver la exposición de Manuel Valdés?
Preciosa historia, como todas las de este gran autor...
ResponEliminapues el amor de verdad no es de cara a la galería...
ResponEliminaodisea
Odisea, que es un marinero, y como dice Ausiàs March gran poeta del siglo XV, "la carn vol carn" (la carne quiere carne)
ResponEliminajPO QUE OTRO BLOG??????????
ResponElimina