Alea jacta est. Els daus són en joc, tal com va dir Cèsar.
Finals de juliol de 1282. L'estol català, Aür, Aür, salpa cap a Sicília. No abans d'haver resat el Salve Regina, i haver-se encomanat a Déu.
Finals de juliol de 1282. L'estol català, Aür, Aür, salpa cap a Sicília. No abans d'haver resat el Salve Regina, i haver-se encomanat a Déu.
LVIII
Cuando el señor rey escuchó esta disposición y buena voluntad de sus gentes, alzó los ojos al cielo y dijo:
- Señor, en vuestro servicio y en vuestro honor emprendo esta expedición y en vuestras manos me encomiendo a mí y a mis gentes. - Y dijo: - Ya que a Dios place y a vosotros, hemos decidido ir, con la gracia de Dios y su protección, y la de madona santa María y la de toda la verdadera corte celestial! Vamos a Sicilia!
Y enseguida toda la gente gritó: - Aür! Aür!-. Y todos se arrodillaron y rezaron en voz alta el Salve Regina. Y aquella noche zarparon las dos barcas de Sicilia rumbo a Palermo con la buena nueva. Y a la mañana siguiente el rey hizo recoger todas las cosas, y los caballos y todo cuanto tenían; y el último en embarcar fue el señor rey.
Y cuando todos hubieron embarcado, que lo hicieron en tres días, las otras dos barcas armadas de los sicilianos se fueron con el mensaje de que les habían visto izar las velas. ¡Y Dios nos dé tal gozo como el que hubo en toda Sicilia cuando supieron esto!
Ahora dejemos al señor rey, que zarpa en buen viaje hacia Sicilia, y hablemos de los sarracenos.
- Señor, en vuestro servicio y en vuestro honor emprendo esta expedición y en vuestras manos me encomiendo a mí y a mis gentes. - Y dijo: - Ya que a Dios place y a vosotros, hemos decidido ir, con la gracia de Dios y su protección, y la de madona santa María y la de toda la verdadera corte celestial! Vamos a Sicilia!
Y enseguida toda la gente gritó: - Aür! Aür!-. Y todos se arrodillaron y rezaron en voz alta el Salve Regina. Y aquella noche zarparon las dos barcas de Sicilia rumbo a Palermo con la buena nueva. Y a la mañana siguiente el rey hizo recoger todas las cosas, y los caballos y todo cuanto tenían; y el último en embarcar fue el señor rey.
Y cuando todos hubieron embarcado, que lo hicieron en tres días, las otras dos barcas armadas de los sicilianos se fueron con el mensaje de que les habían visto izar las velas. ¡Y Dios nos dé tal gozo como el que hubo en toda Sicilia cuando supieron esto!
Ahora dejemos al señor rey, que zarpa en buen viaje hacia Sicilia, y hablemos de los sarracenos.
2 comentaris:
¡Coño, el Salve Regina! ¡Lo que podría yo contar de tal muermo acústico!
Un abrazo, amigo, y que disfrutes de un glorioso fin de semana.
Tu amigo, hermano y mesías profetizado... Daniel.
Sahha bin Salam.
jeje, ..los poderes del salve regina, son los mismos del Dios,..y demás glorias divinas...
Y pensar que parte de esa ignorancia y fe incondional aún persiste...!!!!
un beso Julio
y buen fin de semana...
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