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1 Libro = 1 Euro ~ Save The Children

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Charles Darwin quotation

Ignorance more frequently begets confidence than does knowledge: it is those who know little, and not those who know much, who so positively assert that this or that problem will never be solved by science

Jean-Baptiste Colbert quotation

L'art de l'imposition consiste à plumer l'oie pour obtenir le plus possible de plumes avec le moins possible de cris

Somebody quotation

El miedo es la via perfecta hacia el lado oscuro. El miedo lleva a Windows, Windows a la desesperacion, esta al odio hacia Bill Gates y ese odio lleva a LINUX

Vares Velles

Vares Velles
Al Tall

Això és Espanya (vara seguidilla) per Al Tall

dilluns, 3 de novembre del 2008

Crònica de Ramon Muntaner (LIV)

I arribem al moll de l'os, al rovell de l'ou, al casus belli.

Som a primers d'agost de 1282, han passat quatre mesos escasos des de les vespres sicilianes de 30 de març, setze anys des de la mort el 1266 del sogre de Pere d'Aragó, Manfred, rey de Sicília, a mans del francès Carles d'Anjou. La venjança, pacientment esperada i preparada és a punt d'executar-se.

Una teatral ambaixada siciliana arriba a port, allà on es troba Pere i el seu estol de guerra.

Podem visualitzar-ho fàcilment: enarborant senyeres (banderes) negres, possiblement vestits de burell (estameña), quatre cavallers i quatre ciutadans es postren amb grans plors i demanen ajut contra els francesos de l'òrfena terra de Sicília (per cert a quatre passes) al rei d'Aragó, consort de la que ells declaren reina de Sicília.

Qui podria negar-se?


LIV


Y mientras se encontraban en esta preparación, vieron venir de levante dos barcas armadas bien alquitranadas, las cuales arribaron directamente con señeras negras al puerto y allí atracaron. Y si me preguntáis quiénes eran o de qué países, yo os lo diré: eran sicilianos de Palermo, y venían cuatro caballeros de dicho lugar y cuatro ciudadanos como mensajeros de toda la comunidad de Sicilia, y eran muy sabios hombres.

Y cuando hubieron tomado tierra, se acercaron ante el señor rey y se echaron a sus pies llorando, y besaron la tierra tres veces antes de alcanzarlo; y rodilla en tierra, se arrastraron hasta sus pies, y le tomaron los pies y los cuatro a una voz gritaban: - Señor mercedi !, Señor, merxedi!- Y le besaron los pies, y nadie los podía arrancar de allí; que del mismo modo que la Magdalena lavó los pies a Jesucristo con sus lágrimas, así lavaron ellos los pies con lágrimas y llantos al señor rey. Y los gritos y los llantos y los sollozos que ellos daban movían grandemente a piedad; e iban todos vestidos de negro. ¿Qué os diré? Que el señor rey se echó atrás y dijo:

-¿Qué pedís, quiénes sois, de dónde venís?

- Señor - dijeron ellos -, somos de la huérfana tierra de Sicilia, desamparada de Dios, y de señor y de cualquier cosa buena terrenal, cautivos, mezquinos, preparados todos para asumir vil muerte: hombres, mujeres, y niños, si vos, señor, no los socorréis. Por lo que, señor, acudimos a vuestra santa real majestad en representación de aquel pueblo huérfano a clamaros merced, para que sea de gracia y merced vuestra que por la santa pasión que Dios tuvo en la verdadera cruz por el humano linaje, que vos tengáis merced de ellos y piedad y que los socorráis y les salvéis de aquel dolor en que se hallan. Y, señor, lo debéis hacer por tres razones: una porque vos sois el más santo rey y el más recto que en el mundo haya; otra razón es que la isla de Sicilia y todo el reino es y debe ser de madona la reina vuestra esposa y, tras ella de los infantes vuestros hijos, ya que descienden del santo linaje del santo emperador Frederic y del santo señor rey Manfré, que legítimamente eran señores nuestros; y por consiguiente debe ser madona la reina Constança, vuestra esposa, señora nuestra; y después, reyes y señores, vuestros hijos y suyos. La tercera razón es que todo santo rey se encuentra obligado a ayudar a huérfanos y menores y viudas; y como la isla de Sicilia es viuda, ya que perdió tan buen señor como era el santo rey Manfré, la podéis contar como viuda; y los pueblos son todos huérfanos, que no tienen padre ni madre ni nadie que les ayude, si Dios y vos no los socorréis; y a las inocentes criaturas que hay en la isla, esperando la muerte, puede uno considerarlas como menores, ya que son de poca edad y no saben resolver su necesidad. Por tanto, santo señor, tened piedad de nosotros y plázcaos venir a tomar aquel reino que es tuyo y de tus infantes, y arrancadlo de la mano del Faraón, ya que, señor, sólo vos podéis librar aquel reino de la mano de la más cruel gente que haya en el mundo, que en el mundo no hay gente tan cruel, allá donde ellos tienen el poder, como son los franceses.

Y el señor rey, movido a piedad, los hizo alzar y les dijo:

- Barones, sed bienvenidos! Bien es cierto que el reino de Sicilia debe pertenecer a la reina nuestra esposa, y tras ella, a nuestros infantes, y nos sentimos muy apenados con vuestra desgracia. Nos hemos escuchado vuestro mensaje, y sobre lo que nos habéis contado, celebraremos nuestro consejo; y todo el bien que nos podamos hacer hacia vosotros, lo haremos.

Y ellos respondieron:

- Señor, Dios os dé vida y os convenza de que tengáis piedad de nosotros ruines. Ved aquí cartas de cada una de las ciudades de Sicilia y cartas de los ricoshombre, y de caballeros, y de villas y de castillos, que todos están preparados para acataros como señor y rey, y a todos los que después de vos vengan y vos ordenéis.

Y el señor rey recibió las cartas, que eran más de un centenar, y ordenó darles buena posada y ración de todo lo que tuviesen necesidad.


1 comentari:

Daniel Yanez-Gonzalez ha dit...

Julio, amigo, gracias por esta entrega.
Pau i salut.
Daniel.