Pere d'Aragó i les seues tropes passen l'estret de Messina i entren al sud de Calàbria. Carles d'Anjou retrocedeix i puja cap a Nàpols.
Voldria reclamar la vostra atenció quant al repartiment del poder a l'exèrcit de Pere a Itàlia: un català, un aragonès, un italià. Junts però no barrejats.
Voldria reclamar la vostra atenció quant al repartiment del poder a l'exèrcit de Pere a Itàlia: un català, un aragonès, un italià. Junts però no barrejats.
LXXV
E hizo llamamiento para que todos estuvieran listos para embarcarse, tanto la gente de a caballo como la de a pie, y que acopiaran pan para un mes; ya que todos debían saber que él pretendía, el lunes, pasar a Calabria para combatir con el rey Carles (y esto sucedía en jueves, cuando se hizo el pregón) y que si a Dios placía que le quisiese salir a batalla, no necesitarían ir a Bordeu, y quedaría muy complacido. Y cuando las gentes oyeron este llamamiento, todo el mundo con gran alegría, se preparó para pasar.
Y cuando el rey Carlos se entero de esta nueva, no le pareció un juego, sino que inmediatamente (en razón de que había perdido el dominio del mar, tal como antes os he dicho, y no podía abastecerse de provisiones) decidió marcharse, tal como antes os he dicho, y no quiso esperar al rey de Aragó. Y el señor rey de Aragó bien le había pedido que de todas todas lo esperase. ¿Qué os diré? El lunes por la mañana, el señor rey de Aragón pasó a Calabria, y tomó tierra en la Gatuna, e intentó encontrar al rey Carles, pero le comunicaron que se había marchado. Y se apenó mucho de esto, y dijo:
- Puesto que aquí estamos, que esta expedición no sea en balde.
Así que marcharon sobre la ciudad de Rèjol y la sitiaron. Y no habían pasado dos días que muy fuertemente atacados, se rindieron a su merced, y le entregaron a todos los franceses que allí había. Y el señor los liberó tal como había hecho con los otros.
Y una vez tomada la ciudad de Rèjol, tomó Alana (423), y la Mota (424), y el castillo de Santo Noixent (425), y el castillo de Santa Ágata (426), y el castillo de Pen de Dátil (427), y la Amandolea (428) y Giraix (429). ¿Qué os diré? Que tanto como cabalgaban, tanto tomaban. Y los hombres armados de a caballo y los almogávares, hacían incursiones, que se adentraban hasta tres y cuatro jornadas y celebraban encuentros con la caballería que el rey Carles había dejado en algunos lugares. Pero, ¿qué os diré? Que aunque los del señor rey de Aragón solo fuesen cien jinetes y quinientos peones y se encontrasen con quinientos jinetes y otros tres mil o cuatro mil peones, a todos los capturarían o matarían; que de tal modo los habían desmoralizado, que en cuanto oían gritar "Aragó!", inmediatamente se tenían por muertos y se rendían. Y quien quisiera narrar todas las hazañas y lances de armas que las gentes del señor rey de Aragón hacían cada día en Calabria, no podría alcanzar a escribirlo. Y si alguna vez se vio señor alegre, ese era el señor rey de Aragón. Y permaneció quince días en Calabria, y en aquellos quince días conquistó toda la costa de Turpia (430) hasta Giraix; y se complacía de ello, pero cuando se acordaba del tiempo que todavía quedaba para la batalla, toda la faz se le mudaba.
Y transcurridos quince días en Calabria durante los que había ido con la señera enarbolada por todo aquel país, nombró su vicario general en Calabria y estableció a sus gentes en los castillos y lugares conquistados, y dejó allí a todos los hombres de armas, tanto almogávares como peones de mesnada; y dejó quinientos hombres a caballo, todos catalanes y aragoneses, y regresó a Messina con el resto de la caballería.
Y cuando llegó a Messina, ordenó toda Sicília, y en cada lugar puso estrategas, y en Messina y en los otros lugares, capitanes y justicias, y maestros justicias. Y nombro a misser Aleinep (431) capitán del valle de Matzara (432). Y a cada uno de los ricoshombre y caballeros latinos (433) de Sicilia concedió y repartió cargos, juntamente con los catalanes y aragoneses, de modo que, para cada cargo nombraba a un catalán, y a un aragonés y a un latino. Y esto hacía para que se acostumbrasen los unos a los otros, y que creciese el amor y la amistad entre ellos.
Y cuando hubo ordenado así toda la isla, y Calabria, quiso ordenar el mar. Y llamó al noble En Jacme Pere, hijo suyo, y le dijo:
- En Jacme Pere, vos sabéis que nos debemos combatirnos a fecha fija con el rey Carles, y el tiempo que tenemos es breve. Y nos confiamos mucho en vos y en vuestra caballería, y queremos que vengáis con nos, y que seáis uno de los que deben entrar con nos en el campo. Por lo que queremos que renunciéis al almirantazgo, que a nos no nos parece que de aquí en adelante nos diese honor a nos ni a vos el que continuéis de almirante. Que nuestro almirante tendrá que relacionarse de aquí en adelante con gentes diversas, y por tanto no ha lugar, según quien sois, que sois nuestro hijo muy amado, que hayáis de relacionaros con dichas gentes.
Y el noble En Jacme Pere respondió:
- Padre y señor, os doy gracias y merced de que me hagáis el honor de elegirme para que yo sea uno de los que con vos entre al campo; y lo aprecio más, señor, que si me hubierais dado el mejor condado que hubiera en vuestra tierra. Por lo que, señor, el almirantazgo, y la persona, y todo lo que tengo, tomad a vuestro placer; que nunca estuve tan contento como lo estoy por la gracia que me habéis otorgado.
Y así tomó la vara del almirantazgo y la puso en la mano del señor rey.
NOTAS
Y cuando el rey Carlos se entero de esta nueva, no le pareció un juego, sino que inmediatamente (en razón de que había perdido el dominio del mar, tal como antes os he dicho, y no podía abastecerse de provisiones) decidió marcharse, tal como antes os he dicho, y no quiso esperar al rey de Aragó. Y el señor rey de Aragó bien le había pedido que de todas todas lo esperase. ¿Qué os diré? El lunes por la mañana, el señor rey de Aragón pasó a Calabria, y tomó tierra en la Gatuna, e intentó encontrar al rey Carles, pero le comunicaron que se había marchado. Y se apenó mucho de esto, y dijo:
- Puesto que aquí estamos, que esta expedición no sea en balde.
Así que marcharon sobre la ciudad de Rèjol y la sitiaron. Y no habían pasado dos días que muy fuertemente atacados, se rindieron a su merced, y le entregaron a todos los franceses que allí había. Y el señor los liberó tal como había hecho con los otros.
Y una vez tomada la ciudad de Rèjol, tomó Alana (423), y la Mota (424), y el castillo de Santo Noixent (425), y el castillo de Santa Ágata (426), y el castillo de Pen de Dátil (427), y la Amandolea (428) y Giraix (429). ¿Qué os diré? Que tanto como cabalgaban, tanto tomaban. Y los hombres armados de a caballo y los almogávares, hacían incursiones, que se adentraban hasta tres y cuatro jornadas y celebraban encuentros con la caballería que el rey Carles había dejado en algunos lugares. Pero, ¿qué os diré? Que aunque los del señor rey de Aragón solo fuesen cien jinetes y quinientos peones y se encontrasen con quinientos jinetes y otros tres mil o cuatro mil peones, a todos los capturarían o matarían; que de tal modo los habían desmoralizado, que en cuanto oían gritar "Aragó!", inmediatamente se tenían por muertos y se rendían. Y quien quisiera narrar todas las hazañas y lances de armas que las gentes del señor rey de Aragón hacían cada día en Calabria, no podría alcanzar a escribirlo. Y si alguna vez se vio señor alegre, ese era el señor rey de Aragón. Y permaneció quince días en Calabria, y en aquellos quince días conquistó toda la costa de Turpia (430) hasta Giraix; y se complacía de ello, pero cuando se acordaba del tiempo que todavía quedaba para la batalla, toda la faz se le mudaba.
Y transcurridos quince días en Calabria durante los que había ido con la señera enarbolada por todo aquel país, nombró su vicario general en Calabria y estableció a sus gentes en los castillos y lugares conquistados, y dejó allí a todos los hombres de armas, tanto almogávares como peones de mesnada; y dejó quinientos hombres a caballo, todos catalanes y aragoneses, y regresó a Messina con el resto de la caballería.
Y cuando llegó a Messina, ordenó toda Sicília, y en cada lugar puso estrategas, y en Messina y en los otros lugares, capitanes y justicias, y maestros justicias. Y nombro a misser Aleinep (431) capitán del valle de Matzara (432). Y a cada uno de los ricoshombre y caballeros latinos (433) de Sicilia concedió y repartió cargos, juntamente con los catalanes y aragoneses, de modo que, para cada cargo nombraba a un catalán, y a un aragonés y a un latino. Y esto hacía para que se acostumbrasen los unos a los otros, y que creciese el amor y la amistad entre ellos.
Y cuando hubo ordenado así toda la isla, y Calabria, quiso ordenar el mar. Y llamó al noble En Jacme Pere, hijo suyo, y le dijo:
- En Jacme Pere, vos sabéis que nos debemos combatirnos a fecha fija con el rey Carles, y el tiempo que tenemos es breve. Y nos confiamos mucho en vos y en vuestra caballería, y queremos que vengáis con nos, y que seáis uno de los que deben entrar con nos en el campo. Por lo que queremos que renunciéis al almirantazgo, que a nos no nos parece que de aquí en adelante nos diese honor a nos ni a vos el que continuéis de almirante. Que nuestro almirante tendrá que relacionarse de aquí en adelante con gentes diversas, y por tanto no ha lugar, según quien sois, que sois nuestro hijo muy amado, que hayáis de relacionaros con dichas gentes.
Y el noble En Jacme Pere respondió:
- Padre y señor, os doy gracias y merced de que me hagáis el honor de elegirme para que yo sea uno de los que con vos entre al campo; y lo aprecio más, señor, que si me hubierais dado el mejor condado que hubiera en vuestra tierra. Por lo que, señor, el almirantazgo, y la persona, y todo lo que tengo, tomad a vuestro placer; que nunca estuve tan contento como lo estoy por la gracia que me habéis otorgado.
Y así tomó la vara del almirantazgo y la puso en la mano del señor rey.
NOTAS
423. Calanna. Calabria.
424. Motta San Giovanni. Calabria.
425. Topónimo no localizado.
426. Sant Agata del Bianco. Calabria.
427. Pentidattilo. Calabria
428. Amendolea. Calabria.
429. Gerace. Calabria.
430. Tropea. Calabria.
431. Alaime de Lentini o de Leontini
432. Mazara del Vallo. Sicilia.
433. Latinos. Italianos.
2 comentaris:
Lo dicho, ¡con Dios de su parte!
Un abrazo, amigo, y muchas gracias nuevamente por la crónica.
SAhha.
Daniel.
Con dios de su lado, posiblemente, amigo Danny, pero con la iglesia en contra, como verás si sigues leyendo esta crónica.
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