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1 Libro = 1 Euro ~ Save The Children

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Charles Darwin quotation

Ignorance more frequently begets confidence than does knowledge: it is those who know little, and not those who know much, who so positively assert that this or that problem will never be solved by science

Jean-Baptiste Colbert quotation

L'art de l'imposition consiste à plumer l'oie pour obtenir le plus possible de plumes avec le moins possible de cris

Somebody quotation

El miedo es la via perfecta hacia el lado oscuro. El miedo lleva a Windows, Windows a la desesperacion, esta al odio hacia Bill Gates y ese odio lleva a LINUX

Vares Velles

Vares Velles
Al Tall

Això és Espanya (vara seguidilla) per Al Tall

dissabte, 17 de gener del 2009

Crònica de Ramon Muntaner (CXXVI)

Caiguda Peralada, els habitants de Castelló d'Empúries, es plantegen rendir-se als francesos, tot abans que els puguen "defensar" almogàvers, no siga cosa que els passe el mateix que li ha succeït a Peralada.

El rei els hi dóna llibertat. Una altra ciutat en mans dels francesos. Les tropes catalanes continuen retrocedint.


CXXVI


Y cuando el señor rey de Aragó salió de Peralada y de Vilabertran, tomó el camino de Castelló (641); y fue a Castelló, y encontró al conde quien todavía no tenía noticias de lo ocurrido; y cuando tanto él como los hombres de Castelló supieron que Peralada había sido quemada y abandonada, comprendieron que habiendo sido abandonada Peralada, no sería posible detener al rey de França, cosa que sí hubiera sido posible, si Peralada no hubiera sido abandonada; ya que entre ambos lugares les hubieran producido bastantes quebraderos de cabeza. De modo que en cuanto los prohombres de Castelló supieron que Peralada había sido quemada por los almogávares, se presentaron ante el señor conde, y le dijeron:

- Señor, comunicadle al señor rey de Aragón, cuando llegue, que si él y los caballeros quieren entrar en esta villa, lo pueden hacer, pero no queremos que ningún almogávar ponga el pie en ella, ya que nos tememos que repitan con nosotros lo que hicieron con Peralada. Y os rogamos que nos deis consejo y mandato sobre lo que queréis que hagamos; que si queréis, nos encontramos listos y preparados para abandonar Castelló, y seguiros con nuestras esposas e hijos, y nosotros mismos prenderemos fuego a la villa; ya que es preferible quemarla y llevarnos lo que podamos, que no ser saqueados por los almogávares; tal como han hecho con los buenos hombres de Peralada y sus mujeres; que cuando salían con sus vasos de plata, y tazas, o sus vestiduras, tan pronto como se encontraban fuera del portal, se lo robaban. Y no puede ser grato ni al señor rey ni a vos que tal cosa hagan con nosotros.

Y el conde respondió y dijo:

- Yo saldré a recibir al señor rey, y conmigo saldréis veinte de vosotros, en nombre de toda la villa, y sabremos del señor rey qué cosas querrá y dispondrá, y todo lo que él quiera, yo deseo que se cumpla.

- Señor - dijeron los prohombres -, bien decís.

Y enseguida cabalgó el conde, y fueron con él veinte prohombres de los mejores de Castelló; y encontraron al señor rey que se hallaba cerca de Castelló, y se retiraron con él a solas, y el conde y los prohombres llamaron al infante N'Anfòs que también se encontraba allí, y a los ricoshombre que había. Y empezaron los buenos hombres a decirle a su señor conde lo que ya le habían dicho; y cuando el conde los hubo escuchado y ellos hubieron acabado su reclamación, el conde le dijo al señor rey:

- Señor, bien habéis escuchado lo que estos prohombres han dicho, y yo señor, les responderé ante vos lo mismo que les respondí en vuestra ausencia; que lo que vos, señor, queráis decir y ordenar, tanto sobre ellos como sobre todo el condado, es mi intención que se cumpla. Y si vos queréis que yo mismo prenda fuego a la villa, inmediatamente lo haré, que por cierto, mientras tenga vida en el cuerpo, de vuestras órdenes y vuestros deseos no me apartaré nunca.

Y el señor rey respondió:

- En conde, bien hemos escuchado lo que estos prohombres de Castelló os han dicho, y os aseguramos a vos y a ellos que nos sentimos desolados por la destrucción de Peralada, que hubiéramos preferido darles diez veces lo que valía Peralada y que no hubiera ocurrido tal destrucción; pero los tiempos que corren son tales, que no podemos permitirnos perder más todavía, ni investigar a los que lo hicieron. Y bien sabemos que nos y los nuestros somos y seremos, ya para siempre, deudores de restitución al señor de Peralada, y a toda su población, y a cada uno en particular; que bien sabemos que no ha sido por su culpa que ellos han perdido lo que les pertenecía, y que esta guerra es exclusivamente de nuestra responsabilidad y atañe a nuestros asuntos y a los de nuestros hijos, y no tendría por qué afectarles. Por lo que ante Dios y ante el mundo nos declaramos deudores de restitución; y si Dios nos da vida y nos saca con honor de esta guerra, nos y los nuestros les satisfaremos una buena reparación a ellos y a los suyos. Así pues, si de esto nos consideramos obligados, ¿cómo permitir que Castelló se pierda? Todos podéis comprender que por nada del mundo lo quisiéramos. Y es cierto que si Peralada no hubiera sido abandonada, Castelló se podría mantener, que entre ambas villas teníamos muy buena gente; y los de los lugares de fuera, bien se pudieran mantener, con los castillos que les rodean y con nuestra gente, y cada día les hubiéramos dado bastante quehacer; pero en vista del desastre ocurrido en Peralada, no vemos la forma de que Castelló pueda resistir contra el ejército del rey de França. Por lo que os ordeno, En conde, que deis licencia a los hombres de Castelló para que se rindan al rey de França; y yo desde ahora mismo, os absuelvo a vos y a ellos de cualquier obligación que me hubieseis tenido, y vos haced otro tanto con ellos.

Y así el conde se volvió llorando a los prohombres de Castelló y les comunicó y ordenó lo que el señor rey había dispuesto. Y si nunca se vio duelo ni llanto, aquí fue, y no era asombroso, puesto que les aguardaba una muy dura separación.

Y así el señor rey, y el conde con él, y el señor infante, y toda la compañía marcharon hacia Gerona. Y los de Castelló, hicieron reunir consejo general y contaron lo que habían hecho; y antes de que saliesen del consejo, delegaron al abad de Roses y de Sant Pere, y lo enviaron a la hueste del rey de França y al cardenal, y rogaron al cardenal que fuera su mediador entre ellos y el rey de França. Y él les dijo que con gusto lo sería, que ya estaban él y el rey de França muy escamados, cuando veían que ya hacía tres meses que habían satisfecho la paga y todavía no habían tomado ningún lugar ni de buen grado ni por la fuerza, y estaban que echaban fuego por la boca. Que ellos creían que en cuanto hubiesen pasado los puertos, toda la tierra se apresuraría a rendirse a ellos; pero se encontraban con todo lo contrario, que cuanto más los conocían las gentes, menos los apreciaban; y no hay en el mundo reino donde esto hubiese ocurrido, excepto Catalunya y Aragón y el reino de Valencia: que con tan gran cantidad de gentes que traían, y a pesar de la excomunión y de las indulgencias, no se rendían a ellos por nada del mundo; por lo que ellos comprendían su equivocación, que nunca hubieran imaginado tener que batallar con gente tan embravecida. Y así el cardenal hizo de mediador de los prohombres de Castelló y los abades que los representaban. Y el rey de França salió, y los recibió en nombre de la corona de França, bajo su protección y seguridad, y no quedaban obligados a él más que en la medida en que se encontraban obligados al conde, y podían mantener los portales cerrados salvo dos, y no estaban obligados a acoger a ningún hombre de la hueste, si no presentaba albarán. Y así les hizo dar diez pendones para que los pusiesen en las puertas y en los muros como señal de seguridad. Y todavía el rey de França les hizo la siguiente merced: que si por ventura él se retiraba sin conquistar el reino de Aragón, en cuanto hubiera salido del desfiladero de Panissars, dejarían de estarle obligados. Y de este modo los abades regresaron a Castelló con estas concesiones y seguridades.


NOTAS


641. Evidentemente se trata de Castelló d’Empúries