Malgrat que a la Companyia ja no hi resta cap dels seus antics capitans, -recordem que el darrer, Berenguer d'Entença, ha estat empresonat i dut a Nàpols- encara continua sent una força militar temible. De manera que són contractats pel comte de Brenne, successor del Duc d'Atenes, contra els veins (Arta, Blàquia, Nicea) que intenten fer-se amb el ducat.
Guanyen i, un cop més, són traïts pel seu contractador. Resultat? La Companyia acabarà fent-se amb el Ducat d'Atenes, i nomenarà un cavaller del Rosselló, Roger Desllor, com a nou capità.
Guanyen i, un cop més, són traïts pel seu contractador. Resultat? La Companyia acabarà fent-se amb el Ducat d'Atenes, i nomenarà un cavaller del Rosselló, Roger Desllor, com a nou capità.
CCXL
En aquel tiempo sucedió que el duque de Atenes (978) murió de enfermedad, y no tenía hijo ni hija; y dejó el ducado al conde de Brenda (979), que era primo hermano suyo. Y este conde de Brenda se había criado en Sicília mucho tiempo, en el castillo de Agosta, cuando era joven; que su padre lo dejó como rehén, cuando fue capturado, y salió con condición de rescate, y dejó a su hijo en su lugar; y por eso se jactaba de amar a los catalanes y hablaba catalanesco. Y cuando llegó al ducado, el déspota del Arta (980) lo desafió, y el Angel (981), señor de la Blaquia, lo mismo, y el emperador, otro tanto, así que por todas partes le llegaban las preocupaciones. Y envió embajadores a la compañía, y les prometió pagarles sueldo de seis meses si acudían a ayudarle, e incluso mantenerles dicho sueldo, esto es cuatro onzas al mes por caballo armado, y dos por caballo ligero, y una onza por soldado infante. Así que hicieron juramento y pactos por ambas partes.
Y con esto la compañía abandonó Casserandria (982), y acudió a la Morea (983), con grandes trabajos que sufrieron para pasar la Blaquia (984), que es la tierra más fortificada del mundo. Y cuando llegaron al ducado de Atenes, el conde de Brenda los recibió bien, y les dio inmediatamente paga de dos meses; y comenzaron a salir contra los enemigos del conde, de forma que en poco tiempo hubieron desalojado de la frontera todos los enemigos del conde. ¿Qué os diré? Que todos se alegraron de poder hacer las paces con el conde; de forma que el conde recuperó más de treinta castillos que le habían capturado, y con gran honor se enfrentó con el imperio, y con el Ángel y con el déspota. Y esto hizo en seis meses, y no había desembolsado más que dos meses.
Y cuando vio que había hecho la paz con todos sus vecinos, intentó una gran felonía, esto es, quiso destruir la compañía. Y eligió doscientos hombres de a caballo, de la hueste, de los mejores que había, y trescientos de a pie, y a estos los hizo de su casa, y les dio tierras y posesiones, y cuando los hubo asegurado, ordenó al resto que saliesen de su tierra y de todos su ducado. Y aquellos le dijeron que les pagase todo lo que le habían servido, y él les respondió que les pagaría con la horca. Y mientras tanto había hecho acudir setecientos caballeros franceses, unos de la tierra del rey Robert, otros del principado de la Morea, otros del mismo país, y cuando los hubo juntado, reunió treinta mil hombres de a pie, griegos, del ducado, y entonces, ejército armado, marchó contra la compañía. Y los de la compañía que lo supieron, con sus mujeres, y con sus hijos, salieron a su encuentro en una hermosa llanura cerca de Estives (985); y había un pantano, y la compañía se escudó tras el pantano.
Y cuando los doscientos hombres a caballo, y los trescientos a pie, catalanes, vieron que el conde iba en serio, fueron todos juntos ante él y le dijeron:
- Sèñer, los que hay frente a nosotros son nuestros hermanos, y vemos que los queréis destruir con gran maldad y pecado; por lo que os comunicamos que con ellos queremos ir a morir. Y así, os desafiamos y nos despedimos de vos.
Y el conde les dijo que se marchasen a la mala ventura, que bueno era que con los otros muriesen. Y así todos juntos fueron a reunirse con la compañía.
Y empezaron a planear la batalla. Y los turcos y los turcoples se reunieron todos en un lugar, que no quisieron mezclarse con la compañía, temiendo que existiese un pacto para entre unos y otros destruirlos a ellos; y así quisieron estar todos reunidos y a la vista. ¿Qué os diré? El conde, en orden de batalla, con setecientos caballeros franceses, todos con espuelas de oro, y muchos otros a caballo, del país, y con las gentes de infantería, marchó hacia la compañía. Y se puso a la vanguardia con su señera, y empezó a espolear y atacó a la compañía; y los de la compañía atacaron a su vez. ¿Qué os diré? Que los caballos del conde, al estruendo que los almogávares hacían, se desviaron hacia el pantano, y allí cayó el conde, y su señera y todos los que iban en la vanguardia. Y los turcos y los turcoples, que vieron que la batalla iba de veras, empezaron a espolear y a atacarlos. Y la batalla fue muy dura, pero Dios, que siempre ayuda a la rectitud, ayudó a la compañía, de tal forma que de los setecientos caballeros no escaparon más que dos, que todos murieron, y el conde y todos los barones del principado de la Morea, que habían acudido para destruir a la compañía. Y los dos que se salvaron uno era misser Bonifaci de Verona, señor de la tercera parte de Negrepont, que era un prohombre muy bueno, y siempre había amado a la compañía; de modo que en cuanto lo conocieron lo salvaron. Y misser Roger del Laur (986), un caballero del Rosselló, fue el otro, el cual muchas veces había estado en la compañía como mensajero. Y asimismo murieron cuantos hombres a caballo había del país, y de a pie murieron más de veinte mil personas. Y así cuando la compañía levantó el campo, habían ganado la batalla y todo el ducado de Atenes.
Y en cuanto hubieron levantado el campo, rogaron a misser Bonifaci que fuese su capitán; y él no quiso asumirlo por nada del mundo; y así hicieron capitán a misser Roger des Laur, y le dieron por esposa la viuda del señor de la Sola, con el castillo de la Sola. Y así se repartieron la ciudad de Estives y todas las villas y castillos del ducado; y dieron las mujeres por esposas a los de la compañía; a cada cual según su valía, y a algunos les dieron tal esposa que ni siquiera les hubiera correspondido darles el agua para lavarse las manos. Y así se asentaron y ordenaron su vida de tal forma, que si sabiamente lo mantienen, en todo tiempo, ellos y sus hijos tendrán honor.
NOTAS
Y con esto la compañía abandonó Casserandria (982), y acudió a la Morea (983), con grandes trabajos que sufrieron para pasar la Blaquia (984), que es la tierra más fortificada del mundo. Y cuando llegaron al ducado de Atenes, el conde de Brenda los recibió bien, y les dio inmediatamente paga de dos meses; y comenzaron a salir contra los enemigos del conde, de forma que en poco tiempo hubieron desalojado de la frontera todos los enemigos del conde. ¿Qué os diré? Que todos se alegraron de poder hacer las paces con el conde; de forma que el conde recuperó más de treinta castillos que le habían capturado, y con gran honor se enfrentó con el imperio, y con el Ángel y con el déspota. Y esto hizo en seis meses, y no había desembolsado más que dos meses.
Y cuando vio que había hecho la paz con todos sus vecinos, intentó una gran felonía, esto es, quiso destruir la compañía. Y eligió doscientos hombres de a caballo, de la hueste, de los mejores que había, y trescientos de a pie, y a estos los hizo de su casa, y les dio tierras y posesiones, y cuando los hubo asegurado, ordenó al resto que saliesen de su tierra y de todos su ducado. Y aquellos le dijeron que les pagase todo lo que le habían servido, y él les respondió que les pagaría con la horca. Y mientras tanto había hecho acudir setecientos caballeros franceses, unos de la tierra del rey Robert, otros del principado de la Morea, otros del mismo país, y cuando los hubo juntado, reunió treinta mil hombres de a pie, griegos, del ducado, y entonces, ejército armado, marchó contra la compañía. Y los de la compañía que lo supieron, con sus mujeres, y con sus hijos, salieron a su encuentro en una hermosa llanura cerca de Estives (985); y había un pantano, y la compañía se escudó tras el pantano.
Y cuando los doscientos hombres a caballo, y los trescientos a pie, catalanes, vieron que el conde iba en serio, fueron todos juntos ante él y le dijeron:
- Sèñer, los que hay frente a nosotros son nuestros hermanos, y vemos que los queréis destruir con gran maldad y pecado; por lo que os comunicamos que con ellos queremos ir a morir. Y así, os desafiamos y nos despedimos de vos.
Y el conde les dijo que se marchasen a la mala ventura, que bueno era que con los otros muriesen. Y así todos juntos fueron a reunirse con la compañía.
Y empezaron a planear la batalla. Y los turcos y los turcoples se reunieron todos en un lugar, que no quisieron mezclarse con la compañía, temiendo que existiese un pacto para entre unos y otros destruirlos a ellos; y así quisieron estar todos reunidos y a la vista. ¿Qué os diré? El conde, en orden de batalla, con setecientos caballeros franceses, todos con espuelas de oro, y muchos otros a caballo, del país, y con las gentes de infantería, marchó hacia la compañía. Y se puso a la vanguardia con su señera, y empezó a espolear y atacó a la compañía; y los de la compañía atacaron a su vez. ¿Qué os diré? Que los caballos del conde, al estruendo que los almogávares hacían, se desviaron hacia el pantano, y allí cayó el conde, y su señera y todos los que iban en la vanguardia. Y los turcos y los turcoples, que vieron que la batalla iba de veras, empezaron a espolear y a atacarlos. Y la batalla fue muy dura, pero Dios, que siempre ayuda a la rectitud, ayudó a la compañía, de tal forma que de los setecientos caballeros no escaparon más que dos, que todos murieron, y el conde y todos los barones del principado de la Morea, que habían acudido para destruir a la compañía. Y los dos que se salvaron uno era misser Bonifaci de Verona, señor de la tercera parte de Negrepont, que era un prohombre muy bueno, y siempre había amado a la compañía; de modo que en cuanto lo conocieron lo salvaron. Y misser Roger del Laur (986), un caballero del Rosselló, fue el otro, el cual muchas veces había estado en la compañía como mensajero. Y asimismo murieron cuantos hombres a caballo había del país, y de a pie murieron más de veinte mil personas. Y así cuando la compañía levantó el campo, habían ganado la batalla y todo el ducado de Atenes.
Y en cuanto hubieron levantado el campo, rogaron a misser Bonifaci que fuese su capitán; y él no quiso asumirlo por nada del mundo; y así hicieron capitán a misser Roger des Laur, y le dieron por esposa la viuda del señor de la Sola, con el castillo de la Sola. Y así se repartieron la ciudad de Estives y todas las villas y castillos del ducado; y dieron las mujeres por esposas a los de la compañía; a cada cual según su valía, y a algunos les dieron tal esposa que ni siquiera les hubiera correspondido darles el agua para lavarse las manos. Y así se asentaron y ordenaron su vida de tal forma, que si sabiamente lo mantienen, en todo tiempo, ellos y sus hijos tendrán honor.
NOTAS
978. Guy II de la Roche
979. Gualterio V de Brenne
980. Despotado del Arta. Se trata de la actual región del Epiro
981. Juan II. Sebastocrator de Bláquia (Thessalia). También llamado el Angel.
982. Kassandra, al sur de Thessalónika
983. Morea. Aunque actualmente corresponde a la península del Peloponeso, es de suponer que en aquel tiempo englobaba el ducado de Atenas.
984. Blaquia. La actual Thessalia
985. Estives. Tebas. Donde había permanecido encerrado Frederic de Mallorca.
986. Roger Desllor, caballero rosellonés. Estuvo al frente del ducado de Atenas entre 1311 y 1312, hasta que lo sustituyó Manfredo de Sicilia, hijo de Frederic II de Sicilia
1 comentari:
Ese tipo de secuestro o rehén me recuerda al del general romano que vivió y se creció con las tropas de Atila. Al final, casi derrota al huno en batalla. ¡Tanto había aprendido de ellos!
Esos trapicheos con las mujeres de derrotados o con viudas y solteronas me reconforta. ¡Siempre he pensado que ya no queda nadie con sangre pura! ¡Yo quiero un poco también de esa sangre! Qué honor.
Te dejo este enlace a una magnífica página con la que hemos disfrutado de lo lindo mi hijo y yo esta mañana. Qué maravilla... ¡Por qué no enseñarán estas cosas en la escuela, Dios! Aunque conociéndote, seguro que ya la has visitado mil veces.
Paz y Feliz Año Mundial de la Astronomía.
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