Assentada la Companyia al Ducat d'Atenes, les tropes de turcs i turcoples que s'havien aliat amb ells decideixen tornar a l'Anatòlia. Arribats en els Dardanels, contracten unes naus genoveses per què els hi passen a la riba asiàtica. Un cop embarcats, a mitjan camí, són convenientment anihilats.
CCXLI
Y los turcos y los turcoples, que vieron que la compañía de aquí en adelante no pensaba abandonar el ducado de Atenes y ya habían ganado bastante, dijeron que querían marcharse. Y los catalanes les dijeron que les darían tres o cuatro lugares, o más, del ducado, allá donde quisieran, y les rogaban que se quedaran, y ellos les respondieron que por nada del mundo se quedarían, ya que, puesto que Dios los había tratado bien y todos eran ricos, querían regresar al reino del Natolí con sus amigos. Y así partieron con gran honor y concordia los unos y los otros, y se ofrecieron ayuda, si alguna vez la necesitaban.
Y así regresaron a salvo hasta Gal·lípol en pocas jornadas, saqueando y quemando cuanto encontraban, que no tenían miedo de que nadie se les opusiese; de tal forma habían dejado el imperio los catalanes. Y cuando llegaron a Boca d'Aver, arribaron a ellos diez galeras de genoveses aliadas del emperador, y dijeron que los pasarían por el estrecho de Boca d'Aver, que no tiene más de cuatro millas de ancho en aquel lugar; y llegaron a un acuerdo con ellos, y juraron sobre los santos Evangelios que a salvo y con seguridad los pasarían. Así que pasaron un viaje con la gente menuda; y cuando vieron que habían pasado bien a los niños, subieron en las galeras; y cuando entraron en las galeras, a la entrada les quitaban las armas (que a este acuerdo habían llegado, que los turcos entregasen todas sus armas a los genoveses), y los genoveses las metieron todas en una galera. Y luego, cuando los turcos hubieron embarcado en las galeras, sin armas, los marineros se lanzaron contra los turcos, y mataron al menos a la mitad, y a los otros los pusieron bajo cubierta. Y así capturaron a la mayor parte de ellos, y los condujeron a Génova, y los fueron vendiendo en Polla, y en Calàbria, y en Nàpols y en otros lugares. Y de los que habían quedado en la parte de Gal·lípol no escapó nadie, que el emperador había hecho venir mucha gente de Contastinoble, y entre todos los mataron. Y así podéis ver con qué falsedad y deslealtad fueron eliminados los turcos por los genoveses, que no escaparon más que los que pasaron en el primer turno. Y los de la compañía, cuando lo supieron quedaron muy apenados. Y así podéis ver qué fin tuvieron los turcos.
Y así regresaron a salvo hasta Gal·lípol en pocas jornadas, saqueando y quemando cuanto encontraban, que no tenían miedo de que nadie se les opusiese; de tal forma habían dejado el imperio los catalanes. Y cuando llegaron a Boca d'Aver, arribaron a ellos diez galeras de genoveses aliadas del emperador, y dijeron que los pasarían por el estrecho de Boca d'Aver, que no tiene más de cuatro millas de ancho en aquel lugar; y llegaron a un acuerdo con ellos, y juraron sobre los santos Evangelios que a salvo y con seguridad los pasarían. Así que pasaron un viaje con la gente menuda; y cuando vieron que habían pasado bien a los niños, subieron en las galeras; y cuando entraron en las galeras, a la entrada les quitaban las armas (que a este acuerdo habían llegado, que los turcos entregasen todas sus armas a los genoveses), y los genoveses las metieron todas en una galera. Y luego, cuando los turcos hubieron embarcado en las galeras, sin armas, los marineros se lanzaron contra los turcos, y mataron al menos a la mitad, y a los otros los pusieron bajo cubierta. Y así capturaron a la mayor parte de ellos, y los condujeron a Génova, y los fueron vendiendo en Polla, y en Calàbria, y en Nàpols y en otros lugares. Y de los que habían quedado en la parte de Gal·lípol no escapó nadie, que el emperador había hecho venir mucha gente de Contastinoble, y entre todos los mataron. Y así podéis ver con qué falsedad y deslealtad fueron eliminados los turcos por los genoveses, que no escaparon más que los que pasaron en el primer turno. Y los de la compañía, cuando lo supieron quedaron muy apenados. Y así podéis ver qué fin tuvieron los turcos.
1 comentari:
¡Si es que quién se iba a fiar de nadie! Pobres turcos, coño.
Un fuerte abrazo, Julio, y gracias por estas entrañables y magníficas lecciones diarias de historia.
Sahha.
Fco. Jiménez Le Santo.
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