L'infant Ferran de Mallorca i Muntaner deixen l'illa de Thassos, arribant després de dues escales amb destrucció i venjança incloses a l'illa de Evia (Negroponte). Allí seran capturats per venecians a l'ordre de Carles de Valois, el fracassat rei d'Aragó que ara és emperador titular consort (o siga res de res) de l'imperi llatí de Constantinopla.
Muntaner és entregat a la Companyia, junt amb un company, Garcia Gomis, amb l'esperança que Bernat de Rocafort els mate.
Quant a Ferran de Mallorca quedarà empresonat a Tebas, sota el poder del duc d'Atenes.
Muntaner és entregat a la Companyia, junt amb un company, Garcia Gomis, amb l'esperança que Bernat de Rocafort els mate.
Quant a Ferran de Mallorca quedarà empresonat a Tebas, sota el poder del duc d'Atenes.
CCXXXV
Y así, nos despedimos de ser Tesí Jaqueria, y abandonamos la isla del Taix con el señor infante. Y el señor infante hizo que me entregaran la mejor galera que había tras la suya, la cual se llamaba "Espanyola"; y con sus cuatro galeras, y mi leño armado y una barca armada de mi propiedad, pusimos rumbo al puerto del Almiro , que está en el ducado de Atenes, donde el señor infante había dejado tres hombres para preparar pan recocido, cuando entró en Romanía. Pero no encontramos ni los hombres ni el bizcocho, ya que la gente de la tierra lo habían saqueado todo. Y si ellos lo habían saqueado, bien nos vengamos nosotros, ya que le prendimos fuego a todo lo que encontramos.
Y luego dejamos Almiro y fuimos a la isla de Escròfol , y allí combatimos el castillo y saqueamos toda la isla. Y luego fuimos al cabo de la isla de Negrepont ; y el señor infante dijo que quería pasar por la ciudad de Negrepont, y todos nosotros le dijimos que no lo hiciera por nada del mundo. Y es cierto que él había pasado al entrar en Romanía y le dieron buena acogida y diversión y compañía, y él pensaba que lo mismo ocurriría ahora; de modo que, contra de todos, él se empeñó en que pasáramos. Y en mala hora pusimos tal rumbo que nos pusimos la soga al cuello a conciencia; que es muy gran peligro ir con hijo de rey, joven, ya que son de tanto coraje y sangre, que en ningún momento alcanzan a imaginar que nadie les pueda agraviar. Y ciertamente así debería ocurrir, si hubiera respeto en el mundo, pero el mundo tan irrespetuoso, que casi nunca otorga a nadie el trato merecido. Y ciertamente son señores a quienes nadie se atreve a discutirles nada ni a oponerse a que se apoderen de lo que quieran; y esto nos ocurrió a nosotros, que tuvimos que consentir en nuestra destrucción.
De modo que fuimos a la ciudad de Negrepont; y allí encontramos que habían arribado diez galeras de venecianos y un leño armado, de las que eran capitanes En Joan Corín y En Marco Minyot, e iban en nombre de misser Carles de França (a quien le corresponde el imperio de Contastinoble) y en su compañía; y en representación de misser Carles iba un ricohombre francés, llamado Tibaud de Cipoys. Y el señor infante solicitó protección para él y toda la compañía, y los señores de Negrepont nos la concedieron, y los capitanes de las galeras lo mismo; y convidaron al señor infante. Y cuando desembarcamos, las galeras de los venecianos remaron contra las nuestras, y especialmente contra la mía, ya que era notorio que yo sacaba de Romanía todo el tesoro del mundo. Y en el abordaje que hicieron me mataron cuarenta hombres, e incluso me hubieran matado a mí si hubiese estado, pero yo no me separaba un paso del señor infante. Y así me saquearon la galera y todo lo que en ella había, que era una fortuna, y luego capturaron al señor infante y a diez de los mejores que con él iban. Y en cuanto hubieron consumado esta traición, misser Tibaud de Cipoys libró el señor infante a misser Joan de Mesí, señor de la tercera parte de Negrepont, para que lo condujese ante el duque de Atenes, para que este lo retuviese en nombre de misser Carles de França e hiciese con él lo que éste le ordenara. Y lo condujeron con ocho caballeros y cuatro escuderos a la ciudad de Estives ; al castillo que se llama Sant Omer donde el duque de Atenes lo hizo encerrar.
Y los hombres de Negrepont dieron a entender a En Tibaud de Cipoys y a los capitanes de las galeras, que si querían resolver sus diferencias con la compañía, que me entregasen a ella, porque yo me había llevado gran parte del botín de la compañía; de modo que harían dos cosas buenas; puesto que harían un gran bien a la compañía, y por otra parte estaba claro que en cuanto me entregasen ellos me matarían, de forma que no habría quien preguntase por lo que me habían quitado. Y del mismo modo que a mí que entregasen a En García Gomis Palasín, a quien En Rocafort odiaba más que a nadie en el mundo; de modo que darían gran alegría a En Rocafort, y ellos nada podían hacer sin En Rocafort.
Y tal como se lo aconsejaron, así lo hicieron; y nos entregaron a En García Gomis y a mí a la compañía. Y cuando estuvimos en la compañía, enseguida llevaron a En García Gomis a presencia de En Rocafort, de lo que En Rocafort mucho se alegró; y enseguida acudió a popa de la galera, y en cuanto saltó a tierra, sin más preámbulos, en presencia de todos le hizo cortar la cabeza; con lo que hizo gran daño y pecado, que en verdad era uno de los mejores caballeros del mundo, en cualquier hecho.
NOTAS
Y luego dejamos Almiro y fuimos a la isla de Escròfol , y allí combatimos el castillo y saqueamos toda la isla. Y luego fuimos al cabo de la isla de Negrepont ; y el señor infante dijo que quería pasar por la ciudad de Negrepont, y todos nosotros le dijimos que no lo hiciera por nada del mundo. Y es cierto que él había pasado al entrar en Romanía y le dieron buena acogida y diversión y compañía, y él pensaba que lo mismo ocurriría ahora; de modo que, contra de todos, él se empeñó en que pasáramos. Y en mala hora pusimos tal rumbo que nos pusimos la soga al cuello a conciencia; que es muy gran peligro ir con hijo de rey, joven, ya que son de tanto coraje y sangre, que en ningún momento alcanzan a imaginar que nadie les pueda agraviar. Y ciertamente así debería ocurrir, si hubiera respeto en el mundo, pero el mundo tan irrespetuoso, que casi nunca otorga a nadie el trato merecido. Y ciertamente son señores a quienes nadie se atreve a discutirles nada ni a oponerse a que se apoderen de lo que quieran; y esto nos ocurrió a nosotros, que tuvimos que consentir en nuestra destrucción.
De modo que fuimos a la ciudad de Negrepont; y allí encontramos que habían arribado diez galeras de venecianos y un leño armado, de las que eran capitanes En Joan Corín y En Marco Minyot, e iban en nombre de misser Carles de França (a quien le corresponde el imperio de Contastinoble) y en su compañía; y en representación de misser Carles iba un ricohombre francés, llamado Tibaud de Cipoys. Y el señor infante solicitó protección para él y toda la compañía, y los señores de Negrepont nos la concedieron, y los capitanes de las galeras lo mismo; y convidaron al señor infante. Y cuando desembarcamos, las galeras de los venecianos remaron contra las nuestras, y especialmente contra la mía, ya que era notorio que yo sacaba de Romanía todo el tesoro del mundo. Y en el abordaje que hicieron me mataron cuarenta hombres, e incluso me hubieran matado a mí si hubiese estado, pero yo no me separaba un paso del señor infante. Y así me saquearon la galera y todo lo que en ella había, que era una fortuna, y luego capturaron al señor infante y a diez de los mejores que con él iban. Y en cuanto hubieron consumado esta traición, misser Tibaud de Cipoys libró el señor infante a misser Joan de Mesí, señor de la tercera parte de Negrepont, para que lo condujese ante el duque de Atenes, para que este lo retuviese en nombre de misser Carles de França e hiciese con él lo que éste le ordenara. Y lo condujeron con ocho caballeros y cuatro escuderos a la ciudad de Estives ; al castillo que se llama Sant Omer donde el duque de Atenes lo hizo encerrar.
Y los hombres de Negrepont dieron a entender a En Tibaud de Cipoys y a los capitanes de las galeras, que si querían resolver sus diferencias con la compañía, que me entregasen a ella, porque yo me había llevado gran parte del botín de la compañía; de modo que harían dos cosas buenas; puesto que harían un gran bien a la compañía, y por otra parte estaba claro que en cuanto me entregasen ellos me matarían, de forma que no habría quien preguntase por lo que me habían quitado. Y del mismo modo que a mí que entregasen a En García Gomis Palasín, a quien En Rocafort odiaba más que a nadie en el mundo; de modo que darían gran alegría a En Rocafort, y ellos nada podían hacer sin En Rocafort.
Y tal como se lo aconsejaron, así lo hicieron; y nos entregaron a En García Gomis y a mí a la compañía. Y cuando estuvimos en la compañía, enseguida llevaron a En García Gomis a presencia de En Rocafort, de lo que En Rocafort mucho se alegró; y enseguida acudió a popa de la galera, y en cuanto saltó a tierra, sin más preámbulos, en presencia de todos le hizo cortar la cabeza; con lo que hizo gran daño y pecado, que en verdad era uno de los mejores caballeros del mundo, en cualquier hecho.
NOTAS
955. Almyros.
956. Skopélos. Isla en el Egeo.
957. Negroponte. Nombre veneciano de la isla de Evia o Eubea. Se trata de la isla más grande de Grecia después de Creta.
958. Se trata de Carlos III de Valois, el malogrado rey de Aragón cuya expedición transpirenaica nos ha relatado en capítulos anteriores Muntaner y que, por su matrimonio con Catalina I había pasado a ser emperador titular (más o menos como con Aragón, nada) del Imperio Latino de Constantinopla.
959. Tebas. Ciudad griega de la Beocia.
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