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1 Libro = 1 Euro ~ Save The Children

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Charles Darwin quotation

Ignorance more frequently begets confidence than does knowledge: it is those who know little, and not those who know much, who so positively assert that this or that problem will never be solved by science

Jean-Baptiste Colbert quotation

L'art de l'imposition consiste à plumer l'oie pour obtenir le plus possible de plumes avec le moins possible de cris

Somebody quotation

El miedo es la via perfecta hacia el lado oscuro. El miedo lleva a Windows, Windows a la desesperacion, esta al odio hacia Bill Gates y ese odio lleva a LINUX

Vares Velles

Vares Velles
Al Tall

Això és Espanya (vara seguidilla) per Al Tall

diumenge, 3 de maig del 2009

Crònica de Ramon Muntaner (CCXXXII)

Un nou desastre sobre la Companyia. Muntaner amb les seues tropes abandona Gal·lípoli i les possessions als Dardanels, i junt amb les tropes de Berenguer d'Entença i Ferran Eixemenis, acompanyen l'infant Ferran de Mallorca a Kavala (Cristòfol en la Crònica) assetjada per les tropes de Bernat de Rocafort.

Sembla que s'hi apropen massa i Rocafort ho interpreta com un atac, -realment no ho era?- i reacciona combatent i matant per error -per error?- Berenguer d'Entença.

El resultat?. Ferran d'Eixemenis se'n va amb les seues tropes a posar-se al serveis de l'emperador de Grècia, i Bernat de Rocafort queda com a cap suprem de la Companyia. Acàs no era això el que volia?


CCXXXII


Y cuando el infante y la compañía tuvieron noticia de que yo había quemado y asolado y derruido los castillos y lugares, y que había salido de Boca d'Aver a salvo, dispusieron su partida. Y allí, el señor infante dispuso el orden de la marcha en la siguiente forma: que En Rocafort con los que iban con él, y los turcos, y los turcoples, partiese con un día de adelanto sobre los otros, esto es, que allá donde ellos pasarían la noche, a la noche siguiente el señor infante con En Berenguer d'Entença y En Ferran Eixemenis y todas sus compañías acampasen, de forma que en todo momento hubiese una jornada de camino entre unos y otros. Y así viajaron en perfecto orden todos los días.

Y cuando llegaron a dos jornadas de Cristòfol, el diablo, que no hace sino el mal, dispuso que la hueste de En Rocafort se levantase demasiado tarde, y la hueste del señor infante se levantase demasiado temprano por el gran calor que hacía. Y los de En Rocafort se levantaron muy tarde ya que aquella noche habían acampado en un llano que era todo de huerta, y en el que había todos los frutos de la estación, y buenas aguas, y mucho vino en las casas; y así por el buen alojamiento, se retrasaron en su partida. Y los otros habían tenido todo lo contrario, por lo que se levantaron muy temprano. Y así la delantera de la hueste del señor infante alcanzó la retaguardia de la hueste de En Rocafort.

Y cuando los de En Rocafort los vieron, una voz de diablo se alzó entre ellos, y gritaron: - Armas! Armas! Que la compañía de En Berenguer d'Entença y de En Ferran Xemenis vienen a matarnos -. Así de hombre en hombre la alarma llegó hasta la vanguardia; y En Rocafort hizo armar los caballos, y todos se prepararon, y los turcos y los turcoples, igualmente. ¿Qué os diré? El griterío llegó hasta el señor infante, y a En Berenguer d'Entença y a En Ferran Xemenis; y enseguida En Berenguer d'Entença montó su caballo, vestido con una cota, sin vestir armadura, con la espada al cinto y la azcona montera en la mano; e intentó acaudillar y detener a los suyos, y hacerlos regresar.

E intentaba hacerse con el control de la situación, sin conocer todavía cual era el rumor, y estando en estas, mientras acaudillaba a los suyos como el muy sabio ricohombre y buen caballero que era, llegó en su caballo, totalmente armado, N'Humbert de Rocafort, hermano menor de En Bernat de Rocafort, y En Dalmau Sent Martí, su tío, también en su caballo armado; y atacaron contra En Berenguer d'Entença creyendo que incitaba a la compañía, cuando lo que hacía era frenarla. Y los dos a una arremetieron contra él, y En Berenguer d'Entença gritó, y preguntó qué pasaba; y ellos no aguardaron más, sino que ambos lo atacaron. Y lo encontraron desarmado, y lo traspasaron con sus lanzas de parte a parte, de forma que entre ambos allí mismo lo mataron, lo que originó gran daño y perjuicio, ya que ellos creyendo obrar bien, lo mataron.

Y cuando lo hubieron muerto, buscaron a los otros, principalmente a En Ferran Xemenis. Y En Ferran Xemenis, tal como buen caballero y sabio, al escuchar el griterío, había montado en su caballo, sin armar, e iba acaudillando. Y cuando vio que los de En Rocafort habían muerto a En Berenguer, y que con ellos iban los turcos y los turcoples, que hacían todo lo que aquellos les ordenaban, y vio que todo el mundo moría, con treinta hombres a caballo se dirigió a un castillo que era del emperador. Ved en qué peligro se hubo de meter, que en poder de sus enemigos a la fuerza, hubo de meterse. Y aquellos lo acogieron de buen grado, ya que contemplaban la batalla.

¿Qué os diría? Que así, matando y atacando, llegaron hasta donde se encontraba la señera del señor infante; y cuando llegaron cerca del señor infante, todo el mundo defendió la señera y la persona del señor infante y su compañía, así que el señor infante vino armado sobre su caballo con la maza en la mano, e iba acaudillando todo lo que podía. Y tan pronto como En Rocafort y su compañía lo vieron, se agolparon a su alrededor para que nadie le pudiese hacer daño, ni turcos ni turcoples. ¿Qué os diré? Que tan pronto como el señor infante estuvo con ellos, se acabó el ataque, pero no antes de que aquel día muriesen, de la compañía de En Berenguer d'Entença y de En Ferran Xemenis, ciento cincuenta hombres de a caballo, y seiscientos de a pie. Ved si fue obra del diablo, que si la tierra hubiese estado poblada de gentes y les hubiesen salido a batalla, bien seguro que ellos los hubieran muerto y no se hubieran matado entre ellos mismos.

Y cuando el señor infante acudió a la plaza donde yacía muerto En Berenguer d'Entença, descabalgó, y empezó a hacer gran duelo sobre él, y lo besó más de diez veces, y todos los que había en la hueste hicieron otro tanto. Y En Rocafort mismo se mostró muy dolido y lo lloró, y su hermano y su tío que lo habían muerto, cuando el señor infante les amonestó; y se disculparon diciendo que no lo conocían. Y así, para gran daño y pecado, murió el ricohombre, y todos los otros.

Y el señor infante hizo detenerse a toda la hueste tres días en aquel lugar, y en una iglesuela de ermitaños que había, llamada de Sant Nicolau, enterraron su cuerpo y le hicieron cantar misas, y lo metieron en un bello sepulcro que estaba junto al altar. Dios acoja su alma! Que verdadero martirio fue, ya que para evitar que se hiciese daño, murió.

Y cuando esto acabó, el infante supo que En Ferran Xemenis estaba en aquel castillo con los que con él habían escapado, y que más tarde también habían entrado otros setenta, de forma que en todo momento había en el castillo cien hombres buenos de la hueste. Y el infante le envió a decir que regresase con él, y le envió a rogar que lo perdonase, ya que le era totalmente imposible, puesto que al haber entrado al castillo, tenía que ir ante el emperador, él y toda su compañía. Y así el señor infante lo tuvo por excusado, a él y a todos los que con él se encontraban.

Y estando así, las cuatro galeras del señor infante, de las que era capitán En Dalmau Senan, caballero, y En Jacme Despalau, de Barcelona, llegaron a donde se encontraba la hueste, ya que el señor infante les había enviado órdenes para que me acompañasen. Y ellos no quisieron aventurarse a entrar en Boca d'Aver por temor a las galeras de los genoveses, y así, sin mí regresaron.