Les tropes catalanes es preparen per a la defensa de Girona. Escaramusses entre els dos exèrcits.
CXXVIII
Cuando el señor rey de Aragó hubo dispuesto y fortificado la ciudad de Gerona, nombró como jefe y mayor, a En Ramon Folc, vizconde de Cardona, y con él muchos honrados caballeros y ciudadanos, y vio como la hueste del rey de França había acampado alrededor y había establecido el sitio, entonces el señor rey partió de aquí y fue a Besuldó (643), y fortificó muy bien la villa, y puso guarnición en los castillos que había alrededor de Gerona; de modo que los que el señor rey de Aragón había dejado por los castillos y lugares que había fortificado daban muy malas madrugadas a la hueste, y robaban y destruían muchas caravanas que venían de Roses a Gerona. ¿Qué os diré? Que tanto botín obtenían los hombres de armas de los franceses, y tantos destruían y mataban, y tan buena caballería y almogavería hacían contra ellos, que, tal como antes os he contado de Calabria, querer describirlo todo sería demasiado, por lo que me contentaré con resumirlo. Que en verdad os digo que tan cerca los tenían, que los franceses no podían salir a por hierba o leña, si no iban protegidos por mil caballeros armados. Y del mismo modo los de dentro efectuaban incursiones, y les daban bastante malaventura, que no había día que no les hiciesen abandonar la comida tres o cuatro veces; y lo mismo ocurría con el dormir, que no les dejaban tener un buen sueño, de forma que se les estropeaba el comer y el dormir. Y bien lo demostraron, que la ira de Dios les vino encima, y tanta enfermedad se coló entre ellos, que aquello fue la mayor pestilencia del mundo que nunca enviara Dios a nadie.
Y cuando el señor rey de Aragón hubo fortificado Besuldó y los otros lugares alrededor de Gerona, y hubo dispuesto la almogavería y los peones de mesnada por aquella frontera, y no creáis que fueran pocos, que había grupos de cincuenta mil almogávares, entre peones de mesnada y almogávares, y quinientos caballeros, y otros quinientos hombres montados a la jineta. Y de este modo dispuso la frontera, que nunca ejército alguno sufrió tanto peligro como la hueste del rey de França; y nunca las gentes ganaron tanto botín, como los que el señor rey había puesto contra los franceses; y ganaron tanto, que no se podía ni contar. Y de los de dentro también os podría contar grandes maravillas de lo que hacían a los sitiadores.
Y así, cuando el señor rey lo hubo dispuesto y ordenado todo, y hubo dejado como jefe de las gentes de la frontera al señor infante N'Anfòs, y con él al conde de Empuries, y al vizconde de Rocabertí, y al vizconde de Castellnou, y a En Dalmau de Castelló, y a N'Arnau de Cortsaví, y a En Guillem Galceran de Castellà, señor de Ostoles y de Pontons, del cual bien se podía decir que era uno de los mejores caballeros que nunca hubo en Espanya, y bien lo demostró muchas veces en Calabria y en Sicília, que esta gracia le concedió Dios: que nunca hubo batalla en Calabria y en Sicília en la que él no estuviera, y que siempre, con la ayuda de Dios, vencían por su consejo y por su disposición. Y de este ricohombre, En Guillem de Galceran, se podría hacer tan gran libro con sus proezas, como se hizo de Llancelot del Llac (644); y mirad si Dios lo estimaba, que fue alcaide en Barbaría, e hizo muchas hazañas, y más tarde pasó con el señor rey de Aragón a Alcoll y a Sicília, y allí participó como ya os he dicho en todas las batallas; así que por sus proezas lo nombró el señor rey de Aragón conde de Cantassar, y Dios le concedió tal gracia, que hasta la edad de noventa años llevó armas, y luego murió en el mencionado lugar de Ostoles (645), en la habitación donde naciera, entre los suyos.
NOTAS
Y cuando el señor rey de Aragón hubo fortificado Besuldó y los otros lugares alrededor de Gerona, y hubo dispuesto la almogavería y los peones de mesnada por aquella frontera, y no creáis que fueran pocos, que había grupos de cincuenta mil almogávares, entre peones de mesnada y almogávares, y quinientos caballeros, y otros quinientos hombres montados a la jineta. Y de este modo dispuso la frontera, que nunca ejército alguno sufrió tanto peligro como la hueste del rey de França; y nunca las gentes ganaron tanto botín, como los que el señor rey había puesto contra los franceses; y ganaron tanto, que no se podía ni contar. Y de los de dentro también os podría contar grandes maravillas de lo que hacían a los sitiadores.
Y así, cuando el señor rey lo hubo dispuesto y ordenado todo, y hubo dejado como jefe de las gentes de la frontera al señor infante N'Anfòs, y con él al conde de Empuries, y al vizconde de Rocabertí, y al vizconde de Castellnou, y a En Dalmau de Castelló, y a N'Arnau de Cortsaví, y a En Guillem Galceran de Castellà, señor de Ostoles y de Pontons, del cual bien se podía decir que era uno de los mejores caballeros que nunca hubo en Espanya, y bien lo demostró muchas veces en Calabria y en Sicília, que esta gracia le concedió Dios: que nunca hubo batalla en Calabria y en Sicília en la que él no estuviera, y que siempre, con la ayuda de Dios, vencían por su consejo y por su disposición. Y de este ricohombre, En Guillem de Galceran, se podría hacer tan gran libro con sus proezas, como se hizo de Llancelot del Llac (644); y mirad si Dios lo estimaba, que fue alcaide en Barbaría, e hizo muchas hazañas, y más tarde pasó con el señor rey de Aragón a Alcoll y a Sicília, y allí participó como ya os he dicho en todas las batallas; así que por sus proezas lo nombró el señor rey de Aragón conde de Cantassar, y Dios le concedió tal gracia, que hasta la edad de noventa años llevó armas, y luego murió en el mencionado lugar de Ostoles (645), en la habitación donde naciera, entre los suyos.
NOTAS
643. Besalú. Municipio de la Garrotxa. Girona.
644. Lancelot du Lac. Uno de los caballeros de la Tabla Redonda.
645. Hostoles. Castell d’Hostoles en la Garrotxa. Girona.
1 comentari:
Un abrazo, amigo, y gracias una vez más por compartir con nosotros estas crónicas.
Sahha.
El carca OStoles.
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