Comença l'expedició a Orient. Trenta sis naus entre grans i petites, amb prop de set mil homes.
Si fem els contes, les pasteres i els kaiukos actuals ens semblaran creuers de plaer.
D'una altra banda, quin descans per a Sicília!: quatre mil almogàvers (penseu en legionaris i ho entendreu) menys, d'una tacada.
Genovesos, turcs, grecs, alerta!: la Companyia Catalana d'Orient ha salpat. Ja podeu començar a tremolar.
Si fem els contes, les pasteres i els kaiukos actuals ens semblaran creuers de plaer.
D'una altra banda, quin descans per a Sicília!: quatre mil almogàvers (penseu en legionaris i ho entendreu) menys, d'una tacada.
Genovesos, turcs, grecs, alerta!: la Companyia Catalana d'Orient ha salpat. Ja podeu començar a tremolar.
CCI
Y de este modo cada cual embarcó con sus mujeres e hijos, muy contentos y satisfechos del señor rey, ya que nunca hubo señor que mejor se comportase con las gentes que le habían servido de lo que él se comportó, puesto que hizo todo cuanto pudo; e incluso más, y todo el mundo sabía que al señor rey no le quedaba dinero, después de las guerras de las que salía, y que no le sobraba nada. Y asimismo embarcaron los ricoshombre y caballeros, y tanto los caballeros como los hombres de a caballo tenían doble ración de todo.
Y ni En Berenguer d'Entença ni En Bernat de Rocafort pudieron estar listos en aquella ocasión; porque En Bernat de Rocafort tenía dos castillos en Calabria los cuales no había querido rendir cuando se firmó la paz, hasta tanto no se le pagara todo lo que se le debía de su sueldo, a él y a su compañía, por lo que no pudo embarcar. Pero sí embarcaron En Ferran Xemenis d'Arenòs, y En Ferran d'Aunés, y En Corberan d'Alet, y En Pere d'Eros, y En Martí de Logran, y muchos otros caballeros, y adalides y jefes de almogávares. De modo que, cuando hubieron embarcado, eran, entre galeras y naves y leños y taridas, treinta y seis velas, y había mil quinientos hombres de a caballo contratados, dotados de todo, salvo de caballos, y cuatro mil almogávares, y mil marineros contratados, exceptuando los galeotes y los marineros del propio navío. Y todos estos eran catalanes y aragoneses, y la mayor parte traían consigo a sus mujeres, o a sus amigas, y a sus hijos.
Y de este modo se despidieron del señor rey, y zarparon en buena hora de Messina, con gran alegría y satisfacción.
Y ni En Berenguer d'Entença ni En Bernat de Rocafort pudieron estar listos en aquella ocasión; porque En Bernat de Rocafort tenía dos castillos en Calabria los cuales no había querido rendir cuando se firmó la paz, hasta tanto no se le pagara todo lo que se le debía de su sueldo, a él y a su compañía, por lo que no pudo embarcar. Pero sí embarcaron En Ferran Xemenis d'Arenòs, y En Ferran d'Aunés, y En Corberan d'Alet, y En Pere d'Eros, y En Martí de Logran, y muchos otros caballeros, y adalides y jefes de almogávares. De modo que, cuando hubieron embarcado, eran, entre galeras y naves y leños y taridas, treinta y seis velas, y había mil quinientos hombres de a caballo contratados, dotados de todo, salvo de caballos, y cuatro mil almogávares, y mil marineros contratados, exceptuando los galeotes y los marineros del propio navío. Y todos estos eran catalanes y aragoneses, y la mayor parte traían consigo a sus mujeres, o a sus amigas, y a sus hijos.
Y de este modo se despidieron del señor rey, y zarparon en buena hora de Messina, con gran alegría y satisfacción.
1 comentari:
Un abrazo, querido Julio.
Sahha.
Daniel.
Publica un comentari a l'entrada