Crònica de Ramon Muntaner (CCXLIX)

Continua narrant-nos Muntaner les vicissituds que passen els cristians i els seus aliats a l'illa de Djerba sota teòric senyoriu, com sabem, de la família Llòria.

CCXLIX

Y cuando los sarracenos de Gerba se enteraron de la muerte de En Rogeró, los malvados de Mistoua, confabulados con algunos malvados de Moàbia, y con la tribu de las Doaques, se rebelaron contra los cristianos y contra la casa de Ben Simomem; de modo que introdujeron caballería de Tunis en la isla, y asediaron otra vez el castillo. Y En Carlet, con la ayuda del señor rey de Sicília y del rey Robert (1009), con cinco galeras y leños fue a Gerba; y al mismo tiempo que el arribaba, la caballería de Tunis abandonaba la isla. Y también él reconcilió a las gentes de Mistoua con el consejo de la casa de Ben Simomem, y les perdonó y ordenó la isla; y regresó a Calàbria, donde había dejado a madona Saurina d'Entença, su madre. Y cuando regresó con su madre, no pasó mucho tiempo, que a su vez, muriera; y quedaba un hijo, muy pequeño, que no tenía ni cinco años, y se llamaba Rogeró de Lòria aunque tal como su hermano mayor me explicó, realmente se llamaba Francesc de nombre de pila, pero cuando murió su hermano, le cambiaron el nombre en la confirmación, y le pusieron Rogeró de Lòria.

Y cuando los malvados de Mistoua se enteraron de esto, se rebelaron contra los cristianos y contra los de Moàbia, de modo que la guerra volvió a comenzar entre ellos, esta vez sin caballería de fuera por ninguna de las partes, salvo que En Simón de Montoliu, que era capitán de la isla en nombre de En Rogeró, con los del castillo ayudaba a los de Moàbia, por su amistad con la casa de Ben Simomem. Y estando así la guerra, misser Corral Llança, de Castellmenart, que era tutor de En Rogeró, rogó al señor rey de Sicília que le pluguiese que En Jacme Castellar, hombre de mar bueno y experto, quien había armado cuatro galeras para entrar en Romanía (1010) al corso (1011), que lo enviase a Gerba, y acudiese al castillo, y que le prestase cuanta ayuda pudiese y a la casa de Ben Simomem lo mismo. Y el señor rey, por amor de misser Corral, y para que el castillo estuviese mejor defendido, lo otorgó, e hizo venir a En Jacme Castellar, y le ordenó que hiciese una pasada por Gerba, y visitase y confortase y ayudase a los del castillo, y luego que fuese al corso, que las galeras serían armadas a costa del dinero real. Y En Jacme Castellar se despidió del señor rey, y zarpó hacia Gerba. Y cuando llegó a Gerba, le hicieron mudar de opinión; y con toda la gente de sus galeras, con señera al viento salió con los del castillo, y parte de los cristianos y con los de Moàbia, contra los de Mistoua. Y los de Moàbia fueron derrotados, y En Jacme Castellar murió, y con él más de quinientos cristianos, lo que fue una gran desgracia y un gran desastre.

Y cuando los malvados de Mistoua hubieron conseguido esta victoria, se endiablaron y ensoberbecieron todavía más; y principalmente estaba como loco un traidor de Mistoua que era su jefe, llamado Alef. De modo que una vez alcanzada esta victoria, empezaron cada día a dar batalla y a guerrear contra el castillo y contra los de Moàbia, y aquel traidor pretendía apoderarse de toda la isla.

NOTAS

1009. Roberto I de Anjou-Sicilia el Prudente. Resulta curiosa la alianza entre el rey de Sicilia-Nápoles y el rey de Sicilia-Trinacria, después de tantas guerras pasadas entre ellos.

1010. Recordemos que por Romanía se entendía, en aquel momento, lo que en este momento conocemos como península balcánica más los territorios asiáticos del mediterráneo recién ocupados por los turcos.

1011. Correrías marítimas de piratería legalizadas por un documento (la patente de corso) y cuyos beneficios, una vez descontado el impuesto correspondiente quedaban en manos del comerciante que armaba dichos barcos.