Un cop desembarcats a Salou, Muntaner i la comitiva passen per Tarragona, on són rebuts pel bisbe, per Barcelona, on són rebut pel rei Jaume II, i fan camí cap a Perpinyà on els esperen la reina mare i la reina consort, avia i tia de l'infant Jaume, respectivament.
Atents a l'entrega del xiquet, tan solemne i notarialment incontestable com havia estat la rebuda a Sicília.
Acabat tot açò, torna a casa, a València, a passar Nadal.
Atents a l'entrega del xiquet, tan solemne i notarialment incontestable com havia estat la rebuda a Sicília.
Acabat tot açò, torna a casa, a València, a passar Nadal.
CCLXIX
Y una vez arribados a Salou, el arzobispo de Tarragona, llamado En Pere de Rocabertí, nos envió tantos caballos como necesitábamos, y nos hizo dar posada en el albergue de En Guanecs. Y luego, al cabo de pocos días, fuimos a Barcelona, donde encontramos al señor rey de Aragón, quien acogió excelentemente al señor infante, y lo quiso ver, y le hizo fiestas y lo bendijo. Y luego partimos, con lluvias y mal tiempo; pero yo ya había hecho construir un anda en la que llevaba al infante y a su nodriza, y así iban a su aire; y la había cubierto con tela encerada, y luego, encima con tela roja de oriente; y había dispuesto veinte hombres, que, por turnos, llevaban el anda a hombros. Y tardamos veintitrés días en ir desde Tarragona a Perpinyà. Y en Bàscara (1057) encontramos a fra Ramon Saguàrdia con diez hombres a caballo a quien madona la reina de Mallorca nos había enviado para que acompañasen al señor infante; y no se separaron de nosotros, ni él ni los cuatro ministros del señor rey que nos habían enviado, hasta que llegamos a Perpinyà.
Y al llegar a es Veló (1058), pasando el Tec (1059), salieron todos los hombres de es Veló, y los mejores tomaron el anda a hombros, y pasaron el río con el señor infante. Y aquella noche los cónsules y gran parte de los prohombres de Perpinyà, y caballeros, y todos cuantos pudieron, estuvieron con nosotros; y muchos más hubieran salido, pero el señor rey de Mallorca (1060) se encontraba en França. Y así entramos en la villa de Perpinyà, con gran honor que se nos hizo; y fuimos al castillo, donde se encontraba madona la reina, madre del señor rey de Mallorca (1061) y del señor infante En Ferrando, y madona la reina, esposa del señor rey de Mallorca (1062); y ambas, cuando vieron que subíamos al castillo, bajaron a la capilla del castillo.
Y llegando a la puerta del castillo, tomé en mis brazos al señor infante, y con gran fiesta lo llevé hasta la presencia de las reinas, que se sentaban juntas. Y Dios nos dé a todos tal gozo como el que sintió madona la reina su abuela al verlo tan gracioso y bueno, y con su cara sonriente y hermosa, y vestido de damasco dorado, manto catalán, abrigo de piel, y un hermoso gorro de la misma tela en la cabeza (1063). Y cuando llegué junto a las reinas me arrodillé y les besé las manos a cada una de ellas; e hice que el señor infante besara la mano a madona la reina su abuela. Y cuando le hubo besado la mano, ella quiso tomarlo en su brazos, y yo le dije:
- Madona, sea de vuestra gracia y merced y no os sepa mal: pero hasta que yo no me haya liberado de mis responsabilidades, vos no lo tendréis.
Y madona la reina se rió y dijo que le parecía correcto. Y yo le dije:
- Madona, ¿se encuentra aquí el lugarteniente del señor rey?
- Sèñer - dijo ella -, sí. Vedlo ahí. Y él se adelantó; y era lugarteniente, en aquellos tiempos, N'Huguet de Totzó. Y luego pregunté si estaba el alcalde, y el veguer y los cónsules de la villa de Perpinyà, y del mismo modo pregunté por los caballeros, y por todos cuantos hombres honrados había en Perpinyà. Y cuando todos estuvieron presentes, hice venir a las damas, y a las nodrizas, y a los caballeros y a los hijos de caballeros, y a la nodriza de monsèñer En Ferrando. Y en presencia de las damas reinas y de los otros, les pregunté tres veces si:
-¿Este infante que yo tengo en brazos, reconocéis que es el infante En Jacme, primogénito del señor infante En Ferrando de Mallorca, e hijo de madona Isabel, su esposa?
Y todos respondieron que sí. Y ésto dije por tres veces, y cada vez ellos me respondieron que sí, que verdaderamente era quien yo decía. Y cuando esto hube preguntado, dije al escribano que redactara carta. Y luego dije a madona la reina madre del señor infante En Ferrando:
- Madona, ¿vos creéis que este es el infante En Jacme, hijo del infante En Ferrando, vuestro hijo, engendrado en madona Isabel, su esposa?
Y ella respondió:
- Sèñer, sí.
Y del mismo modo lo repetí tres veces, y cada una de ellas me respondió que me tenía por bueno, leal, libre, y que me absolvía de cualquier cosa que yo le debiera a él y a su hijo. Y de esto también se redactó carta.
Y cuando todo esto acabó, entregué al señor infante En Jacme en buena hora. Y ella lo tomó, y lo besó más de diez veces; y luego madona la reina nuera lo tomó, y del mismo modo lo besó muchas veces; y luego lo recuperó madona la reina su abuela, y lo entregó a la dueña Na Perellona, que estaba cerca de ella. Y así partimos del castillo y fuimos a la posada donde yo debía alojarme, a saber, en casa de En Pere Batlle; y ésto fue por la mañana. Y luego de almorzar, fui al castillo y entregué las cartas que portaba del señor infante En Ferrando para madona la reina su madre, y las que portaba para el señor rey de Mallorca, y les entregué todos los mensajes que me habían sido encomendados.
¿Qué os diré? Quince días permanecí en Perpinyà, y cada día iba a ver al señor infante; tan gran añoranza tenía al separarme de él, que no sabía qué hacer. Y más tiempo hubiera permanecido si no hubiera sido por la fiesta de Navidad que se nos echaba encima; de modo que me despedí de madona la reina, y de madona la reina nuera, y de todos los de la corte; y pagué a todos cuanto me habían seguido; y devolví a madona N'Agnès d'Adri a su residencia, cerca de Banyoles. Y madona la reina se portó muy bien conmigo y con todos los otros. Y me fui a València, donde estaba mi residencia; llegando tres días antes de Navidad, sano y contento, por la gracia de Dios. Y no pasó mucho tiempo que el señor rey de Mallorca regresó de França, y sintió mucha alegría al conocer a su sobrino; y enseguida, como buen señor que era, dispuso su vida, con el consentimiento de madona la reina, en forma muy honrada tal como a hijo de rey le correspondía.
NOTAS
Y al llegar a es Veló (1058), pasando el Tec (1059), salieron todos los hombres de es Veló, y los mejores tomaron el anda a hombros, y pasaron el río con el señor infante. Y aquella noche los cónsules y gran parte de los prohombres de Perpinyà, y caballeros, y todos cuantos pudieron, estuvieron con nosotros; y muchos más hubieran salido, pero el señor rey de Mallorca (1060) se encontraba en França. Y así entramos en la villa de Perpinyà, con gran honor que se nos hizo; y fuimos al castillo, donde se encontraba madona la reina, madre del señor rey de Mallorca (1061) y del señor infante En Ferrando, y madona la reina, esposa del señor rey de Mallorca (1062); y ambas, cuando vieron que subíamos al castillo, bajaron a la capilla del castillo.
Y llegando a la puerta del castillo, tomé en mis brazos al señor infante, y con gran fiesta lo llevé hasta la presencia de las reinas, que se sentaban juntas. Y Dios nos dé a todos tal gozo como el que sintió madona la reina su abuela al verlo tan gracioso y bueno, y con su cara sonriente y hermosa, y vestido de damasco dorado, manto catalán, abrigo de piel, y un hermoso gorro de la misma tela en la cabeza (1063). Y cuando llegué junto a las reinas me arrodillé y les besé las manos a cada una de ellas; e hice que el señor infante besara la mano a madona la reina su abuela. Y cuando le hubo besado la mano, ella quiso tomarlo en su brazos, y yo le dije:
- Madona, sea de vuestra gracia y merced y no os sepa mal: pero hasta que yo no me haya liberado de mis responsabilidades, vos no lo tendréis.
Y madona la reina se rió y dijo que le parecía correcto. Y yo le dije:
- Madona, ¿se encuentra aquí el lugarteniente del señor rey?
- Sèñer - dijo ella -, sí. Vedlo ahí. Y él se adelantó; y era lugarteniente, en aquellos tiempos, N'Huguet de Totzó. Y luego pregunté si estaba el alcalde, y el veguer y los cónsules de la villa de Perpinyà, y del mismo modo pregunté por los caballeros, y por todos cuantos hombres honrados había en Perpinyà. Y cuando todos estuvieron presentes, hice venir a las damas, y a las nodrizas, y a los caballeros y a los hijos de caballeros, y a la nodriza de monsèñer En Ferrando. Y en presencia de las damas reinas y de los otros, les pregunté tres veces si:
-¿Este infante que yo tengo en brazos, reconocéis que es el infante En Jacme, primogénito del señor infante En Ferrando de Mallorca, e hijo de madona Isabel, su esposa?
Y todos respondieron que sí. Y ésto dije por tres veces, y cada vez ellos me respondieron que sí, que verdaderamente era quien yo decía. Y cuando esto hube preguntado, dije al escribano que redactara carta. Y luego dije a madona la reina madre del señor infante En Ferrando:
- Madona, ¿vos creéis que este es el infante En Jacme, hijo del infante En Ferrando, vuestro hijo, engendrado en madona Isabel, su esposa?
Y ella respondió:
- Sèñer, sí.
Y del mismo modo lo repetí tres veces, y cada una de ellas me respondió que me tenía por bueno, leal, libre, y que me absolvía de cualquier cosa que yo le debiera a él y a su hijo. Y de esto también se redactó carta.
Y cuando todo esto acabó, entregué al señor infante En Jacme en buena hora. Y ella lo tomó, y lo besó más de diez veces; y luego madona la reina nuera lo tomó, y del mismo modo lo besó muchas veces; y luego lo recuperó madona la reina su abuela, y lo entregó a la dueña Na Perellona, que estaba cerca de ella. Y así partimos del castillo y fuimos a la posada donde yo debía alojarme, a saber, en casa de En Pere Batlle; y ésto fue por la mañana. Y luego de almorzar, fui al castillo y entregué las cartas que portaba del señor infante En Ferrando para madona la reina su madre, y las que portaba para el señor rey de Mallorca, y les entregué todos los mensajes que me habían sido encomendados.
¿Qué os diré? Quince días permanecí en Perpinyà, y cada día iba a ver al señor infante; tan gran añoranza tenía al separarme de él, que no sabía qué hacer. Y más tiempo hubiera permanecido si no hubiera sido por la fiesta de Navidad que se nos echaba encima; de modo que me despedí de madona la reina, y de madona la reina nuera, y de todos los de la corte; y pagué a todos cuanto me habían seguido; y devolví a madona N'Agnès d'Adri a su residencia, cerca de Banyoles. Y madona la reina se portó muy bien conmigo y con todos los otros. Y me fui a València, donde estaba mi residencia; llegando tres días antes de Navidad, sano y contento, por la gracia de Dios. Y no pasó mucho tiempo que el señor rey de Mallorca regresó de França, y sintió mucha alegría al conocer a su sobrino; y enseguida, como buen señor que era, dispuso su vida, con el consentimiento de madona la reina, en forma muy honrada tal como a hijo de rey le correspondía.
NOTAS
1057. Bàscara. Municipio del Alt Empordà
1058. El Voló. Municipio del Rosselló. En francés Le Boulou.
1059. Rio Tec que desemboca entre Argelers (Argelès sur mer) i Sant Cebrià (Saint Cyprien)
1060. Sanç I de Mallorca, hermano del infante Ferran de Mallorca y tío, por tanto del pequeño huérfano (de madre) Jaume.
1061. Esclarmunda de Foix
1062. María de Nápoles, hija de Carlos II de Anjou, el Cojo, y hermana, por tanto del rey Robert de Nápoles-Sicilia en guerra permanente con Frederic de Sicilia y con su cuñado Ferran de Mallorca.
1063. La clásica barretina roja.
1 comentari:
Muchas gracias, Julio. Me ha encantado ese proceso de verificación de identidad. ;-)
Sahha.
Daniel.
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