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1 Libro = 1 Euro ~ Save The Children

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Charles Darwin quotation

Ignorance more frequently begets confidence than does knowledge: it is those who know little, and not those who know much, who so positively assert that this or that problem will never be solved by science

Jean-Baptiste Colbert quotation

L'art de l'imposition consiste à plumer l'oie pour obtenir le plus possible de plumes avec le moins possible de cris

Somebody quotation

El miedo es la via perfecta hacia el lado oscuro. El miedo lleva a Windows, Windows a la desesperacion, esta al odio hacia Bill Gates y ese odio lleva a LINUX

Vares Velles

Vares Velles
Al Tall

Això és Espanya (vara seguidilla) per Al Tall

dilluns, 8 de juny del 2009

Crònica de Ramon Muntaner (CCLXVIII)

Sicília, primer d'agost de 1315. Muntaner, amb tota la solemnitat deguda, embarca amb l'infant Jaume cap a Catalunya. Haurà d'esquivar l'estol enviat pel rei Robert amb l'ànim de capturar el fill de Ferran de Mallorca i obtenir així avantatge en la guerra del Peloponès.

Haurà també de suportar aquestes tronades i mals oratges que fan del Mediterrani un lloc imprevisible i perillós, contades vegades, és cert, però quan es produeixen, Déu n'hi dó.

Per fi, el dia de Tots Sants, primer de novembre, arriben a Salou, sans i estalvis.


CCLXVIII


Y habéis de saber que en cuanto el señor infante partió de Messina, fleté una nave de Barcelona que se encontraba fondeada en el puerto de Palerm, y que era propiedad de En Pere Desmont, para que acudiese a Messina, y de Messina a Catània. Y asimismo envié una mujer de linaje, muy buena dama, que era de Empordà, y se llamaba madona Agnès d'Adrí, y era viuda, y había llegado a Sicília acompañando a la noble madona Isabel de Cabrera, esposa del noble En Bernat de Sarrià; y había tenido veintidós hijos, y era muy devota y buena. Y acordé con la noble madona Isabel y con el mencionado noble que me la dejasen, para que yo le encomendase al señor infante En Jacme, hijo del señor infante En Ferrando. Y muy cortésmente me la dejaron, y yo le encomendé al señor infante, ya que me parecía que ella debería saber mucho de niños, ya que tantos había tenido, y además por su bondad y porque era de buen y honrado linaje. Y por otra parte, era una buena señora que también había servido en la casa del señor infante En Ferrando, ya que madona la reina de Mallorca se la envió tan pronto como supo que había tomado esposa. Y tras ella elegí a otras mujeres. Y el infante tenía buena nodriza muy bien dotada, que era de Catània, y que lo alimentaba muy graciosamente; pero aparte de ella, elegí otras dos, a las que embarqué en la nave con sus hijos, para que si una fallaba, las otras estuvieran listas; y por eso las embarqué con sus hijos, por si fueran necesarias.

Y así dispuse mi tripulación, y armé la nave muy bien; y dispuse ciento veinte hombres de armas, de linaje y otros; y embarqué todo cuanto nos era necesario, tanto de provisiones como de armamento. Y cuando tuve lista la nave en Messina, arribó una barca armada de Clarença, enviada por el señor infante al señor rey Frederic, en la que le hacía saber la gracia que Dios le había concedido; y también me lo enviaba a decir a mí, extensamente, para que yo se lo pudiese contar todo al señor rey de Mallorca y a madona la reina y a todos sus amigos; y me envió cartas para entregar a madona la reina su madre y al señor rey de Mallorca; y me hizo saber que deseaba que zarpase cuanto antes de Sicília. Y yo que ya estaba listo para zarpar, con mayor alegría zarpé todavía al enterarme de estas buenas nuevas. De modo que me dirigí por tierra hacia Catània, y ordené izar las velas, y que zarpara a la nave desde Messina, y le ordené que pusiese rumbo a Catània; y una vez llegado a Catània, a los pocos días arribó la nave, y yo hice embarcar a todo el mundo.

Y cuando llegó el momento de embarcar al señor infante, En Not de Novelles que había hecho reunir a todos cuantos caballeros catalanes y aragoneses y latinos había en Catània, y a todos los honrados ciudadanos; ante todos ellos dijo:

- Señores ¿reconocéis que éste es el infante En Jacme, hijo del infante En Ferrando e hijo de madona Isabel, su esposa?

Y todos dijeron que sí, que todos habían estado en el bautizo, y luego lo habían visto y conocido a menudo.

- Y estamos seguros de que es él.

Y una vez hecho esto el mencionado En Not levantó acta pública; y luego volvió a repetir las mismas palabras, y lo mismo le respondieron, e hizo levantar nueva carta. Y por fin lo entregó a mis manos y en mis brazos; y quiso recibir de mí otra carta en la que yo le liberara del juramento y homenaje que me había hecho, y en la que yo le otorgase haberlo recibido.

Y hecho todo esto lo llevé, en mis propios brazos, por toda la ciudad seguido de más de dos mil personas, y lo deposité en la nave. Y todos hicieron la señal de la cruz y lo bendijeron. Y aquel día llegó un ministro del señor rey a Catània, que portaba dos pares de vestiduras de damasco, con plumas multicolores que el señor rey enviaba al señor infante. Y así, zarpamos de Catània el primer día de agosto del año mil trescientos quince. Y al llegar a Tràpena recibí cartas para que me guardase de cuatro galeras que el rey Robert había armado contra mí, con intención de capturar a este infante, ya que pensaban que si lo capturaban, recuperarían la ciudad de Clarença. Y yo que lo supe, preparé mejor todavía la nave, e introduje mucho más armamento, y gentes y otras cosas.

Y partimos de Tràpena, y tuvimos tal tormenta, que hasta el día de Todos los Santos no pudimos tomar tierra en Catalunya. Y os prometo que fueron noventa y un días en los que en ningún momento, ni el infante, ni yo, ni mujer alguna, bajó a tierra. Y así estuvimos veintidós días en la isla de Sent Pere ; y nos reunimos veinticuatro naves, entre catalanes y genoveses, y todos juntos zarpamos de la isla de Sent Pere, ya que todos llevábamos rumbo a poniente. Y sufrimos tan gran tempestad, que siete naves se perdieron, y nosotros y los otros estuvimos en gran aprieto. Sin embargo plugo a Dios que el día de Todos los Santos tomásemos tierra en el puerto de Salou; y en ningún momento el mar nos hizo daño ni al infante ni a mí, ni se me cayó de los brazos mientras duró la tempestad, ni de día ni de noche, aunque yo había de sostenerlo mientras mamaba, ya que la nodriza no podía sentarse de tanto mareo como le causaba el temporal, a ella y al resto de mujeres.


NOTAS


1056. Isola di San Pietro al sudoeste de Cerdeña