Vespra de Nadal de 1286. Les tropes es troben acantonades a Mallorca a l'espera de l'ordre d'invasió de Menorca.
Aquí Muntaner ens narra un miracle molt medieval, el del càstig i perdó (a través de la marededéu) d'un descregut que, públicament, trenca el dejú de la nit de Nadal.
La cosa més curiosa, des del meu punt de vista, és que ens diu que ell l'ha presenciat en persona. Clar que jo sóc segurament massa escèptic. I allò eren uns altres temps.
Aquí Muntaner ens narra un miracle molt medieval, el del càstig i perdó (a través de la marededéu) d'un descregut que, públicament, trenca el dejú de la nit de Nadal.
La cosa més curiosa, des del meu punt de vista, és que ens diu que ell l'ha presenciat en persona. Clar que jo sóc segurament massa escèptic. I allò eren uns altres temps.
CLXXI
Es verdad que en una compañía había veinte almogávares que eran de Segorb (760) y sus alrededores, y se alojaban en el pórtico de Sent Nicolau de Portopí. Y la víspera de Navidad diez de ellos salieron a conseguir carne para la comida del día de Navidad; y trajeron cuatro corderos, y los hicieron matar, y, una vez muertos, los colgaron en el pórtico. Y uno de los compañeros, que era de Segorb, había jugado y perdido; y con la rabia que traía encima, cogió un cuarto de cordero, y lo ensartó en el asador. Y es costumbre de los catalanes que normalmente todos ayunen la víspera de Navidad, y no coman hasta la noche; de modo que aquellos almogávares habían ido a conseguir coles, pescado y frutas para comer. Y a la noche, cuando llegaron a la citada posada del pórtico de Sent Nicolau de Portopí, vieron en el fuego que iban a utilizar para comer, el cuarto de cordero al ast, y se asombraron y se irritaron mucho, y dijeron:
-¿Quién es el que ha puesto al fuego el cuarto de cordero?
Y el de Segorb les respondió que él era quien lo había hecho.
- Y ¿por qué lo habéis hecho?
- Porque esta noche quiero comer carne, en deshonor de la fiesta de mañana
Y le reprendieron mucho, aunque confiaban en que no haría lo que decía; y así prepararon su cena, y se sentaron a la mesa. Y aquel tomó un mantelito y se sentó al otro lado del fuego; y se puso la servilleta y todo el mundo empezó a reír y a hacer broma, ya que creían que no iba en serio. Y cuando se hubieron sentado, empezaron a comer, y aquel tomó su cuarto de cordero, y se lo puso delante, y cortó la carne, y dijo:
- Yo quiero comer de esta carne, en deshonor de la fiesta de esta noche y de la de mañana.
Y al primer trozo que se puso en la boca, tuvo la visión de un hombre tan grande, que con la cabeza tocaba el techo del pórtico, quien le dio tal revés con la mano, que lo tumbó lleno de ceniza. Y gritó, desde el suelo:
- Santa María, val! (761)-, tres veces.
Y quedó postrado igual que si estuviera muerto, con sus miembros inertes, y con la vista perdida. Y los compañeros lo levantaron, y lo pusieron sobre una manta, y permaneció como muerto hasta la medianoche. Y cuando cantó el gallo, recobró la palabra, y pidió confesión; y el clérigo de la iglesia del citado lugar de Sent Nicolau, acudió, y tomó su confesión muy devotamente. Y el día de Navidad por la mañana, a sus ruegos y petición, lo llevaron a la iglesia de madona Santa María, de Mallorca; e hizo que lo depositaran ante el altar, y todo el mundo iba a contemplarlo. Y se encontraba tan débil, que no podía mover ningún miembro, y había perdido totalmente la vista. Y llorando, rogaba al pueblo que rezasen por él, y ante todo el mundo manifestaba sus pecados y sus faltas, con gran contrición y dolor, de modo que todos los hombres y mujeres sentían gran piedad. Y se ordenó que todos los días se rezase "Salve Regina" en la citada iglesia, que es la catedral, hasta que muriese o se curase. ¿Qué más os podría decir? Que esto duró hasta el día de la Epifanía (762), y el día de la Epifanía, la catedral se llenó de gente, y cuando el predicador hubo dicho su sermón, rogó al pueblo que todos pidiesen a madona santa María que rogase a su bendito y querido hijo para que en este día bendito mostrase sus milagros sobre aquel pecador, y que todos se arrodillasen, y los clérigos cantarían "Salve Regina". Y todos lo hicieron de buena gana; y en cuanto comenzaron a cantar "Salve Regina", el hombre lanzó un gran grito, y todos sus miembros, se salieron de su sitio, de modo que lo tenían que sujetar entre seis sacerdotes; y cuando acabó la "Salve Regina", en presencia de todo el mundo, con un gran crujido que dieron todos los huesos que tenía, recobró la vista y la movilidad de sus miembros; y sus miembros volvieron todos a su sitio, en perfecto estado. Y así él y todo el pueblo dieron grandes gracias a Dios por el hermoso milagro que Dios y madona santa María les había mostrado aquel día. Y así el buen hombre se marchó sano y entero.
Por lo que todos los que oigáis estos milagros, creedlos, puesto que ocurrieron de un modo manifiesto y público. Y sacad provecho, y temed el poder de Dios, y esforzaos en obrar bien; y guardaos de hacer nada contra el nombre de Dios ni de palabra ni de hecho, ni contra el nombre de madona santa María ni el de sus benditos santos y santas, ni contra las fiestas que manda la santa Iglesia.
Ahora volveré a hablaros del señor rey de Aragó.
NOTAS
-¿Quién es el que ha puesto al fuego el cuarto de cordero?
Y el de Segorb les respondió que él era quien lo había hecho.
- Y ¿por qué lo habéis hecho?
- Porque esta noche quiero comer carne, en deshonor de la fiesta de mañana
Y le reprendieron mucho, aunque confiaban en que no haría lo que decía; y así prepararon su cena, y se sentaron a la mesa. Y aquel tomó un mantelito y se sentó al otro lado del fuego; y se puso la servilleta y todo el mundo empezó a reír y a hacer broma, ya que creían que no iba en serio. Y cuando se hubieron sentado, empezaron a comer, y aquel tomó su cuarto de cordero, y se lo puso delante, y cortó la carne, y dijo:
- Yo quiero comer de esta carne, en deshonor de la fiesta de esta noche y de la de mañana.
Y al primer trozo que se puso en la boca, tuvo la visión de un hombre tan grande, que con la cabeza tocaba el techo del pórtico, quien le dio tal revés con la mano, que lo tumbó lleno de ceniza. Y gritó, desde el suelo:
- Santa María, val! (761)-, tres veces.
Y quedó postrado igual que si estuviera muerto, con sus miembros inertes, y con la vista perdida. Y los compañeros lo levantaron, y lo pusieron sobre una manta, y permaneció como muerto hasta la medianoche. Y cuando cantó el gallo, recobró la palabra, y pidió confesión; y el clérigo de la iglesia del citado lugar de Sent Nicolau, acudió, y tomó su confesión muy devotamente. Y el día de Navidad por la mañana, a sus ruegos y petición, lo llevaron a la iglesia de madona Santa María, de Mallorca; e hizo que lo depositaran ante el altar, y todo el mundo iba a contemplarlo. Y se encontraba tan débil, que no podía mover ningún miembro, y había perdido totalmente la vista. Y llorando, rogaba al pueblo que rezasen por él, y ante todo el mundo manifestaba sus pecados y sus faltas, con gran contrición y dolor, de modo que todos los hombres y mujeres sentían gran piedad. Y se ordenó que todos los días se rezase "Salve Regina" en la citada iglesia, que es la catedral, hasta que muriese o se curase. ¿Qué más os podría decir? Que esto duró hasta el día de la Epifanía (762), y el día de la Epifanía, la catedral se llenó de gente, y cuando el predicador hubo dicho su sermón, rogó al pueblo que todos pidiesen a madona santa María que rogase a su bendito y querido hijo para que en este día bendito mostrase sus milagros sobre aquel pecador, y que todos se arrodillasen, y los clérigos cantarían "Salve Regina". Y todos lo hicieron de buena gana; y en cuanto comenzaron a cantar "Salve Regina", el hombre lanzó un gran grito, y todos sus miembros, se salieron de su sitio, de modo que lo tenían que sujetar entre seis sacerdotes; y cuando acabó la "Salve Regina", en presencia de todo el mundo, con un gran crujido que dieron todos los huesos que tenía, recobró la vista y la movilidad de sus miembros; y sus miembros volvieron todos a su sitio, en perfecto estado. Y así él y todo el pueblo dieron grandes gracias a Dios por el hermoso milagro que Dios y madona santa María les había mostrado aquel día. Y así el buen hombre se marchó sano y entero.
Por lo que todos los que oigáis estos milagros, creedlos, puesto que ocurrieron de un modo manifiesto y público. Y sacad provecho, y temed el poder de Dios, y esforzaos en obrar bien; y guardaos de hacer nada contra el nombre de Dios ni de palabra ni de hecho, ni contra el nombre de madona santa María ni el de sus benditos santos y santas, ni contra las fiestas que manda la santa Iglesia.
Ahora volveré a hablaros del señor rey de Aragó.
NOTAS
760. Segorbe. Alt Palància. Castellón de la Plana.
761. ¡Santa María me valga!
762. Dia 6 de enero o día de Reyes.
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