Havent enviat tres dels seus fills, (segon, tercer i quart) d'acord amb els pactes a Alfons el Franc d'Aragó, Carles el Coix retorna a Sicília, per tal d'ajudar el seu primogènit Carles Martell en la guerra contra Frederic II de Sicília.
Defensa aferrissada de Gaeta, recordem que assetjada per les tropes de Roger de Llòria i les de Frederic de Sicília.
Defensa aferrissada de Gaeta, recordem que assetjada per les tropes de Roger de Llòria i les de Frederic de Sicília.
CLXIX
Tres de sus hijos residían En Marsella, a saber: monsèñer En Lluís (754), que era el mayor después del rey Martell (755); y monsèñer En Robert (756), que venía después de monsèñer En Lluís; y monsèñer En Ramon Berenguer (757), que era el cuarto hijo que tenía. Y envió a Barcelona a estos tres hijos, con otros veinte hijos de hombres nobles de Proença al señor rey de Aragó, para que los mantuviese prisioneros en su lugar. Y el señor rey de Aragón los recibió y los envió a Siurana (758), donde fueron hospedados de igual modo que si del rey Carles se tratara.
Y una vez hubo cumplido con esto, el rey Carles fue a França, y se vio con el rey de França, y le solicitó ayuda de caballería, ya que había oído decir que el señor rey de Sicília tenía sitiada Gaieta. Y el rey de França le dio todo el socorro y ayuda que él le solicitaba, tanto de gente como de dinero. De modo que partió de França con gran caballería y fue a Roma, ante el papa, e igualmente le solicitó ayuda; y el papa le dio tanta como pidió. Y con todo este ejército acudió a Gaieta acompañado de su hijo Carles Martell, que era su primogénito, con un gran ejército; y eran tanta gente que no se podían contar. A pesar de esto, podéis estar seguros que el señor rey de Sicilia, si el almirante y los otros barones que con él estaban se lo hubiesen consentido, bien cierto que les hubiera entablado batalla; pero no se lo consintieron de ninguna forma, sino que se atrincheraron muy bien en el sitio donde estaban. Y el rey Carles sitió al rey de Sicília que a su vez seguía manteniendo el cerco; y esta situación no figura en ninguna leyenda; ya que el rey de Sicília tenía sitiada la ciudad de Gaieta, y le disparaba con trabucos, y del mismo modo la ciudad disparaba con trabucos contra el campamento del rey de Sicília; y tras esto llegó el rey Carles, el cual sitió el cerco del rey de Sicília, y disparaba sus trabucos hacia dicho campamento, y desde las filas del rey de Sicília, del mismo modo disparaban contra el asedio del rey Carles. Y de esta forma hubierais podido ver cada día lances de armas que el rey de Sicília y sus gentes hacían contra los de la ciudad y contra la hueste del rey Carles, que eran asombrosos.
¿Qué os diré? Está situación se prolongó largo tiempo, con lo que el rey Carles entendió que esto le suponía un gran daño, y que, de todos modos, al fin el rey de Sicília tomaría la ciudad, y que si tomaba la ciudad, todo Principat y tierra de Llavor se perdería; por lo que requirió treguas al rey de Sicília, y le envió sus mensajeros al campamento sitiador, haciéndole saber mediante carta, que lo requería a treguas por un tiempo, ya que estaba guerreando con él y lo tenía sitiado contra su conciencia, puesto que había prometido y jurado al señor rey de Aragó, que, en cuanto se encontrara libre y fuera de la cárcel, trataría en todo lo posible de que "entre nos hubiese paz y buen amor"; y tal como lo había prometido, estaba dispuesto a cumplirlo, si Dios le conservaba la vida; y que la paz se negociaría mucho mejor estando en tregua que en guerra. Y el señor rey de Sicília oyó la carta que le había enviado el rey Carles, y entendió que era verdad todo lo que decía, y además, conociendo la gran bondad del rey Carles, estaba seguro de que se negociaría la paz y la amistad; por lo que consintió la tregua. Y de este modo se otorgaron las treguas con las siguientes capitulaciones: que el rey Carles se marchase, y el rey de Sicília, una vez que el rey Carles se hubiese marchado con toda su gente, el señor rey de Sicília embarcaría con toda su gente y con todo el armamento con el que mantenía el cerco. Y así se cumplió, que el rey Carles se marchó a Nàpols con toda su hueste, y el rey de Sicília regresó a Messina, donde se le hizo gran fiesta, y el almirante desarmó las galeras. Y luego el señor rey de Sicília fue visitando toda Calabria, y el almirante con él. Y empezaron a divertirse y a cazar; y mantuvieron toda su tierra en gran paz y justicia.
Ahora dejaré de hablar de ellos, y volveré a hablar del señor rey de Aragó.
NOTAS
Y una vez hubo cumplido con esto, el rey Carles fue a França, y se vio con el rey de França, y le solicitó ayuda de caballería, ya que había oído decir que el señor rey de Sicília tenía sitiada Gaieta. Y el rey de França le dio todo el socorro y ayuda que él le solicitaba, tanto de gente como de dinero. De modo que partió de França con gran caballería y fue a Roma, ante el papa, e igualmente le solicitó ayuda; y el papa le dio tanta como pidió. Y con todo este ejército acudió a Gaieta acompañado de su hijo Carles Martell, que era su primogénito, con un gran ejército; y eran tanta gente que no se podían contar. A pesar de esto, podéis estar seguros que el señor rey de Sicilia, si el almirante y los otros barones que con él estaban se lo hubiesen consentido, bien cierto que les hubiera entablado batalla; pero no se lo consintieron de ninguna forma, sino que se atrincheraron muy bien en el sitio donde estaban. Y el rey Carles sitió al rey de Sicília que a su vez seguía manteniendo el cerco; y esta situación no figura en ninguna leyenda; ya que el rey de Sicília tenía sitiada la ciudad de Gaieta, y le disparaba con trabucos, y del mismo modo la ciudad disparaba con trabucos contra el campamento del rey de Sicília; y tras esto llegó el rey Carles, el cual sitió el cerco del rey de Sicília, y disparaba sus trabucos hacia dicho campamento, y desde las filas del rey de Sicília, del mismo modo disparaban contra el asedio del rey Carles. Y de esta forma hubierais podido ver cada día lances de armas que el rey de Sicília y sus gentes hacían contra los de la ciudad y contra la hueste del rey Carles, que eran asombrosos.
¿Qué os diré? Está situación se prolongó largo tiempo, con lo que el rey Carles entendió que esto le suponía un gran daño, y que, de todos modos, al fin el rey de Sicília tomaría la ciudad, y que si tomaba la ciudad, todo Principat y tierra de Llavor se perdería; por lo que requirió treguas al rey de Sicília, y le envió sus mensajeros al campamento sitiador, haciéndole saber mediante carta, que lo requería a treguas por un tiempo, ya que estaba guerreando con él y lo tenía sitiado contra su conciencia, puesto que había prometido y jurado al señor rey de Aragó, que, en cuanto se encontrara libre y fuera de la cárcel, trataría en todo lo posible de que "entre nos hubiese paz y buen amor"; y tal como lo había prometido, estaba dispuesto a cumplirlo, si Dios le conservaba la vida; y que la paz se negociaría mucho mejor estando en tregua que en guerra. Y el señor rey de Sicília oyó la carta que le había enviado el rey Carles, y entendió que era verdad todo lo que decía, y además, conociendo la gran bondad del rey Carles, estaba seguro de que se negociaría la paz y la amistad; por lo que consintió la tregua. Y de este modo se otorgaron las treguas con las siguientes capitulaciones: que el rey Carles se marchase, y el rey de Sicília, una vez que el rey Carles se hubiese marchado con toda su gente, el señor rey de Sicília embarcaría con toda su gente y con todo el armamento con el que mantenía el cerco. Y así se cumplió, que el rey Carles se marchó a Nàpols con toda su hueste, y el rey de Sicília regresó a Messina, donde se le hizo gran fiesta, y el almirante desarmó las galeras. Y luego el señor rey de Sicília fue visitando toda Calabria, y el almirante con él. Y empezaron a divertirse y a cazar; y mantuvieron toda su tierra en gran paz y justicia.
Ahora dejaré de hablar de ellos, y volveré a hablar del señor rey de Aragó.
NOTAS
754. Luís de Anjou. Renunció a sus derechos dinásticos para hacerse fraile franciscano. Llegó a obispo de Toulouse, donde murió.
755. Carlos I Martel, rey de Hungría. Hijo varón primogénito de Carlos II de Anjou, rey de Nápoles. Acabaría siendo pretendiente al trono de Hungría.
756. Roberto I, rey de Nápoles y conde de Provenza.
757. Ramón Berenguer, conde de Provenza.
758. Siurana d'Empordà. Alt Empordà. Había un castillo, hoy en ruinas.
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