En aquest capítol, Muntaner ens presenta un nou personatge d'una importància cabdal en aquesta crònica: Roger de Flor.
Com podreu comprovar, malgrat la fervent admiració del cronista, ens trobem amb un ambiciós cavaller de fortuna expulsat de l'ordre del Temple per robatori, i que, en ser rebutjats els seus serveis pels francesos, s'oferirà a lluitar al costat del rei Frederic de Sicília, qui sí que l'acceptarà sense dubtar-ho.
La seua aportació a la guerra en Sicília, precipitarà la pau al territori, amb un nou tractat, el de Caltabellotta, i com a conseqüència d'aquesta pau, l'expedició catalana a Grècia de la que el nostre cronista serà un testimoni excepcional a primera línia.
I com a mostra de que realment era un corsari que no respectava ni als aliats, aquest paràgraf del final del capítol:
"e tot ço q trobaua damichs e danemichs, q fos moneda, o bona roba, q pogues metre en les galees ell prenia, e als amichs ell feya carta de deute e deyalos que com pau seria qls pagaria"
Però no adelantem fets.
Com podreu comprovar, malgrat la fervent admiració del cronista, ens trobem amb un ambiciós cavaller de fortuna expulsat de l'ordre del Temple per robatori, i que, en ser rebutjats els seus serveis pels francesos, s'oferirà a lluitar al costat del rei Frederic de Sicília, qui sí que l'acceptarà sense dubtar-ho.
La seua aportació a la guerra en Sicília, precipitarà la pau al territori, amb un nou tractat, el de Caltabellotta, i com a conseqüència d'aquesta pau, l'expedició catalana a Grècia de la que el nostre cronista serà un testimoni excepcional a primera línia.
I com a mostra de que realment era un corsari que no respectava ni als aliats, aquest paràgraf del final del capítol:
"e tot ço q trobaua damichs e danemichs, q fos moneda, o bona roba, q pogues metre en les galees ell prenia, e als amichs ell feya carta de deute e deyalos que com pau seria qls pagaria"
Però no adelantem fets.
CXCIV
Ocurrió que el emperador Frederic (821) tuvo un halconero que era alemán, llamado Ritxart de Flor, que era muy agradable. Y le desposó, en la ciudad de Brandis, con una doncella hija de un hombre honrado de la ciudad, que era ricohombre; así que entre lo que el emperador le concedió y lo que obtuvo de dote de su esposa, se convirtió en un gran ricohombre. Y de esta esposa tuvo dos hijos: el mayor se llamó Jàcomo de Flor, y el menor, Roger de Flor (822). Y en la época que Corralí (823) llegó al reino, el mayor de estos no había cumplido todavía cuatro años, y Roger no tenía más de un año; y su padre era bueno en armas, y quiso participar en la batalla de Corralí contra el rey Carles, encontrando en ésta la muerte. Y una vez el rey Carles conquistó el reino, tomó posesión de todo cuanto perteneciese a cualquiera que hubiese sido de la familia del emperador, o del rey Manfré, por lo que a estos niños ni a su madre no les quedó sino lo que la madre había aportado como dote, que de todo lo otro fueron desposeídos.
Y en aquella época las naves de las órdenes militares se dirigían a Brandis, donde acudían a hibernar las de Polla que querían sacar del reino peregrinos o viandas. Y todas las órdenes (824) poseían grandes heredades, en Brandis, y Polla, y por todo el reino. Y así las naves que hibernaban en Brandis, cargaban por la primavera, para ir a Acre, con peregrinos, y aceite, y vino, y grasa y trigo. Y es bien cierto que es el lugar más apropiado para el tránsito hacia Oltramar (825) que poseen los cristianos, y que es la tierra más abundante de toda gracia; y está muy cerca de Roma, y es el mejor puerto del mundo; y la ciudad es bella, a la orilla del puerto, y sus casas están casi dentro del mar.
Y transcurrido un tiempo, cuando este mozo Roger cumplió los ocho años, sucedió que un prohombre del Temple que era hermano sargento, llamado hermano Vassall, nativo de Marsella, y comendador de una nave del Temple, buen marinero él, vino a pasar el invierno en Brandis, con su nave, y la puso en dique seco, y la mandó reparar. Y mientras hacía reparar la nave, el mozo Rogeró (826) andaba por la nave y por las jarcias (827), igual que un grumete, muy ligero; y cada día estaba con ellos, ya que el albergue de su madre se encontraba cerca de donde se estaba reparando la nave. Y aquel prohombre, hermano Vassall, se encariñó tanto con este mozalbete Rogeró, que lo amaba como si fuese su hijo; y le pidió a su madre, y le dijo, que si se lo confiaba, haría todo lo posible para que fuese un buen hombre en el Temple; y la madre, como lo consideraba un prohombre, se lo entregó muy a gusto, y él lo recibió. Y así se convirtió en el más experto mozo en el mar, que hacía cosas asombrosas encaramándose a los palos, y en todo lo otro, de forma que, con quince años ya era considerado uno de los mejores marineros del mundo, por su talante y por sus conocimientos de marinería; y así, aquel prohombre, fra Vassall, le dejaba disponer de la nave a voluntad.
Y el maestre del Temple, que lo vio tan bravo y bueno, le invistió el hábito y lo nombró hermano sargento del Temple. Y al poco tiempo de haber sido hecho hermano, el Temple compró la mayor nave genovesa que se había construido en aquella época, y que se llamaba "lo Falcó (828)", y se la entregó a fra Roger de Flor. Y navegó con esta nave mucho tiempo, de forma muy sabia, y con gran valor, tanto que el Temple cuando éste se encontraba en Acre (829), prefería su nave a las otras; ya que este hermano Roger fue el más grande hombre que nunca naciera, que sólo se podía comparar con el joven rey; y todo cuanto ganaba, lo repartía y entregaba a los honrados caballeros del Temple y a muchos amigos que de este modo se sabía ganar.
Y en aquel tiempo se perdió Acre, y él se encontraba con su nave en el puerto de Acre, y sacó de allí mujeres y doncellas, con mucho tesoro y muy buena gente. Y luego del mismo modo rescató a mucha gente de Muntperegrí (830), de forma que en aquel viaje ganó un enorme tesoro. Y cuando hizo desarmar, dio gran parte al maestre y a todos los que tenían poder en el Temple. Y una vez hecho esto, algunos envidiosos lo acusaron al maestre, diciendo que poseía un gran tesoro que le había quedado de su actuación en Acre; así que el maestre le confiscó toda cuanta ropa le encontró, y además quiso prenderlo en persona. Y él que lo supo abandonó la nave en el puerto de Marsella, y fue a Génova; encontrando allí a misser Tisí d'Òria y a otros amigos a quienes había sabido ganarse con sus dádivas anteriores, y les pidió prestado dinero con el que compró una buena galera llamada "l'Oliveta", y la armó muy bien.
Y con esta galera se dirigió a Catània, a la presencia del duque (831), al que le ofreció sus servicios y su galera, para la guerra. Pero el duque no lo acogió bien, ni de palabras ni de hechos; de modo que permaneció allí tres días sin obtener respuesta. Y al cuarto día volvió a presentarse ante él y le dijo:
- Señor, veo que no os place que yo entre a vuestro servicio, por lo que os encomiendo a Dios, e iré a buscar otro señor a quien le plazca.
Y el duque le respondió que marchara en buena hora. E inmediatamente él se embarcó, y se dirigió a Messina, donde encontró al señor rey Frederic; y se presentó ante él, y se le ofreció tal como había hecho con el duque. Y el señor rey lo acogió muy graciosamente y le dio las gracias por su oferta, y enseguida lo hizo de su corte, y le asignó una buena y honrada paga. Y él le prestó homenaje, él y todos los que con él habían venido.
Y fra Roger, que hubo visto la buena y honrada acogida que el señor rey le había hecho, se tuvo por muy satisfecho. Y en cuanto hubo permanecido ocho días con el señor rey y hubo refrescado a toda su gente, se despidió del señor rey y puso rumbo a Polla (832); y capturó una nave cargada de viandas, del rey Carles, que iba a Catània al duque, y puso tripulación de su compañía en la nave, y trasladó a los de la nave a la galera, y envió la nave, que era de tres cubiertas, a Saragossa, cargada con trigo y toda suerte de viandas. Y luego capturó diez taridas, también cargadas de viandas, que el rey Carles enviaba al duque; y con estas taridas, navegó hasta Saragossa, donde tenían gran necesidad de comida; y con la galera envió también comida al castillo de Agosta. ¿Qué os diré? Que abasteció Saragossa con los frutos de aquella batalla, y el castillo de Agosta (833), y Lentí (834), y todos los otros lugares que acataban al señor rey, en los alrededores de Saragossa, como era Vola (835) y otros lugares. Y empezó a vender la comida en el gran mercado de Saragossa, y envió también comida a Messina. Y con el dinero obtenido pagaba a los soldados que guarnecían los castillos de Saragossa, y la ciudad, y Agosta, y Lentí y los otros lugares; de modo que pagó a todo el mundo, a unos con dinero y a otros con víveres, el sueldo de seis meses; y así lo arregló todo. Y cuando hubo hecho esto, todavía le sobró botín, ya que había conseguido unas veinte mil onzas; y se acercó a Messina, y envió al señor rey mil onzas en bellos carlinos (836), y pagó a los soldados que estaban con el conde d'Esquilaix en Rejo (837), y en Calana (838), y en la Mota (839), y en el castillo de Santa Ágata (840), y en Pendedàtil (841), y en l'Amandolea (842), y en Giraix (843), tanto en dinero como en víveres, igualmente por seis meses.
Y luego armó enseguida cuatro galeras, aparte de la suya, que tomó de las atarazanas. Y cuando hubo armado las galeras, tomó el rumbo de Polla otra vez, y capturó en Otrento la nave de En Berenguer Samuntada, de Barcelona, que iba cargada de trigo del rey Carles (gran nave de tres cubiertas que el rey Carles enviaba a Catània), y la tripuló con su gente, y la envió a Messina. Y entregó gran riqueza a la ciudad, con otras naves y leños que capturó y envió asimismo cargados de víveres, más de treinta velas en total; así que fue una infinidad lo que él ganó y el bien que hizo a Messina, y a Rèjol y a toda la región, lo que fue una maravilla.
Y cuando hubo hecho todo esto, compró cincuenta buenas caballerías, y las montó con escuderos catalanes y aragoneses que recibió en su compañía, y metió diez caballeros catalanes y aragoneses en su albergue. Y fue con mucho dinero a donde estaba el señor rey, y lo encontró en Plaça (844); y allí él le entregó más de mil onzas en dinero, y otras que dio a don Blasco y a En Guillem Galceran, y a En Berenguer d'Entença sobre todo, con los que hizo tal amistad, que se hicieron hermanos, y en lo sucesivo lo que ellos obtuvieron fue común para todos. ¿Qué os diré? No hubo ricohombre, ni caballero que no aceptase sus regalos. Y en todos los castillos a los que llegaba, él pagaba a los soldados sueldo de seis meses; y así fortaleció al señor rey, y refrescó de tal forma a su gente, que hizo que cada uno valiera por dos.
Y el señor rey, habiendo comprobado su bondad, lo nombró vicealmirante de Sicília, y de su consejo, y le entregó el castillo de Trip (845), y el castillo de la Licata (846) y las rentas de Malta. Y fra Roger, que vio el honor que el señor le hacía, dejó su compañía de caballería con el señor rey, y dejó como jefes a dos caballeros, llamado uno En Berenguer de Mont-roig, y el otro misser Roger de la Macina, y les dejó dinero para sus gastos. Y se despidió del señor rey y se acercó a Messina; y armó cinco galeras y un leño, y empezó a correr todo el Principat, y Playa Romana, y la ribera de Pisa, y de Génova, y de Proença, y Catalunya, y Espanya y Barbaría. Y todo cuanto que encontraba, tanto de amigos como de enemigos, que supusiese dinero y buena ropa y que pudiese embarcar en sus galeras, él lo tomaba; y a las naves amigas les entregaba una carta de débito, y les decía que en cuanto llegara la paz, les pagaría; y en cuanto a los enemigos, capturaba igualmente, todo cuanto llevaban, aunque les respetaba los leños y las vidas, que a nadie le infligía daño en su persona, de modo que todo el mundo se separaba satisfecho de él. Y en aquel viaje ganó un sin fin de oro, y de plata, y de buenas ropas, tanto que casi no podía transportarlo todo en sus galeras; y regresó a Sicília con dicho botín, adonde todos los soldados, tanto de a caballo como de a pie, lo esperaban como los judíos hacen con el Mesías.
Y cuando llegó a Tràpena, oyó decir que el duque había venido contra Messina, y que la tenía sitiada por mar; de modo que fue a Saragossa, donde desarmó. Y si los soldados siempre lo esperaban con gran confianza, él los empezó a socorrer, que a todo el que encontraba, tanto de a caballo, como de a pie, como guardias de castillos, tanto en Sicília como en Calabria, les pagó sueldo de seis meses, así que todos los soldados estaban tan contentos que uno valía más de lo que solían valer dos. Y acto seguido hizo acudir a su compañía, a la que pagó del mismo modo; y envió al señor rey gran refresco de dinero, y a todos los ricoshombre.
NOTAS
Y en aquella época las naves de las órdenes militares se dirigían a Brandis, donde acudían a hibernar las de Polla que querían sacar del reino peregrinos o viandas. Y todas las órdenes (824) poseían grandes heredades, en Brandis, y Polla, y por todo el reino. Y así las naves que hibernaban en Brandis, cargaban por la primavera, para ir a Acre, con peregrinos, y aceite, y vino, y grasa y trigo. Y es bien cierto que es el lugar más apropiado para el tránsito hacia Oltramar (825) que poseen los cristianos, y que es la tierra más abundante de toda gracia; y está muy cerca de Roma, y es el mejor puerto del mundo; y la ciudad es bella, a la orilla del puerto, y sus casas están casi dentro del mar.
Y transcurrido un tiempo, cuando este mozo Roger cumplió los ocho años, sucedió que un prohombre del Temple que era hermano sargento, llamado hermano Vassall, nativo de Marsella, y comendador de una nave del Temple, buen marinero él, vino a pasar el invierno en Brandis, con su nave, y la puso en dique seco, y la mandó reparar. Y mientras hacía reparar la nave, el mozo Rogeró (826) andaba por la nave y por las jarcias (827), igual que un grumete, muy ligero; y cada día estaba con ellos, ya que el albergue de su madre se encontraba cerca de donde se estaba reparando la nave. Y aquel prohombre, hermano Vassall, se encariñó tanto con este mozalbete Rogeró, que lo amaba como si fuese su hijo; y le pidió a su madre, y le dijo, que si se lo confiaba, haría todo lo posible para que fuese un buen hombre en el Temple; y la madre, como lo consideraba un prohombre, se lo entregó muy a gusto, y él lo recibió. Y así se convirtió en el más experto mozo en el mar, que hacía cosas asombrosas encaramándose a los palos, y en todo lo otro, de forma que, con quince años ya era considerado uno de los mejores marineros del mundo, por su talante y por sus conocimientos de marinería; y así, aquel prohombre, fra Vassall, le dejaba disponer de la nave a voluntad.
Y el maestre del Temple, que lo vio tan bravo y bueno, le invistió el hábito y lo nombró hermano sargento del Temple. Y al poco tiempo de haber sido hecho hermano, el Temple compró la mayor nave genovesa que se había construido en aquella época, y que se llamaba "lo Falcó (828)", y se la entregó a fra Roger de Flor. Y navegó con esta nave mucho tiempo, de forma muy sabia, y con gran valor, tanto que el Temple cuando éste se encontraba en Acre (829), prefería su nave a las otras; ya que este hermano Roger fue el más grande hombre que nunca naciera, que sólo se podía comparar con el joven rey; y todo cuanto ganaba, lo repartía y entregaba a los honrados caballeros del Temple y a muchos amigos que de este modo se sabía ganar.
Y en aquel tiempo se perdió Acre, y él se encontraba con su nave en el puerto de Acre, y sacó de allí mujeres y doncellas, con mucho tesoro y muy buena gente. Y luego del mismo modo rescató a mucha gente de Muntperegrí (830), de forma que en aquel viaje ganó un enorme tesoro. Y cuando hizo desarmar, dio gran parte al maestre y a todos los que tenían poder en el Temple. Y una vez hecho esto, algunos envidiosos lo acusaron al maestre, diciendo que poseía un gran tesoro que le había quedado de su actuación en Acre; así que el maestre le confiscó toda cuanta ropa le encontró, y además quiso prenderlo en persona. Y él que lo supo abandonó la nave en el puerto de Marsella, y fue a Génova; encontrando allí a misser Tisí d'Òria y a otros amigos a quienes había sabido ganarse con sus dádivas anteriores, y les pidió prestado dinero con el que compró una buena galera llamada "l'Oliveta", y la armó muy bien.
Y con esta galera se dirigió a Catània, a la presencia del duque (831), al que le ofreció sus servicios y su galera, para la guerra. Pero el duque no lo acogió bien, ni de palabras ni de hechos; de modo que permaneció allí tres días sin obtener respuesta. Y al cuarto día volvió a presentarse ante él y le dijo:
- Señor, veo que no os place que yo entre a vuestro servicio, por lo que os encomiendo a Dios, e iré a buscar otro señor a quien le plazca.
Y el duque le respondió que marchara en buena hora. E inmediatamente él se embarcó, y se dirigió a Messina, donde encontró al señor rey Frederic; y se presentó ante él, y se le ofreció tal como había hecho con el duque. Y el señor rey lo acogió muy graciosamente y le dio las gracias por su oferta, y enseguida lo hizo de su corte, y le asignó una buena y honrada paga. Y él le prestó homenaje, él y todos los que con él habían venido.
Y fra Roger, que hubo visto la buena y honrada acogida que el señor rey le había hecho, se tuvo por muy satisfecho. Y en cuanto hubo permanecido ocho días con el señor rey y hubo refrescado a toda su gente, se despidió del señor rey y puso rumbo a Polla (832); y capturó una nave cargada de viandas, del rey Carles, que iba a Catània al duque, y puso tripulación de su compañía en la nave, y trasladó a los de la nave a la galera, y envió la nave, que era de tres cubiertas, a Saragossa, cargada con trigo y toda suerte de viandas. Y luego capturó diez taridas, también cargadas de viandas, que el rey Carles enviaba al duque; y con estas taridas, navegó hasta Saragossa, donde tenían gran necesidad de comida; y con la galera envió también comida al castillo de Agosta. ¿Qué os diré? Que abasteció Saragossa con los frutos de aquella batalla, y el castillo de Agosta (833), y Lentí (834), y todos los otros lugares que acataban al señor rey, en los alrededores de Saragossa, como era Vola (835) y otros lugares. Y empezó a vender la comida en el gran mercado de Saragossa, y envió también comida a Messina. Y con el dinero obtenido pagaba a los soldados que guarnecían los castillos de Saragossa, y la ciudad, y Agosta, y Lentí y los otros lugares; de modo que pagó a todo el mundo, a unos con dinero y a otros con víveres, el sueldo de seis meses; y así lo arregló todo. Y cuando hubo hecho esto, todavía le sobró botín, ya que había conseguido unas veinte mil onzas; y se acercó a Messina, y envió al señor rey mil onzas en bellos carlinos (836), y pagó a los soldados que estaban con el conde d'Esquilaix en Rejo (837), y en Calana (838), y en la Mota (839), y en el castillo de Santa Ágata (840), y en Pendedàtil (841), y en l'Amandolea (842), y en Giraix (843), tanto en dinero como en víveres, igualmente por seis meses.
Y luego armó enseguida cuatro galeras, aparte de la suya, que tomó de las atarazanas. Y cuando hubo armado las galeras, tomó el rumbo de Polla otra vez, y capturó en Otrento la nave de En Berenguer Samuntada, de Barcelona, que iba cargada de trigo del rey Carles (gran nave de tres cubiertas que el rey Carles enviaba a Catània), y la tripuló con su gente, y la envió a Messina. Y entregó gran riqueza a la ciudad, con otras naves y leños que capturó y envió asimismo cargados de víveres, más de treinta velas en total; así que fue una infinidad lo que él ganó y el bien que hizo a Messina, y a Rèjol y a toda la región, lo que fue una maravilla.
Y cuando hubo hecho todo esto, compró cincuenta buenas caballerías, y las montó con escuderos catalanes y aragoneses que recibió en su compañía, y metió diez caballeros catalanes y aragoneses en su albergue. Y fue con mucho dinero a donde estaba el señor rey, y lo encontró en Plaça (844); y allí él le entregó más de mil onzas en dinero, y otras que dio a don Blasco y a En Guillem Galceran, y a En Berenguer d'Entença sobre todo, con los que hizo tal amistad, que se hicieron hermanos, y en lo sucesivo lo que ellos obtuvieron fue común para todos. ¿Qué os diré? No hubo ricohombre, ni caballero que no aceptase sus regalos. Y en todos los castillos a los que llegaba, él pagaba a los soldados sueldo de seis meses; y así fortaleció al señor rey, y refrescó de tal forma a su gente, que hizo que cada uno valiera por dos.
Y el señor rey, habiendo comprobado su bondad, lo nombró vicealmirante de Sicília, y de su consejo, y le entregó el castillo de Trip (845), y el castillo de la Licata (846) y las rentas de Malta. Y fra Roger, que vio el honor que el señor le hacía, dejó su compañía de caballería con el señor rey, y dejó como jefes a dos caballeros, llamado uno En Berenguer de Mont-roig, y el otro misser Roger de la Macina, y les dejó dinero para sus gastos. Y se despidió del señor rey y se acercó a Messina; y armó cinco galeras y un leño, y empezó a correr todo el Principat, y Playa Romana, y la ribera de Pisa, y de Génova, y de Proença, y Catalunya, y Espanya y Barbaría. Y todo cuanto que encontraba, tanto de amigos como de enemigos, que supusiese dinero y buena ropa y que pudiese embarcar en sus galeras, él lo tomaba; y a las naves amigas les entregaba una carta de débito, y les decía que en cuanto llegara la paz, les pagaría; y en cuanto a los enemigos, capturaba igualmente, todo cuanto llevaban, aunque les respetaba los leños y las vidas, que a nadie le infligía daño en su persona, de modo que todo el mundo se separaba satisfecho de él. Y en aquel viaje ganó un sin fin de oro, y de plata, y de buenas ropas, tanto que casi no podía transportarlo todo en sus galeras; y regresó a Sicília con dicho botín, adonde todos los soldados, tanto de a caballo como de a pie, lo esperaban como los judíos hacen con el Mesías.
Y cuando llegó a Tràpena, oyó decir que el duque había venido contra Messina, y que la tenía sitiada por mar; de modo que fue a Saragossa, donde desarmó. Y si los soldados siempre lo esperaban con gran confianza, él los empezó a socorrer, que a todo el que encontraba, tanto de a caballo, como de a pie, como guardias de castillos, tanto en Sicília como en Calabria, les pagó sueldo de seis meses, así que todos los soldados estaban tan contentos que uno valía más de lo que solían valer dos. Y acto seguido hizo acudir a su compañía, a la que pagó del mismo modo; y envió al señor rey gran refresco de dinero, y a todos los ricoshombre.
NOTAS
821. Se trata de Federico II Hohenstaufen, nieto de Federico I Hohenstaufen, Barbarroja, y primer rey de Sicilia. Llamado Stupor Mundi, por sus conocimientos científicos. Fue padre de Manfredo, que sería suegro de Pere el Gran.
822. Roger de Flor. (? Hacia 1268 - Adrianópolis 1305). Caballero y aventurero, hijo de un halconero alemán (llamado Blume) al servicio del emperador Federico III y de una burguesa de Bríndisi. Estuvo al frente de La Compañía, expedición formada por 1.500 caballeros y 4.000 almogávares, con sus familias, que partió de Sicilia hacia Constantinopla, con el fin de ayudar al Emperador contra los turcos. En buena parte esta crónica, a partir de este momento, habla de sus hazañas, ya que el autor de la misma, era uno de los componentes de esta expedición.
823. Conradino de Hohenstaufen, efímero rey de Sicilia, vencido por Carlos de Anjou y decapitado.
824. Se refiere a las órdenes militares.
825. Ultramar. Nombre que se le daba a las posesiones cristianas en el Oriente próximo.
826. Rogeró. Diminutivo de Roger.
827. Jarcias. Aparejos y cabos de un buque.
828. El Halcón.
829. Akko. Israel.
830. Muntperegrí. Monte del peregrino. Topónimo no localizado Podría tratarse de Monte Carmelo.
831. El duque de Durazzo, Juan I de Anjou, hijo de Carlos el Cojo, en guerra contra Frederic de Sicilia, a quien intentaba arrebatar la isla.
832. Apulia, región del sur de Italia
833. Augusta. Sicilia
834. Lentini. Sicilia.
835. Avola. Sicilia.
836. Carlinos. Moneda del rey Carlos I de Nápoles.
837. Reggio di Calabria.
838. Calanna. Calabria. Italia.
839. Motta San Giovanni. Calabria. Italia.
840. Sant'Agata del Bianco. Calabria. Italia.
841. Pentidattilo. Calabria. Italia.
842. Amantea. Calabria. Italia.
843. Gerace. Calabria. Italia.
844. Piazza Armerina. Sicilia.
845. Tripi, al norte de Sicilia.
846. Licata. Sicilia.
2 comentaris:
El episodio de hoy digno de ser incluído en cualquier tomo del Guerrero del Antifaz. ¡Jodé con el ex-templario!
Qué maravilla de crónica.
Sahha, amigo.
Daniel.
Su vida inspiró la magnífica novela de caballerías Tirant lo Blanc, una de las únicas dos que Cervantes salva en El Quijote.
Y aunque en Grecia sólo duró dos años hasta que Xor Andrónico, el hijo del emperador lo asesinara, sus tropas (La Compañía Catalana de Oriente) aguantaron allí unos cien años.
Creo que más que al guerrero del antifaz, a quien inspiró, a través del Tirant, fue al Capitán Trueno.
Sahha.
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