Messina és sitiada per les tropes franceses.
Les tropes de Blasco i de Galceran arriben amb la intenció de trencar el setge.
Les tropes de Blasco i de Galceran arriben amb la intenció de trencar el setge.
CXCV
Y es cierto que el duque conocía que en Messina no había muchos víveres, y pensó que la podría rendir, y él con su hueste fue a la Gatuna y la flota se quedó allí, de forma que no pudiese entrar en Messina ni en Rèjol ningún leño ni barca que transportase trigo, y de este modo podía controlar dos asedios al mismo tiempo; y fundamentalmente podía impedir que le llegasen socorros a Messina por tierra, ya que poseía Millàs (847) y Montfort (848) y Castelló (849), y Francavila (850), y Jais (851) y Catània. Y así ordenó las fronteras, dejando compañías en Catània, y en Paternò, y en Adernò (852), y en Tserò (853) y en otros lugares; y acudió a Messina con toda su flota, que eran más de cien galeras, y tomó tierra en Rocamador. Y luego fue al Burg, allá donde se contrata el mercado, y lo quemó y arrasó; y luego fue a las atarazanas, y quemó dos galeras, y las otras no pudo quemarlas porque se le escaparon. ¿Qué os diré? Que cada día nos daba gran batalla, y yo os lo puedo decir, porque estuve dentro del sitio desde el primer día hasta el último, y tenía bajo mi condestablía (854) desde la torre de Santa Clara hasta el palacio del señor rey; y en aquel lugar pasábamos más afanes que en cualquier otro de la ciudad. ¿Qué os diré? Que bastante nos daban que hacer, tanto por mar como por tierra.
Y el señor rey de Sicília hizo preparar a don Blasco y al conde Galceran, y con setecientos hombres de a caballo, con el escudo a la espalda (855), y dos mil almogávares, los envió a socorrer a Messina. Y eran tales que venían con la intención de no entrar a Messina hasta que hubiesen combatido con el duque; y no creáis que ellos pensasen otra cosa, que con esa intención venían todos. Y cuando llegaron a Trip, nos enviaron a decir que por la mañana, al alba, estarían frente a Messina, y que nosotros atacásemos la hueste del duque por una parte y ellos lo harían por la otra.
Y nosotros, con gran alegría, nos preparamos para salir por de madrugada y atacar. Pero aquella noche se enteró el duque, de modo que cuando se hizo de día ya habían pasado todos a Calabria, que no había quedado ni uno solo, excepto algunas tiendas abandonadas que no se pudieron llevar, ya que el día los sorprendió. Y así, cuando amaneció, don Blasco y el conde, con toda la compañía lista para la batalla, se situaron en la montaña sobre Matagrifó. Y los de la ciudad estaban listos para salir, y cuando miraron, no encontraron a nadie, ya que todos habían pasado a Calabria, a la Gatuna, y allá se habían aposentado.
Y así don Blasco y el conde Galceran, con aquella compañía, entraron en Messina, y todos se sintieron muy apenados de no haber entrado en batalla; y N'Eixiverre de Josa, que portaba la señera del conde Galceran, les envió a la Gatuna a un juglar con coplas en las que les hacía saber que estaban preparados, y que si querían regresar a Messina, les dejarían desembarcar a salvo, y que luego combatirían contra ellos. Y no quisieron hacer nada de esto, que temían a estos dos ricoshombre más que a nadie que hubiera en el mundo; y no iban errados, puesto que eran muy buenos caballeros y de gran valor y les habían derrotado en muchas batallas.
NOTAS
Y el señor rey de Sicília hizo preparar a don Blasco y al conde Galceran, y con setecientos hombres de a caballo, con el escudo a la espalda (855), y dos mil almogávares, los envió a socorrer a Messina. Y eran tales que venían con la intención de no entrar a Messina hasta que hubiesen combatido con el duque; y no creáis que ellos pensasen otra cosa, que con esa intención venían todos. Y cuando llegaron a Trip, nos enviaron a decir que por la mañana, al alba, estarían frente a Messina, y que nosotros atacásemos la hueste del duque por una parte y ellos lo harían por la otra.
Y nosotros, con gran alegría, nos preparamos para salir por de madrugada y atacar. Pero aquella noche se enteró el duque, de modo que cuando se hizo de día ya habían pasado todos a Calabria, que no había quedado ni uno solo, excepto algunas tiendas abandonadas que no se pudieron llevar, ya que el día los sorprendió. Y así, cuando amaneció, don Blasco y el conde, con toda la compañía lista para la batalla, se situaron en la montaña sobre Matagrifó. Y los de la ciudad estaban listos para salir, y cuando miraron, no encontraron a nadie, ya que todos habían pasado a Calabria, a la Gatuna, y allá se habían aposentado.
Y así don Blasco y el conde Galceran, con aquella compañía, entraron en Messina, y todos se sintieron muy apenados de no haber entrado en batalla; y N'Eixiverre de Josa, que portaba la señera del conde Galceran, les envió a la Gatuna a un juglar con coplas en las que les hacía saber que estaban preparados, y que si querían regresar a Messina, les dejarían desembarcar a salvo, y que luego combatirían contra ellos. Y no quisieron hacer nada de esto, que temían a estos dos ricoshombre más que a nadie que hubiera en el mundo; y no iban errados, puesto que eran muy buenos caballeros y de gran valor y les habían derrotado en muchas batallas.
NOTAS
847. Milazzo. Sicilia.
848. Monforte San Giorgio. Sicilia.
849. Castiglione di Sicilia. Sicilia.
850. Francavilla di Sicilia. Sicilia.
851. Acireale. En siciliano su nombre es Jaci.
852. Adrano. Sicilia.
853. Cesarò. Sicilia.
854. Grupo de veinticinco hasta cincuenta hombres, al mando de un condestable. El condestable en una galera era el comandante de los ballesteros.
855. Todo parece indicar que se trata de caballería ligera, sin armadura completa.
1 comentari:
Hombre, ahora parece ser que es a Muntaner a quien mejor le va lo del Capitán Trueno. Extraordinario.
Sahha y muchas gracias, amigo.
Daniel.
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