Crònica de Ramon Muntaner (XCII)

I aquí acaba la història d'un duel que ni es va arribar a cel·lebrar, ni va impedir (ni resoldre) la guerra de Sicília.

I tot el món content que el seu rei hagués acabat sa i estalvi.

Però Muntaner, continuant amb la seua tècnica, quasi quasi cinematogràfica, ja ens mostra, mentre el rei és festejat pels seus súbdits, com l'almirall Roger de Llòria no descansa.

XCII

Cuando el señor rey de Aragó se hubo despedido del senescal y de los otros, se puso en camino por la ruta que En Domingo de la Figuera le mostró: y cabalgaron bordeando las fronteras de Navarra, esto es, siempre por tierras del rey de Castilla; y los condujo por aquella ruta en la que sabían que debían encontrar los caballos. Y tal como habían hecho al entrar, lo mismo hicieron a la salida. Así que llegaron a la villa de Soria (482), de Soria a Serón (483), y de Serón a Xauaquello (484), que es el último lugar de Castilla, a la entrada de Aragón; y de Xauaquello llegaron a Verdejo (485), que es el primer lugar que pisaron de Aragón. Y cuando entraron en Verdejo, comenzaron a preocuparse de sí mismos; y las gentes de Verdejo, que conocieron al rey, le hicieron gran fiesta y alegría, y cuidaron de ellos dos días. Y todos los de aquella comarca lo supieron; y todo el mundo, de a caballo y de a pie, que había en aquella zona, se acercaban a él y lo acompañaban. Y así, bien acompañado, llegó a Calataiú (486); y si en ningún lugar se hizo gran fiesta, allá la hicieron.

Y el señor rey envió sus correos por todas partes; y especialmente a Jaca, al señor infante, y a todos los caporales de Catalunya y de Aragó, y a los ciento cincuenta caballeros de la batalla, para que acudiesen a Saragossa "al décimo día desde la recepción de las cartas, que él estará en Saragossa, donde celebrará Cortes". Y así lo envió a decir por todo Aragón. Y si nunca se vieron fiestas y alegría, así las hubo en Jaca celebradas por el señor infante y todos los que con él estaban. E hicieron gran procesión, a la que acudieron todos los prelados de Catalunya y de Aragón; y alabaron y bendijeron a Dios por la gran merced que les había hecho, de su señor, que de gran peligro lo había librado Dios y devuelto con gran honor, que ya para siempre conservaría honor y aprecio la casa de Aragón, a causa de lo que había realizado. Y en cuanto acabó esta fiesta, cada cual se fue a donde le plugo, aunque de forma que el día señalado estuvo en Saragossa; y el señor infante N'Anfòs y la mayor parte de los ricoshombre, caballeros y prelados, fueron hasta Calataiú, a ver al señor rey. Y no me preguntéis por la fiesta que hicieron madona la reina y los infantes, y todos los de Saragossa cuando supieron esto. Que los que estaban en Jaca, y en Saragossa y por toda la tierra, se encontraban muy atemorizados, porque no sabían donde estaba el señor, ni podían conseguir indicios de su paradero hasta que regresó, por lo que no era de extrañar que estuvieran con gran inquietud.

Ahora dejaré de hablaros del señor rey y volveré a hablar del almirante.

Cuando el almirante hubo vencido la batalla de Malta y hubo acabado la fiesta en Messina, tal como antes habéis oído, se ocupó de armar treinta galeras, porque tuvo noticias de que en Nàpols estaban armando todas las que tenían; y él quería estar preparado, por lo que armó las treinta galeras.

NOTAS

482. Ciudad de Castilla y León.

483. Serón (?) aunque existe un Serón de Nájima en la provincia de Soria, si el itinerario es el descrito podría más bien corresponder a Almenar de Soria que se encuentra en la línea entre Soria - Sauquillo -Berdejo.

484. Sauquillo de Alcázar. Municipio de Soria.

485. Berdejo. Municipio de Zaragoza.

486. Calatayud. Ciudad de Zaragoza.