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1 Libro = 1 Euro ~ Save The Children

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Charles Darwin quotation

Ignorance more frequently begets confidence than does knowledge: it is those who know little, and not those who know much, who so positively assert that this or that problem will never be solved by science

Jean-Baptiste Colbert quotation

L'art de l'imposition consiste à plumer l'oie pour obtenir le plus possible de plumes avec le moins possible de cris

Somebody quotation

El miedo es la via perfecta hacia el lado oscuro. El miedo lleva a Windows, Windows a la desesperacion, esta al odio hacia Bill Gates y ese odio lleva a LINUX

Vares Velles

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Al Tall

Això és Espanya (vara seguidilla) per Al Tall

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divendres, 12 de desembre del 2008

Crònica de Ramon Muntaner (XCIII)

Roger de Llòria que ja té la seua flota a punt, quan veu que la flota enemiga de Nàpols no estarà llesta fins dins d'un mes, decideix acabar amb la resistència del castell de Malta, segurament l'actual Castell de Sant Angelo, a l'entrada del Gran Port, front a Valleta, i conquistar Lipari.


XCIII


Y cuando estuvieron armadas, tuvo noticias de Nàpols de que aquellas galeras no zarparían todavía hasta dentro de un mes, y que en ellas embarcarían, entre condes y otros señores con bandera, más de catorce, con mucha caballería; y que conducían sus caballos en barcas de cruz, y en las galeras. Y entonces él tomó una buena decisión: no era necesario que sus galeras permanecieran paradas en balde todo un mes. Y llamó a su cuñado En Manfrè Llança, y le dijo que embarcase en las galeras con cien caballeros, y mil almogávares, y cien marineros; y que fuesen con sus tiendas, y que llevasen cuatro trabucos (487), y zarpasen hacia el castillo de Malta, y lo sitiasen hasta que lo conquistasen.

Y tal como dispuso, así se hizo. Y subieron en las galeras, y llegaron frente al castillo de Malta; y le pusieron sitio, y le dispararon con los trabucos. Y cuando el almirante los hubo desembarcado, dispuso que los de la ciudad de Malta y de la isla trajesen al campamento todo lo que se pudiera vender; y a los de Goi otro tanto. Y aquellos lo hicieron voluntariamente, porque temían verse mezclados con los del castillo. Y así el almirante, una vez los hubo desembarcado, habiendo dejado a En Manfrè Llança al frente de ellos, se marchó; y les dejó dos leños armados y dos barcas armadas, para que si necesitaban algo, inmediatamente se las enviasen tomó el rumbo de Tràpena; y visitó y confortó toda la costa, hasta Líper (488). Y en Líper hizo saltar la gente a tierra, y ordenó combatir la villa; y al fin los de la villa de Líper, que vieron su gran poder, y que el almirante los quería destrozar, se rindieron al señor rey de Aragón, y al almirante en su nombre. Y el almirante entró con toda su gente, y tomó juramento y homenaje de todos, y refrescó a toda su gente. Y tomó dos leños armados que envió a espiar; cada uno por su cuenta. Y por otra parte, así mismo envió dos barcas armadas, de hombres de Líper, que fueron a espiar la flota de Nàpols.

Y así, dejaré de hablaros de él, y volveré a hablar del señor rey de Aragón.


NOTAS


487. Máquina de guerra que se usaba antes de la invención de la pólvora, para batir las murallas, torres, etc., disparando contra ellas piedras muy gruesas.

488. Isla de Lipari. Junto a Sicilia.

dimecres, 3 de desembre del 2008

Crònica de Ramon Muntaner (LXXXIV)

Roger de Llòria completa la conquista de Malta i de Gozo. En acabat torna a Sicília on s'organitzen grans festes.


LXXXIV


Cuando el almirante hubo refrescado a la gente durante dos días entró, con la señera izada, a la ciudad de Malta (448), y quiso combatirla. Y los hombres buenos de la ciudad le suplicaron que, por amor de Dios, no les hiciese ningún daño, que la ciudad se sometería al señor rey de Aragón y a él mismo en su nombre, y que se rendían a él para hacer y decir todo lo que ordenase. Y entonces el almirante entró en la ciudad con toda su gente, y tomó homenaje de ellos y de toda la isla; y les dejó unos doscientos hombres, catalanes, para que los defendiesen de los hombres del castillo (449); pero con menos hubiera habido suficiente, ya que la mayor parte habían perecido en la batalla, y fundamentalmente los mejores de entre ellos. Y cuando esto hubo hecho, señera enarbolada, acudió a sitiar el castillo, y lo combatió; pero vio que nada podía hacer sin trabucos, y así levantó el sitio, y decidió que en breve podría asediarlo en mejores condiciones, y ya no levantaría el sitio hasta que lo conquistase. Y los hombres buenos de Malta le dieron al almirante mil onzas en joyas; de modo que el almirante quedó satisfecho de ellos, y ellos de él. Y dieron refresco a las galeras, tal que les bastó hasta que llegaron a Messina.

Y cuando esto acabó, fue a la isla del Goi (450), y combatió la villa (451), y capturó el arrabal enseguida. Y cuando hubo capturado el arrabal, quiso combatir la villa; y se rindieron al señor rey de Aragó, a través de su almirante. Y entró, y recibió juramento y homenaje de ellos; y dejó como guardia del castillo, que está pegado a la villa, cien catalanes. Y cuando hubo ordenado la villa y la isla del Goi, los hombres le dieron quinientas onzas de oro y de joyas, y dieron gran refresco a las galeras; y así el almirante se marchó satisfecho de ellos, y asimismo ellos permanecieron alegres y contentos.

Cuando esto fue hecho, el almirante puso rumbo a Sicília, y tomó tierra en Saragossa (452); y ahí se le hicieron grandes festejos y se le dio gran refresco. Y luego, salió de Saragossa y fue a Agosta (453), y luego a Catània (454), y a Jaix (455) y a Tauarnina (456); y en cada lugar le fue hecha gran fiesta y se le dio tanto refresco que no sabían donde meterlo; y en cada lugar mostraban las galeras que habían apresado, entrándolas de popa y arrastrando las señeras. Y de esta guisa entraron en Messina; y no necesito explicar la fiesta y la luminaria que se hizo, y que alegría tenían, que todavía dura y durará siempre.

Y entonces los sicilianos se tuvieron por libres y seguros, que hasta que no hubo sucedido esto no se tenían por bien asegurados; pero entonces conocieron el valor del almirante y de los catalanes, y los apreciaron y los temieron; y entonces se comenzaron a mezclar en Messina, y por toda Sicília, con matrimonios mixtos, y fueron (y son, y serán para siempre) como hermanos. Y Dios dé malaventura a quien esta fraternidad y amor quiera separar, que es muy buena hermandad. Que en ningún tiempo dos pueblos se avinieron tan bien como ellos lo han hecho desde entonces acá, y lo harán, si a Dios place, de aquí en adelante.

Ahora dejaré de hablar, de aquí en adelante, del almirante, y volveré a hablar del señor rey de Aragón.


NOTAS


448. Aunque no lo dice explícitamente, supongo que se trata de Mdina, la capital antigua de Malta, ciudad fortificada en el centro de la isla (a 11 km. más o menos del Gran Puerto)

449. El castillo al que se refiere debe ser el castillo o fuerte de Sant Angelo que defiende al Gran Puerto.

450. Gozo. Isla perteneciente, junto con Comino al archipiélago-estado de Malta.

451. La actual capital de Gozo Victoria también llamada Rabat a los pies de il Kastell también llamado Ciudadela.

452. Recordemos que Saragossa en este contexto no es otra que Siracusa

453. Augusta. Sicilia.

454. Catania. Sicilia.

455. Acireale. Sicilia.

456. Taormina. Sicilia.

dimarts, 2 de desembre del 2008

Crònica de Ramon Muntaner (LXXXIII)

Roger de Llòria ataca la flota provençal atracada al gran port de Malta.

No sembla gaire versemblant la història que Muntaner ens relata, respecte a no voler-los atacar mentre dormien. D'una forma o d'una altra, la victòria és total i incontestable, i històricament certa. Malta ja no deixarà de pertànyer a l'àmbit de la corona aragonesa fins que l'emperador Carles I d'Espanya (i cinquè d'Alemanya) no els se la done a l'ordre de Malta que la mantindrà fins al curt domini francès en temps de Napoleó y posterior domini britànic fins fa unes poques dècades.

Encara recorde a Don Mintoff, als meus temps d'estudiant, fent la guitza als britànics i l'Otan, fins aconseguir la independència actual.

Enguany, prop de la gruta blava, encara vaig poder veure una pintada que proclamava "Viva il kebir Mintoff".


LXXXIII


Y se llevaron consigo una barca de ocho remos que encontraron en Xicle, para así, con ella, vigilar secretamente el puerto. Y cuando hubieron embarcado, zarparon con la brisa terral; y antes de la hora de maitines arribaron a puerto. Y enseguida, anclaron sigilosamente, y enviaron los dos leños armados por delante, para espiar el puerto; y delante de los dos leños, aproximadamente a un tiro de ballesta, iba la barca. Y los provenzales tenían los dos leños armados, en guardia, en cada uno de las puntas que hay a la entrada del puerto. Y la barca entró por en medio del puerto, con boga sorda, y llegó ante el castillo y encontró todas las galeras que estaban amarradas con maromas largas; y las contó y encontró que eran veintidós galeras y dos leños; que también estaban cada uno en su punta amarrados con maroma larga. Y salió del puerto, y vio los dos leños que se encontraban en rueda en medio de la entrada del puerto; e inmediatamente fueron al almirante y le dijeron lo que habían visto. Y con esto el almirante ordenó a su gente que se armase y que dispusieran las galeras en orden de batalla. Y cuando todos estuvieron preparados, y empezó a clarear, gritaron todos a una:

- Almirante, ataquemos, que son todos nuestros!

Y entonces el almirante hizo una cosa que más se debía a locura que a sensatez: que dijo que Dios no permitiese nunca que los atacase mientras dormían, por lo que quería que todas las galeras hiciesen sonar las trompas y las nácaras, para que así se despertasen, y que les dejaría prepararse; que no quería que nadie le pudiese decir nunca que no hubiera podido vencerlos si no los hubiera encontrado durmiendo. Y todos empezaron a gritar:

- Bien dice el almirante!

Y esto hizo el almirante fundamentalmente porque era su primera batalla como almirante, y así, quería demostrar su valentía, y el arrojo de la buena gente que con él iba. E hizo tocar las trompas y las nácaras, y comenzaron a entrar en el puerto en formación de escuadra, todas unidas unas a otras. Y los provenzales se despertaron como a una pesadilla; y enseguida el almirante, levantando los remos una y otra vez, los dejó armarse y prepararse. Y bajaron del castillo cien hombres de abolengo, entre provenzales y franceses, que embarcaron en las galeras de los provenzales; de modo que fueron mucho más fuertes, tal como se vio en la batalla.

Y cuando En Guillem Cornut, almirante de Marsella, vio el orgullo del almirante En Roger de Lòria, que los podía haber apresado todos sin batalla, dijo, tan alto que todos lo oyeron:

- Ay Dios! ¿Qué gente es ésta? No son hombres sino demonios, que no piden más que batalla. Que sin peligro nos podían haber apresado, y no lo han querido. Por tanto, señores, recordad con quién tenemos que combatir. Ahora se verá lo que haréis. Aquí se enfrentan el orgullo de Catalunya y el de Proença, y el honor y el deshonor de todos, tanto como el mundo dure. Y así que cada cual obre bien, que hemos llegado a la situación que íbamos buscando. Que por su causa zarpamos de Marsella, y me parece que no hemos necesitado buscarlos, que ellos han acudido a nosotros. Ahora, sea lo que Dios quiera, que ya nada puede ser detenido.

Y entonces él hizo tocar sus trompas y sus nácaras, y desamarró los barcos. Y bien preparado en orden de batalla, fueron al encuentro de las galeras de En Roger de Lòria, y las de En Roger de Lòria contra ellas. Y en medio del puerto se atacaron tan vigorosamente, que todas las proas de ambos se rompieron; y la batalla fue muy cruel y airada. ¿Qué os diré? Que alcanzaban su destino las lanzas y los dardos que los catalanes arrojaban, de modo que no había defensa contra ellas; que hubo golpe de dardo que atravesó a un hombre con coraza y todo, y golpe de lanza que atravesaba el hombre al que alcanzaba y todavía pasaba la cubierta de la galera. De los ballesteros no hay ni que hablar, que eran ballesteros de oficio, que de tal modo eran experimentados, que no lanzaban tiro que no malhiriese o matase al hombre que alcanzaban. Porque habéis de saber que en las batallas los ballesteros de oficio cumplen su parte. Por lo que es bien loco el almirante de Catalunya que conduce galeras con remeros de tercer banco (447), veinte de cada cien, aunque sean galeras para espiar, o para llevar prisioneros; porque si han de combatir, los ballesteros de oficio siempre van preparados y en orden, y así nada se les puede enfrentar.

¿Qué os diré? Que la batalla se inició a la salida del sol y duró hasta hora de vísperas; que nunca nadie pudo contemplar batalla tan cruel. Y aunque los marselleses tenían ventaja de una galera y de los cien hombres de alcurnia que habían embarcado desde el castillo de Malta, al final los provenzales no pudieron resistir; que cuando llegó la hora de vísperas, habían muerto tres mil quinientos provenzales; de modo que eran pocos los que permanecían sobre cubierta. Y cuando los catalanes vieron que aquellos pocos se defendían tan bravamente, gritaron a una voz: - Aragó! Aragó! Vía sus! Vía sus!-, y se revitalizaron y empezaron a abordar las galeras de los provenzales, y mataron a todos los que encontraron sobre cubierta. ¿Qué os diré? Que entre los heridos y los que se escondían en las bodegas, no capturaron vivos a más de seiscientos hombres, de los que muchos murieron por las heridas mortales que tenían. Y el almirante En Guillem Cornut y todos sus parientes y amigos que tenía, y los hombres de abolengo y de pundonor, todos fueron despedazados. Y así capturaron las veintidós galeras; y de los dos leños armados uno fue capturado y el otro escapó y huyó, y se adentró en alta mar; que era mucho más ligero que los del almirante. Y así fue a Nàpols y a Marsella, para llevar su mal recado.

Y cuando el rey Carles lo supo, quedó muy triste y apenado, y dio por perdida su situación, y no sabía qué hacer. Y cuando el almirante En Roger de Lòria hubo apresado las galeras y el leño, fue a la punta de poniente del puerto, y desembarcó a su gente; y cada cual reconoció a su compañero, y encontró que había perdido más de trescientos hombres, y habían tenido unos doscientos heridos, de los que la mayor parte se curaron. Y dijo que todo el mundo que hubiera obtenido algo que fuera suyo a salvo y sin quita; y que él les concedía el mismo derecho que tenían el señor rey o él mismo, que bastante había para el señor rey y para él, con las galeras y los prisioneros. Y así todos le dieron las gracias. Y aquella noche la dedicaron a ellos mismos, y al día siguiente otro tanto. Y enseguida enviaron la barca armada a Saragossa para que les hicieran saber la victoria que Dios les había concedido.

Y el almirante ordenó por escrito a los oficiales que el señor rey había nombrado, que enseguida enviasen muchos correos a Messina y a toda la costa de la isla de Sicília, para que todos conociesen esta buena nueva; y así se cumplió. Y Dios nos conceda tal gozo como el que sintió la isla de Sicília. Y asimismo, el almirante preparó un leño armado que había capturado a los provenzales y lo envió a Catalunya, al señor rey y a la señora reina; y pasó por Mallorca, y vino a Barcelona; y de Barcelona enviaron un correo al señor rey y a madona la reina, y a los infantes, por toda la tierra. Y todos podéis imaginar el gozo que hubo en todos los lugares del señor rey de Aragó, y el gozo que el señor rey, y madona la reina, y los infantes sintieron. Y asimismo, el leño de los marselleses arribó a Marsella, y contó lo que había sucedido; y el duelo que tuvieron entonces en Marsella y en Proença, todavía dura, y durará cien años.

Ahora dejaré estar esto, y volveré al almirante.


NOTAS


447. He traducido Tercerol por remero de tercer banco. Se trata de una obsesión de Muntaner. Es preferible ir con menos remeros, aunque se trate de una trirreme, en beneficio de llevar ballesteros que, al no remar, van descansados y con sus armas a punto, lo que le da una mayor capacidad de ataque, aunque menos velocidad de huida.

dilluns, 1 de desembre del 2008

Crònica de Ramon Muntaner (LXXXII)

Roger de Lòria continua les seues correries pel sud de Calàbria abans d'acomplir l'encàrrec de Pere d'anar a Malta.

Tornant a Sicília, atrapa tres galeres espies dels marsellesos, front a Messina, i continua el cabotatge cap al Sud, Messina, Siracusa, Pozzallo, a la marina del qual desembarquen per carregar aigua en Scicli.

La batalla de Malta es prepara.


LXXXII


Ahora dejaré de hablar de ellos, y hablaré de En Roger de Lòria, que tenía armadas las veinticinco galeras que el señor rey de Aragón le había ordenado; y envió cuatro y un leño armado a Tràpena, al señor rey de Aragón, tal como antes habéis oído; y así habían quedado veintiuna bien preparadas y dos leños. Y tan pronto como fueron armadas, envió las cuatro y un leño al señor rey, y luego, con las veintiuna y dos leños, batió la costa de Calabria hasta les Castelles (441), que está cerca del golfo de Tàranto. Y en muchas partes desembarcaron y tomaron villas y caseríos y el mencionado lugar de les Castelles, donde mucho ganaron. Y hubieran hecho mucho daño, si hubiesen querido, pero los calabreses acudían al almirante y le decían:

- Santo almirante, no nos hagáis daño! Que tened por cierto que todos hemos decidido que si Dios libra al santo rey de Aragón en la batalla que ha emprendido contra el rey Carles, todos a una nos rebelaremos contra el rey Carles. Por lo que, plázcaos que no nos hagáis el mal que podríais.

Y el almirante, viendo esto (y entendía que decían la verdad), hacía el menor daño posible. Que, en verdad, aquellas gentes del país, eran, en aquella época, legos en hechos de armas, que cien almogávares ganarían a mil, si con mil se encontrasen, puesto que no tenían ni idea. Y los hombres que iban con el almirante, almogávares y marinos y peones de mesnada, eran tales, que en una noche entraban en incursión ochenta o cien millas tierra adentro, y se llevaban al mar todo lo que querían; así que lo que ganaban era inenarrable. Y si alguien os lo quisiera todo contar, sería tan largo libro, que todo el mundo se cansaría de oírlo. Por lo que yo os hago un resumen; que, en verdad, solo con esta salida que el almirante hizo con estas veintiuna galeras y dos leños, os podría narrar más de treinta incursiones que hicieron; y se encontraron, en cada una, con caballería y muchos peones, que a todos vencieron; un gran libro se podría hacer. Por lo que basta con que os resuma los viajes.

¿Qué os diré? Cuando el almirante hubo batido toda Calabria, y hubo realizado muchas hazañas, con gran beneficio regresó a Messina. Y cuando llegó al cabo del Arma, que está a la entrada de Boca de Far (442), a levante, se encontró, al alba, con las tres galeras de provenzales que En Guillem Cornut, almirante de Marsella, había enviado para espiar. Y los dos leños armados que iban delante del almirante En Roger de Lòria, vieron las tres galeras ancladas, que dormían y esperaban noticias; y tan pronto como los dos leños las avistaron, con boga sorda volvieron al almirante y se lo dijeron. E inmediatamente, el almirante dividió las galeras en grupos, y rodeó las tres galeras, para que no pudiesen escapar de ninguna forma, y enseguida, él en persona, con tres galeras, se les acercó. Y ellos que lo oyeron, fueron a tomar los remos, que más confiaban en los remos que en Dios ni en las armas. Y el almirante las atacó. ¿Qué os diré? Cuando ellos rolaron, se encontraron frente a las otras galeras; y enseguida se rindieron y fueron apresados. Y así consiguieron las noticias que habían ido a buscar, que bien pudieron decir que habían tenido noticias fidedignas de En Roger. Así que tan pronto como el almirante los hubo apresado, se hizo de día; y él quiso conocer el alcance de su hazaña, y lo supo, que nada le fue ocultado.

Y enseguida regresó con gran alegría a Messina; y condujo las tres galeras, arrastrándolas de la popa y las señeras arriadas. Y a continuación, aquel mismo día, desembarcó todo lo que tenía en las galeras, y todos los hombres enfermos y heridos que había; y refrescó de gente. Y a la mañana siguiente zarpó de Messina con sus veintiún galeras y dos leños, rumbo a Malta. ¿Qué os diré? Que aquel día fue hasta Saragossa (443); y se acercó hasta el cabo de Capupàsser (444) aquel día, y allí durmió; y cuando hubo dormido, costeando la tierra, fue hasta el cabo de Rasalcaran (445). Y tomaba este rumbo para que si las galeras de los provenzales habían partido de Malta, poderlas avistar siempre; ya que él sabía que las tres galeras que había apresado tenían que reunirse allí con ellos, y él no quería que por nada del mundo se le pudiesen escapar, ni dispersar. Y cuando llegó a la Font de Xicle (446), tuvieron gran refresco del castillo, así que él hizo a todo el mundo refrescarse y arreglarse, que cada cual revisase sus armas, y los ballesteros las cuerdas de las ballestas, y las naves, y todo lo que fuera preciso. Así, aquella tarde tuvieron gran refresco de carne, y de pan, y de vino y de frutas; que entre las graciosas tierras de Sicilia, de las mejores es Xicle. Y todos bebieron agua, que es de las mejores y más sanas aguas del mundo. Y cada uno quedó listo y a punto para la batalla.

Y cuando todos hubieron cenado y bebido agua, el almirante les predicó, y les dijo muy buenas palabras que hacían al caso, y principalmente les dijo:

- Barones, antes de que el día claree llegaremos al puerto de Malta, donde encontraremos veintidós galeras de provenzales y dos leños armados, y son la flor de toda Proença, y el orgullo de los marselleses. Y así, es preciso que cada uno de nosotros tenga valentía sobre valentía, y coraje sobre coraje, y que obremos de tal forma que para siempre abatamos el orgullo de los marselleses, que siempre han menospreciado a los catalanes más que a nadie en el mundo. Y de este modo, vendrá gran honor y provecho de esta batalla para el señor rey de Aragón, y para toda Catalunya, y para toda Sicília; que una vez hayamos vencido a éstos, nuestro es el mar. Y así, que cada uno actúe correctamente.

Y enseguida respondieron todos:

- Almirante, zarpemos ya, que ciertamente son todos nuestros. Y éste será el día que siempre habíamos deseado; que con ellos podremos combatir!

Y todos comenzaron a gritar a una voz: - Aür! Aür!-, y enseguida embarcaron.


NOTAS


441. Es posible que se refiera a la actual Castellaneta Marina frente al Golfo de Tarento

442. Torre Faro, a la entrada del golfo de Messina

443. Siracusa. Sicilia. De ahora en adelante y mientras nos encontremos en las batallas de Sicilia, Saragossa siempre se referirá a Siracusa y no a Zaragoza.

444. Capo Passero, junto a Siracusa. Sicilia.

445. Topónimo no localizado. Podría tratarse del cabo frente a la Isola delle Correnti, que es el más meridional de Sicilia y, por tanto, el más cercano a Malta.

446. Scicli. Sicilia

diumenge, 30 de novembre del 2008

Crònica de Ramon Muntaner (LXXXI)

Carles d'Anjou encomana a l'almirall marsellès Guilhem Cornut, la creació d'una flota per oposar-se a la de Roger de Lòria.


LXXXI


Cuando el rey Carles se despidió del rey de França, se fue por sus pasos a Marsella, con los sesenta caballeros de França que él había elegido. Y cuando llegó a Marsella, hizo venir a En Guillem Cornut, que era uno de los hombres honrados de Marsella y de los de antiguo linaje, y le dijo que inmediatamente hiciera pregón y que armase veinticinco galeras con buenas gentes, todos marselleses de la ribera de Proença; y que no embarcase a nadie de ninguna otra nación sino únicamente provenzales, y que las equipase con cómitres y pilotos, y que de proeles embarcase el doble; y que cada uno fuera un león; y que él lo nombraba capitán y señor y mayor; y que inmediatamente zarpase hacia Sicília, y que visitase el castillo de Malta, y allá refrescase a su gente; y cuando los hubiera refrescado, que buscase a En Roger de Lòria, que no tenía más que dieciocho galeras, ya que el rey de Aragón no había dejado más de veintidós galeras, y de ellas, cuatro las había enviado a Catalunya, por lo que no quedaban más que dieciocho.

- Y si las destruyes, todo el mar es nuestro, porque toda la gente del rey de Aragón buena en mar, están en aquellas dieciocho galeras. Y así, que no se escape por nada del mundo; y cuando volváis a mi presencia, los hayáis muerto o apresado a todos.

Y después de esto En Guillem Cornut se levantó, y fue a besar el pie al rey Carles, y dijo:

- Señor, os agradezco el honor que me concedéis, y os prometo que no regresaré a Marsella ni a vuestra presencia hasta que a En Roger de Lòria, con toda la flota con que lo encuentre, no os los traiga presos o muertos.

- Ahora - dijo el rey Carles -, apresuraos de forma que en ocho días estéis en alta mar; y esto os ordenamos bajo pena de perder nuestro amor.

- Señor - dijo En Guillem Cornut -, se hará tal como ordenáis -. Y así el citado En Guillem Cornut empezó a armar las galeras, e hizo todo lo que el rey Carles le había ordenado. Y así os hablaré de él hasta que haya cumplido su buen viaje (igual lo hiciesen siempre los moros!); y dejaré de hablaros del rey Carles, que bien sabré volver a él en el lugar y tiempo que corresponda.

Cierto es que Guillem Cornut armó las veinticinco galeras; que seguramente eran las mejor armadas que nunca saliesen de Proença. Y de su linaje puso más de sesenta buenos hombres, y muy honrados hombres de Marsella, que por honor de En Guillem Cornut embarcaron como sobresalientes (439). Y partieron de Marsella, e hicieron la vía de Nàpols con veintidós galeras; y las otras tres él envió para que pasasen por Boca de Far para recoger noticias. Y eligió las tres mejores galeras de remos que había, y les dio la orden de que en el castillo de Malta (440) se encontrarían, y que acudiesen allá; y en caso de arribar antes, que los esperasen.


NOTAS


439. En el original sobresallent: tiene el sentido de hombre de armas que iba en un navío para combatir no para trabajar en las operaciones de marinería.

440. Isla y estado del Mediterráneo, junto a Sicilia