És clar que com a persona que em considere "bien nacida" d'acord amb els estàndars morals a l'ús, me n'alegre una barbaritat.
Crec en la llibertat de cadascú en pensar, i inclús en soltar les brofegades que li vinguen en gana, inclús en la llibertat d'una qualsevol empresa en pagar-li i molt més del que qualsevol treballador normal està acostumat a cobrar.
No sóc gens partidari de penalitzar el mal gust públic, sempre que no contamine.
Però en aquest cas particular, aquest mal gust personal està contaminant d'odi l'atmosfera que vivim, i això s'ha de pagar.
I dit açò, deixe ací l'article de Juanjo Millás publicat avui al Levante, molt bo com tots els d'ell (o la enorme majoria, no hi ha que exagerar)
La COPE, fiel a su ideario cristiano, viene difundiendo desde hace años, en las horas de mayor audiencia, un mensaje de paz y armonía entre todos los hombres. Dotada de un excelente departamento de selección de personal, la emisora de los obispos contrató en su día a la persona que mejor encarnaba esos valores. Nos referimos a Federico Jiménez Losantos, que además de ateo (o agnóstico, ahora no caigo, lo que excluye cualquier sospecha de favoritismo), maneja como nadie la nomenclatura evangélica que induce a amar al prójimo como a uno mismo. Así, refiriéndose a un colega que no se había metido con nadie, dijo de él que era un detritus, una escobilla para los restos, un calvorota, un mentiroso, un traidor, un sicario, un embustero, un analfabeto funcional, un zote, un incompetente, un ignorante, un fracasado, un pobre diablo, una nulidad, etc.Cualquier lector de los Evangelios sabrá que estos apelativos estaban constantemente en la boca de Jesús y que toda institución que siga sus enseñanzas no tiene más remedio que emplearlos. Pues bien, los sectores anticristianos y anticlericales, que en España abundan (ignoramos por qué, dado que debemos en gran medida a la Iglesia las libertades de las que disfrutamos) han criticado repetidamente en sus medios las expresiones cristianas del citado locutor. La virulencia de esas críticas ha alcanzado los niveles de un auténtico acoso mediático. La Conferencia Episcopal, en vista de la situación, podría haber rescindido el contrato a Jiménez Losantos. En vez de eso, y fiel a las enseñanzas de Jesús, lo ha mantenido en su puesto. Si hemos de sufrir martirio, se dijeron, lo sufriremos, pero nadie nos impedirá propagar el mensaje evangélico de paz y armonía a través de nuestras emisoras.Jiménez Losantos ha sido condenado ya tres veces por la justicia de los hombres (que evidentemente no es la de Dios) y está pendiente de otros tantos juicios. Pero la COPE, como Cristo, resiste y resistirá hasta el martirio. No la amordazarán, no le taparán la boca. A uno, que es ateo, le dan ganas, frente a esta firmeza, de creer, si no en Dios, en el Diablo.
2 comentaris:
Si Dios se parece al él, yo te acompaño.
BESINES
por supuesto que estoy de acuerdo con la opinión de Millás...pero aprovecho para decirte mi percepción sobre su evolución periodística , al menos para mi..
A mi encantaba leer sus artírculos , mordaces , irónicos e inteligentes...pero de un tiempo a esta parte he comprobado que ha perdido mucho en credibilidad..como cualquier periodista que se aferra sólo y exclusivamente a una opción política ..y a él ya sólo le falta que Zapatero lo nombre jefe de su gabinete de prensa...
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