Crònica de Ramon Muntaner (VI)

I amb aquest capítol Muntaner acaba el relat del naixement de Jaume I el conqueridor, rei de llarga vida, fundador del regne cristià de Mallorca i del regne cristià de València.

El narrador aprofita per exhortar a la unió entre els regnes de la corona, i una crítica explícita al papa, de tendència francesa, perquè rectifiqui la seua política amb la casa d'Aragó.

VI

Y después montó a caballo y se marchó de Montpestller.

Y los prohombres de Montpestller retuvieron a seis caballeros de los que el señor rey más amaba, y juntamente con ellos, tal como habían acordado, dispusieron que no se alejasen del palacio ni de la reina, ni ellos ni las mujeres que habían asistido, ni las doncellas, hasta que se hubieran cumplido nueve meses, y lo mismo los dos notarios, los cuales ante el señor rey levantaron acta pública del asunto, y relacionaron lo ocurrido aquella noche y su fecha.

Y así todos juntos permanecieron con la reina con gran solaz y alegría. Y la alegría fue mucho mayor cuando supieron y vieron que había placido a Dios que su acuerdo llegase a buen destino; que la reina engordó, y a los nueve meses, tal como quiere la naturaleza, alumbró un hermoso y gracioso hijo, que ciertamente nació en provecho de cristianos y principalmente en beneficio de sus pueblos: que jamás nació señor a quien Dios concediese mayores gracias ni más señaladas.

Y con gran alegría y contento lo bautizaron en la iglesia de madona Santa María de les Taules, de Montpestller; y le pusieron de nombre, por la gracia de Dios, en Jacme; el cual reinó mucho tiempo con grandes victorias y con mucho beneficio de la santa Fe católica y principalmente de todos sus vasallos y súbditos. El mencionado infante en Jacme creció y mejoró más en un día que no lo hiciera otro en cuatro.

Y no pasó mucho tiempo que el buen rey su padre murió, y él fue coronado rey de Aragón y conde de Barcelona y de Urgell y señor de Montpestller. Y tomó por esposa a la hija del rey En Ferrando de Castilla (22) de la que tuvo un hijo que se llamó Anfòs, que hubiera sido señor de gran corazón y presencia, si no hubiera muerto, pero falleció antes que el rey, su padre, por lo que no hablaré más de él. Y la reina, madre del mencionado infante N’Anfòs, mucho tiempo hacía que había muerto, que poco tiempo permaneció con el señor rey (23) .

Y después, el señor rey tomó por esposa a la hija del rey de Hungría (24) , y de ésta tuvo tres hijos y tres hijas. El mayor se llamó infante En Pere, y el segundo infante En Jacme, y el otro infante En Sanxo, que fue arzobispo de Toledo; y de las hijas una fue reina de Castilla, y otra reina de Francia y la tercera esposa del infante En Manuel, hermano del rey de Castilla.

Y de cada una de estas dos reinas, en vida del señor rey En Jacme, salieron grandes generaciones de hijos e hijas. Y del infante En Pere, y del infante En Jacme, otro tanto, los cuales el señor rey En Jacme alcanzó a conocer en vida.

Y de aquí en adelante volveré a mi propósito: relatar los hechos del señor rey En Jacme.

Y digo, y así fue en verdad, que fue rey de ventura y rey de virtud y de gracia: que ya habéis escuchado como su nacimiento fue obra de Dios, uno de los mayores milagros y más visibles que hiciese Dios después de haberse encarnado en madona santa María. Por lo que cada uno de los reyes que han habido en Aragón, y en Mallorca y en Sicilia y los que de aquí en adelante habrá, y de él descienden, podemos asegurar que son de igual modo reyes de gracia y de virtud y de verdadera naturaleza. Y tal como Dios los ha creado, así los ensalza y ensalzará en cualquier tiempo contra todos sus enemigos. Por lo que el santo padre, olvidando todos los otros reinos del mundo, haría gran favor a la cristiandad, si con éstos se aliase y se uniese y se apoyase; que éstos, con muy poco que les entregase del tesoro de la santa Iglesia, le conquistarían la tierra de Ultramar y someterían a todos los infieles. Porque el milagro que Dios obró en el nacimiento del señor rey En Jacme de Aragón, no lo hizo en balde, sino para su servicio, y así lo ha mostrado desde aquel momento hasta ahora y lo seguirá mostrando de aquí en adelante.

Y trabaja en balde quien quiera oponerse a esto que Dios hizo, porque cuanto más poderosos sean los que se opongan a los descendientes de este señor, más quebranto sufrirán, ya que contra lo que Dios ha creado y hecho nada puede perdurar.

Y así, señores de Aragón y de Mallorques y de Sicilia, que habéis salido y sois descendientes de este señor rey En Jacme, que Dios hizo nacer por su obra y virtud, estad confiados y sed todos de un querer y una voluntad, y seréis soberanos sobre todos los príncipes del mundo; y que las malas lenguas no os separen, que el separaros iría contra lo que Dios ha querido; y teneos por bien pagados con lo que Dios os ha dado y os dará. Y poned el corazón en lo que antes habéis oído, y tened por cierto que habéis sido creados a imagen de Dios, y Dios es verdad y misericordia y justicia. Y así, la verdad, misericordia y justicia resida siempre en vosotros.

NOTAS

22. Se trata de Leonor de Castilla, casada el 1221 con Jaime I el conquistador, y madre del infante Alfonso tal como se relata. Aunque no era hija de Fernando sino de Alfonso VIII de Castilla y de Leonor de Inglaterra. El matrimonio fue anulado en 1229 alegando parentesco próximo.

23. Permaneció con el rey efectivamente poco tiempo, ya que al ser anulado el matrimonio ingresó en el monasterio de Las Huelgas, Burgos, donde murió el 1244.

24. Se trata de Violante de Hungría, hija de Andrés II de Hungría.