Un cop assegurada la frontera nord, a la seua manera, però més o menys assegurada, Pere buscarà una aliança amb el rei de Castella, Alfons X el Savi que li garantesca la frontera oest.
Atents a la utilització dels fills del rei o del futur rei, com a pressió i garantia.
El segrest polític, com podem veure, estava a l'ordre del dia.
Atents a la utilització dels fills del rei o del futur rei, com a pressió i garantia.
El segrest polític, com podem veure, estava a l'ordre del dia.
XL
Y así el señor rey En Pere, cuando partió de la entrevista en Tolosa, estuvo, a su entender, muy seguro de la casa de França, y pensó que del mismo modo convenía asegurarse de la casa de Castilla.
Y así se acercó a Aragón. Y es cierto que el rey N'Anfòs de Castilla (338) tenía a la reina (339) esposa suya que era hermana del rey En Pere; y tenía dos hijos: el mayor, tal como antes os he dicho, se llamaba infante En Ferrando (340); y el otro, infante En Sanxo (341). Y desposó al mayor con la hija del rey Lluís de França que era hermana del rey Felip (342), el cual estaba casado con la hija (343) del señor rey de Aragó. Y por esto como el rey N'Anfòs de Castilla y el rey Felip de França eran cuñados, ya que ambos estaban casados con hijas del señor rey En Jacme d'Aragó, dispusieron el matrimonio del hijo mayor del rey de Castilla (344) con la hermana del rey Felip que se llamaba madona Blanca, y se la entregaron con la condición de que, cuando el rey N'Anfòs muriese, él sería rey de Castilla ya que era el primogénito. Y el infante En Ferrando tuvo de madona Na Blanca dos hijos, y uno se llamó N'Anfòs y el otro En Ferrando. Y luego de haber tenido estos dos hijos, plugo a Dios que el infante En Ferrando, enfermara y dejara esta vida, lo que fue causa de gran duelo, ya que era muy buena persona y muy recto. Y cuando el señor rey de Aragón supo la muerte de su sobrino se dolió mucho ya que lo amaba como a un hijo; y tenía mucha razón, ya que no había nadie en el mundo a quien el infante En Ferrando amase tanto como a su tío el rey de Aragón.
De modo que, poco tiempo después, el señor rey de Aragón entró en Castilla con una compañía reducida, recorriendo casi ocho jornadas en tres días y tres noches, hasta llegar a donde se encontraban los dos hijos (345) del infante En Ferrando y los capturó y los condujo al reino de Valencia, y los instaló en el castillo de Xàtiva, donde los hizo alimentar tal como pertenecía a hijos de rey. E hizo esto por dos razones principales: la primera por el gran amor que tenía a su padre, de modo que nadie pudiese infligirles ningún daño; y la segunda, que si el infante En Sanxo, sobrino suyo, se llegaba a poner en su contra, que él tuviese en su mano nombrar a uno de los dos infantes rey de Castilla. Y de este modo la casa de Castilla quedaría sujeta a su voluntad. Y cuando el rey de Castilla (346) lo supo, se alegró mucho, pero podéis creer que no le ocurrió lo mismo al infante En Sanxo.
Y no transcurrió mucho tiempo que el rey de Castilla hizo jurar a gran parte de los ricoshombre de sus reinos al infante En Sanxo (347), para que fuese coronado rey después de su muerte. Y una vez hecho esto, el infante En Sanxo se entrevistó con su tío el rey de Aragón, que también le amaba mucho, y le dijo:
- Padre y señor, ya sabéis que el rey mi padre me ha hecho jurar por gran parte de sus ricoshombre, y es cierto que hay algunos que se oponen, y no me quieren jurar, porque ya habían jurado al infante En Ferrando, mi hermano, para que fuese rey después de la muerte de nuestro padre. Sin embargo, padre y señor, vos deberíais preferir que yo fuera rey antes que cualquiera de mis sobrinos; Y yo veo claramente que todo está en vuestras manos, por lo que os suplico y os ruego que vos seáis mi aliado en este asunto; y si no me quisierais ayudar, que sea merced vuestra el no poneros en mi contra; que con que vos no me seáis contrario, no temo que nadie, salvo Dios, me lo pueda impedir.
Y cuando el señor rey de Aragó hubo oído lo que su sobrino le decía (al cual él amaba tanto como si fuese su hijo) le respondió:
- Sobrino, atentamente he escuchado lo que me habéis dicho, y os respondo que si queréis portaros con nos tal como debéis y yo espero, estad seguro de que yo no seré nunca vuestro enemigo; únicamente tendréis que hacer lo que yo quiera, y de esto me tendréis que prestar juramento y homenaje.
Y él le dijo:
- Padre y señor, decid lo qué queréis que haga, que os prometo que haré todo cuanto ordenéis ahora y en cualquier momento y no otra cosa, y de esto os presto juramento y homenaje en mi calidad de hijo de rey.
- Entonces - dijo el señor rey- os diré yo lo que haréis. Lo primero, me tenéis que prometer que siempre me ayudaréis con todo vuestro ejército contra cualquier hombre en el mundo, y que bajo ningún concepto ni motivo, ni mucho menos en vuestro propio nombre, vendréis contra mi o contra mis reinos ni haréis venir a nadie. Y la segunda es que me habéis de prometer que cuando vuestros sobrinos serán mayores, públicamente, los dejéis formar parte del reino, de forma que sean bien heredados.
- Padre y señor - dijo él -, vos me decís cosas que son razonables, y que yo os prometo que haré, que todas son buenas y honorables; por lo que estoy dispuesto a firmar en la forma que dispongáis.
Y con estas capitulaciones se firmaron los pactos entre ellos, tal como antes se ha dicho, con juramento y homenaje e incluso con cartas públicas. Y alcanzado aquel acuerdo entre ellos, el infante En Sanxo se volvió alegre y contento a Castilla, y se lo contó a su padre, quien tuvo gran alegría y placer y confirmó al señor rey de Aragó todo lo que su hijo le había prometido.
Ahora dejaré de hablar de ellos y hablaré del señor rey En Pere, que estuvo muy alegre y contento de lo que había pactado, con lo que se consideraba seguro en sus fronteras con Castilla.
NOTAS
Y así se acercó a Aragón. Y es cierto que el rey N'Anfòs de Castilla (338) tenía a la reina (339) esposa suya que era hermana del rey En Pere; y tenía dos hijos: el mayor, tal como antes os he dicho, se llamaba infante En Ferrando (340); y el otro, infante En Sanxo (341). Y desposó al mayor con la hija del rey Lluís de França que era hermana del rey Felip (342), el cual estaba casado con la hija (343) del señor rey de Aragó. Y por esto como el rey N'Anfòs de Castilla y el rey Felip de França eran cuñados, ya que ambos estaban casados con hijas del señor rey En Jacme d'Aragó, dispusieron el matrimonio del hijo mayor del rey de Castilla (344) con la hermana del rey Felip que se llamaba madona Blanca, y se la entregaron con la condición de que, cuando el rey N'Anfòs muriese, él sería rey de Castilla ya que era el primogénito. Y el infante En Ferrando tuvo de madona Na Blanca dos hijos, y uno se llamó N'Anfòs y el otro En Ferrando. Y luego de haber tenido estos dos hijos, plugo a Dios que el infante En Ferrando, enfermara y dejara esta vida, lo que fue causa de gran duelo, ya que era muy buena persona y muy recto. Y cuando el señor rey de Aragón supo la muerte de su sobrino se dolió mucho ya que lo amaba como a un hijo; y tenía mucha razón, ya que no había nadie en el mundo a quien el infante En Ferrando amase tanto como a su tío el rey de Aragón.
De modo que, poco tiempo después, el señor rey de Aragón entró en Castilla con una compañía reducida, recorriendo casi ocho jornadas en tres días y tres noches, hasta llegar a donde se encontraban los dos hijos (345) del infante En Ferrando y los capturó y los condujo al reino de Valencia, y los instaló en el castillo de Xàtiva, donde los hizo alimentar tal como pertenecía a hijos de rey. E hizo esto por dos razones principales: la primera por el gran amor que tenía a su padre, de modo que nadie pudiese infligirles ningún daño; y la segunda, que si el infante En Sanxo, sobrino suyo, se llegaba a poner en su contra, que él tuviese en su mano nombrar a uno de los dos infantes rey de Castilla. Y de este modo la casa de Castilla quedaría sujeta a su voluntad. Y cuando el rey de Castilla (346) lo supo, se alegró mucho, pero podéis creer que no le ocurrió lo mismo al infante En Sanxo.
Y no transcurrió mucho tiempo que el rey de Castilla hizo jurar a gran parte de los ricoshombre de sus reinos al infante En Sanxo (347), para que fuese coronado rey después de su muerte. Y una vez hecho esto, el infante En Sanxo se entrevistó con su tío el rey de Aragón, que también le amaba mucho, y le dijo:
- Padre y señor, ya sabéis que el rey mi padre me ha hecho jurar por gran parte de sus ricoshombre, y es cierto que hay algunos que se oponen, y no me quieren jurar, porque ya habían jurado al infante En Ferrando, mi hermano, para que fuese rey después de la muerte de nuestro padre. Sin embargo, padre y señor, vos deberíais preferir que yo fuera rey antes que cualquiera de mis sobrinos; Y yo veo claramente que todo está en vuestras manos, por lo que os suplico y os ruego que vos seáis mi aliado en este asunto; y si no me quisierais ayudar, que sea merced vuestra el no poneros en mi contra; que con que vos no me seáis contrario, no temo que nadie, salvo Dios, me lo pueda impedir.
Y cuando el señor rey de Aragó hubo oído lo que su sobrino le decía (al cual él amaba tanto como si fuese su hijo) le respondió:
- Sobrino, atentamente he escuchado lo que me habéis dicho, y os respondo que si queréis portaros con nos tal como debéis y yo espero, estad seguro de que yo no seré nunca vuestro enemigo; únicamente tendréis que hacer lo que yo quiera, y de esto me tendréis que prestar juramento y homenaje.
Y él le dijo:
- Padre y señor, decid lo qué queréis que haga, que os prometo que haré todo cuanto ordenéis ahora y en cualquier momento y no otra cosa, y de esto os presto juramento y homenaje en mi calidad de hijo de rey.
- Entonces - dijo el señor rey- os diré yo lo que haréis. Lo primero, me tenéis que prometer que siempre me ayudaréis con todo vuestro ejército contra cualquier hombre en el mundo, y que bajo ningún concepto ni motivo, ni mucho menos en vuestro propio nombre, vendréis contra mi o contra mis reinos ni haréis venir a nadie. Y la segunda es que me habéis de prometer que cuando vuestros sobrinos serán mayores, públicamente, los dejéis formar parte del reino, de forma que sean bien heredados.
- Padre y señor - dijo él -, vos me decís cosas que son razonables, y que yo os prometo que haré, que todas son buenas y honorables; por lo que estoy dispuesto a firmar en la forma que dispongáis.
Y con estas capitulaciones se firmaron los pactos entre ellos, tal como antes se ha dicho, con juramento y homenaje e incluso con cartas públicas. Y alcanzado aquel acuerdo entre ellos, el infante En Sanxo se volvió alegre y contento a Castilla, y se lo contó a su padre, quien tuvo gran alegría y placer y confirmó al señor rey de Aragó todo lo que su hijo le había prometido.
Ahora dejaré de hablar de ellos y hablaré del señor rey En Pere, que estuvo muy alegre y contento de lo que había pactado, con lo que se consideraba seguro en sus fronteras con Castilla.
NOTAS
338. Alfonso X el Sabio.
339. Violante de Aragó, hija de Jaime I el Conquistador.
340. Fernando de la Cerda, casado con Blanca de Francia, hija de Luís IX el Santo.
341. Sancho IV de Castilla-León, el Bravo.
342. Felipe III de Francia, el Atrevido, hijo de Luis IX de Francia el Santo.
343. Isabel de Aragó, hija de Jaime I el Conquistador.
344. Fernando de la Cerda, como ya hemos dicho en una nota anterior, casado con Blanche de France, hija de Luís IX el Santo
345. Los infantes de la Cerda: Alfonso y Fernando. Como se puede observar de la lectura de este libro, era costumbre bastante generalizada el tomar como rehenes los hijos de otros reyes.
346. Alfonso X el Sabio, como ya hemos dicho.
347. A la muerte de Alfonso X será coronado y conocido como Sancho IV, el Bravo
2 comentaris:
otro para esta tarde??.
BESINES
Curioso lo de los rehenes. Aunque fuese práctica habitual, me pregunto cómo se lo tomarían. parece un movimiento más en una partida de ajedrez que apunta a tablas.
Paz y un abrazo, amigo.
Daniel.
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