Continuen els preparatius per a la guerra
XLVI
Pero volvamos al señor rey de Aragó. Cuando el señor infante En Sanxo se hubo despedido del señor rey de Aragó y hubo regresado a Castilla, el señor rey fue por sus costas revisando todos los trabajos. Y decidió ordenar que se hiciera bizcocho (376) en Saragossa, en Tortosa, en Barcelona y en Valencia. E hizo llegar a Tortosa mucha avena y trigo y harina, e hizo llegar tanta que no cabía en la ciudad de Tortosa, y tuvieron que construir barracas y casas de madera donde meterla. Y asimismo envió sus cartas a todos los ricoshombre de su tierra que él quería que fuesen con él, para que se preparasen para acompañarle en la expedición con tantos caballeros, y con tantos ballesteros y con tantos peones; y a cada uno de ellos le hacía entregar en sus tierras o allá donde ellos querían, su provisión de dinero, tanto como necesitaran. Y ordenó que nadie se preocupase de provisiones, ni de avena ni de vino, que él ya se aprovisionaría por todos de todo cuanto hubiesen menester para todo el viaje; e hizo esto para que no se preocupasen sino de preparar sus cosas, cada cual, y así acudiesen muy bien preparados. Y así se cumplió; que jamás hasta aquel día no había habido expedición donde tan bello aparejo de corceles y caballos, y de ballesteros, y de peones y de marineros hubiese como lo hubo en aquella expedición. Y así mismo dispuso que acudieran veinte mil almogávares todos ellos de la frontera y más de seis mil ballesteros de la montaña. Y dispuso que fueran con él mil caballeros, todos de honrado linaje y muchos ballesteros de Tortosa, y de Aragón y de Catalunya, y peones de mesnada.
¿Qué os diré? Que los preparativos eran tan grandes, que todos los reyes y señores del mundo, tanto cristianos como sarracenos, que tuviesen posesiones en la costa, se preocupaban; y cada uno de ellos sentía gran miedo y temor por sus tierras ya que no había nadie vivo que supiese lo que pretendía realizar.
NOTAS
¿Qué os diré? Que los preparativos eran tan grandes, que todos los reyes y señores del mundo, tanto cristianos como sarracenos, que tuviesen posesiones en la costa, se preocupaban; y cada uno de ellos sentía gran miedo y temor por sus tierras ya que no había nadie vivo que supiese lo que pretendía realizar.
NOTAS
376. Bizcocho. Pan sin levadura, que se cuece por segunda vez para que pierda humedad y dure mucho tiempo.
1 comentari:
Oye esto es una utopía, es increible!!!!.
GRACIAS, BESINES
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