En aquest capítol, segons el mateix Muntaner diu, ens narra una història posterior al temps que està relatant. No diu en cap moment que ell hi intervingués en la batalla, cosa que em fa pensar que efectivament no hi era, tot i la sensació de cosa viscuda. Però aquí hi trobem ja el to literari de la crònica, l'entusiasme d'aquell que conta la seua vida i la dels seus companys d'armes.
A partir d'ara, el llibre sovintejarà d'aquests episodis, evidentment exagerats, però amb la qualitat de cosa orgullosament viscuda.
A partir d'ara, el llibre sovintejarà d'aquests episodis, evidentment exagerats, però amb la qualitat de cosa orgullosament viscuda.
XIX
Y volveré a hablar de su cuñado En Corral Llança, de una hermosa aventura que por la gracia de Dios y del señor rey En Pere le sucedió.
Cierto es que el señor rey de Aragó En Pere, más adelante… pero os lo quiero contar ahora, que tanto vale ahora como luego, y lo haré porque está relacionado con estos dos ricoshombre, y es mejor hablar ahora de la hazaña que el noble En Corral Llança hizo, que no lo sería más tarde. Que de todas las historias, mientras se diga la verdad, en cualquier lugar del libro se puede hablar, y en cualquier lugar sería apropiado contarlo ya que no estorbaría, fundamentalmente porque es una historia corta. Y de este modo os ruego que me perdonéis si aquí o en otro lugar se relatan cosas antes del tiempo en que deberían ser narradas. Y si de todas formas alguien me lo reprochase, yo les respondería de tal forma que me tendría por disculpado. De todas formas, sean cuales fueren las razones, os aseguro totalmente que todo lo que aquí encontraréis escrito es la pura verdad, no lo pongáis en duda. Y ahora quiero relataros la merced que Dios concedió a este ricohombre En Corral Llança.
El señor rey de Aragón debe recibir cada año tributo del rey de Granada, y del rey de Tiremsé (212) y del rey de Tunis (213); y dado que hacía mucho tiempo que no habían enviado el tributo al señor rey de Aragó, hizo armar en Valencia cuatro galeras (214), nombrando como capitán de las mismas al noble En Corral Llança. Y arribó al puerto de Tunis y a Bugia (215) y navegó por toda la costa, saqueando y arrasando todos sus puertos. Y llegó al mar del rey de Tunis y de Tiremsé, a una isla que se llama Alfabiba (216); y atracó en aquel lugar para cargar agua. Y del mismo modo que él había arribado a aquel lugar con la intención de cargar agua, diez galeras de sarracenos que eran del rey de Marruecos y habían sido armadas en Cepta (217), llegaron al mismo lugar también para cargar agua. Y estas diez galeras de sarracenos eran las mejor armadas y con mejor tripulación de sarracenos que jamás hubiesen habido; y habían hecho ya gran daño a muchos leños (218) cristianos que habían capturado, y llevaban muchos cautivos en las galeras, lo que era un gran pecado.
Y cuando las galeras de En Corral Llança vieron venir las diez galeras, salieron a descubierto; y los sarracenos que los vieron, que ya se habían enterado de la expedición, gritaron en su sarracenesco: - Aür, aür!- (219) y muy reciamente navegaron contra las galeras de En Corral Llança. Y las galeras de En Corral Llança se situaron en rueda (220) y se juntaron las cuatro y celebraron consejo. Y En Corral les dijo:
- Señores, vosotros sabéis que la gracia de Dios está con el señor rey de Aragó y con todos sus súbditos y sabéis cuantas victorias hemos tenido sobre los sarracenos. Y podéis imaginar que el señor rey de Aragó está presente con nosotros en estas galeras, ya que aquí podéis contemplar su estandarte que representa su persona. Y así, si él está con nosotros, la gracia de Dios y la suya propia nos ayudará y nos llevará a la victoria. Y sería una gran vergüenza para el señor rey y para la ciudad de Valencia, de donde hemos salido, que por culpa de estos perros huyésemos, cosa que ningún súbdito del señor rey de Aragó ha hecho nunca. Por lo que os ruego a todos que os acordéis del poder de Dios y de madona santa María y la santa Fe católica y del honor del señor rey y de la ciudad de Valencia y de todo el reino; y todos, vigorosamente, así como están frenilladas (221) las cuatro galeras, que ataquemos, y en el día de hoy hagamos tal hazaña que siempre se hable de nosotros. Y tened por seguro que les venceremos y quedaremos ricos para siempre. Sin embargo todos podéis contemplar que ellos son tantos más que nosotros, que podríamos escaparnos y huir, ya que si queremos no nos pueden forzar al combate. Y así que cada cual opine lo que más nos conviene; yo ya os he dicho mi opinión. Y todavía os lo repito y os ruego de parte del señor rey y de la ciudad de Valencia, que ataquemos, que son nuestros.
Y todos comenzaron a gritar: - Ataquemos, ataquemos! Que son nuestros- Y con esto se armaron muy bien, y los sarracenos hicieron otro tanto. Y cuando estuvieron armados cada uno de su parte, En Corral Llança a boga arrancada (222) fue sobre ellos, y hubo sarracenos que dijeron a su capitán que las galeras venían para rendirse; y la mayor parte de los sarracenos abundaba en esta opinión, ya que en las galeras de los sarracenos había muy buenos caballeros sarracenos y no podían imaginar que los cristianos estuviesen tan locos que quisieran combatir contra ellos.
Pero el almirante de los sarracenos era un sabio marino, y había estado en muchos lances de armas y conocía quienes eran los catalanes, y comenzó a mover la cabeza y dijo:
Barones, ¡loco pensamiento tenéis! No conocéis a la gente del rey de Aragó tal como yo las conozco. Estad seguros que ellos vienen directamente a combatir contra nosotros, y vienen tan dispuestos a morir que ¡pobre del hijo de madre que los espere! Porque tal como ellos vienen dispuestos a vencer o a morir, meteos esto en la cabeza: que hoy será el día que, si no os esforzáis, todos acabaréis muertos o cautivos. Y pluguiese a Dios que yo estuviera a cien millas de aquí, pero ya que no es así, me encomiendo a Dios y a Mahomet (223).
Y enseguida hizo tocar las trompas (224) y las nácaras (225), y con gran estruendo y grandes gritos comenzaron a remar muy vigorosamente. Y las cuatro galeras hermosamente, sin tanto grito, ni palabras, ni algarabía, atacaron en medio de las diez galeras.
Y la batalla fue muy cruel y áspera y duró de la mañana a la noche sin que quedara un momento para comer ni beber. Pero nuestro señor verdadero Dios y su bendita Madre, de quien todas las mercedes llegan, y la buena ventura del señor rey de Aragón dio a los nuestros la victoria, de tal modo que las diez galeras fueron derrotadas y sus hombres muertos y apresados. ¡Bendito sea el Señor que lo hizo!
Y cuando hubieron vencido la batalla y capturado o hundido todas las galeras, desataron a los cristianos cautivos que encontraron y a cada uno de ellos le dieron tan buena parte del botín que Dios les había dado a ganar, que incluso fue superior a su propia parte.
Y así con gran alegría y victoria regresaron a Valencia con las galeras capturadas y con muchos cautivos sarracenos que se habían escondido en las bodegas, de los que sacaron buen provecho.
NOTAS
Cierto es que el señor rey de Aragó En Pere, más adelante… pero os lo quiero contar ahora, que tanto vale ahora como luego, y lo haré porque está relacionado con estos dos ricoshombre, y es mejor hablar ahora de la hazaña que el noble En Corral Llança hizo, que no lo sería más tarde. Que de todas las historias, mientras se diga la verdad, en cualquier lugar del libro se puede hablar, y en cualquier lugar sería apropiado contarlo ya que no estorbaría, fundamentalmente porque es una historia corta. Y de este modo os ruego que me perdonéis si aquí o en otro lugar se relatan cosas antes del tiempo en que deberían ser narradas. Y si de todas formas alguien me lo reprochase, yo les respondería de tal forma que me tendría por disculpado. De todas formas, sean cuales fueren las razones, os aseguro totalmente que todo lo que aquí encontraréis escrito es la pura verdad, no lo pongáis en duda. Y ahora quiero relataros la merced que Dios concedió a este ricohombre En Corral Llança.
El señor rey de Aragón debe recibir cada año tributo del rey de Granada, y del rey de Tiremsé (212) y del rey de Tunis (213); y dado que hacía mucho tiempo que no habían enviado el tributo al señor rey de Aragó, hizo armar en Valencia cuatro galeras (214), nombrando como capitán de las mismas al noble En Corral Llança. Y arribó al puerto de Tunis y a Bugia (215) y navegó por toda la costa, saqueando y arrasando todos sus puertos. Y llegó al mar del rey de Tunis y de Tiremsé, a una isla que se llama Alfabiba (216); y atracó en aquel lugar para cargar agua. Y del mismo modo que él había arribado a aquel lugar con la intención de cargar agua, diez galeras de sarracenos que eran del rey de Marruecos y habían sido armadas en Cepta (217), llegaron al mismo lugar también para cargar agua. Y estas diez galeras de sarracenos eran las mejor armadas y con mejor tripulación de sarracenos que jamás hubiesen habido; y habían hecho ya gran daño a muchos leños (218) cristianos que habían capturado, y llevaban muchos cautivos en las galeras, lo que era un gran pecado.
Y cuando las galeras de En Corral Llança vieron venir las diez galeras, salieron a descubierto; y los sarracenos que los vieron, que ya se habían enterado de la expedición, gritaron en su sarracenesco: - Aür, aür!- (219) y muy reciamente navegaron contra las galeras de En Corral Llança. Y las galeras de En Corral Llança se situaron en rueda (220) y se juntaron las cuatro y celebraron consejo. Y En Corral les dijo:
- Señores, vosotros sabéis que la gracia de Dios está con el señor rey de Aragó y con todos sus súbditos y sabéis cuantas victorias hemos tenido sobre los sarracenos. Y podéis imaginar que el señor rey de Aragó está presente con nosotros en estas galeras, ya que aquí podéis contemplar su estandarte que representa su persona. Y así, si él está con nosotros, la gracia de Dios y la suya propia nos ayudará y nos llevará a la victoria. Y sería una gran vergüenza para el señor rey y para la ciudad de Valencia, de donde hemos salido, que por culpa de estos perros huyésemos, cosa que ningún súbdito del señor rey de Aragó ha hecho nunca. Por lo que os ruego a todos que os acordéis del poder de Dios y de madona santa María y la santa Fe católica y del honor del señor rey y de la ciudad de Valencia y de todo el reino; y todos, vigorosamente, así como están frenilladas (221) las cuatro galeras, que ataquemos, y en el día de hoy hagamos tal hazaña que siempre se hable de nosotros. Y tened por seguro que les venceremos y quedaremos ricos para siempre. Sin embargo todos podéis contemplar que ellos son tantos más que nosotros, que podríamos escaparnos y huir, ya que si queremos no nos pueden forzar al combate. Y así que cada cual opine lo que más nos conviene; yo ya os he dicho mi opinión. Y todavía os lo repito y os ruego de parte del señor rey y de la ciudad de Valencia, que ataquemos, que son nuestros.
Y todos comenzaron a gritar: - Ataquemos, ataquemos! Que son nuestros- Y con esto se armaron muy bien, y los sarracenos hicieron otro tanto. Y cuando estuvieron armados cada uno de su parte, En Corral Llança a boga arrancada (222) fue sobre ellos, y hubo sarracenos que dijeron a su capitán que las galeras venían para rendirse; y la mayor parte de los sarracenos abundaba en esta opinión, ya que en las galeras de los sarracenos había muy buenos caballeros sarracenos y no podían imaginar que los cristianos estuviesen tan locos que quisieran combatir contra ellos.
Pero el almirante de los sarracenos era un sabio marino, y había estado en muchos lances de armas y conocía quienes eran los catalanes, y comenzó a mover la cabeza y dijo:
Barones, ¡loco pensamiento tenéis! No conocéis a la gente del rey de Aragó tal como yo las conozco. Estad seguros que ellos vienen directamente a combatir contra nosotros, y vienen tan dispuestos a morir que ¡pobre del hijo de madre que los espere! Porque tal como ellos vienen dispuestos a vencer o a morir, meteos esto en la cabeza: que hoy será el día que, si no os esforzáis, todos acabaréis muertos o cautivos. Y pluguiese a Dios que yo estuviera a cien millas de aquí, pero ya que no es así, me encomiendo a Dios y a Mahomet (223).
Y enseguida hizo tocar las trompas (224) y las nácaras (225), y con gran estruendo y grandes gritos comenzaron a remar muy vigorosamente. Y las cuatro galeras hermosamente, sin tanto grito, ni palabras, ni algarabía, atacaron en medio de las diez galeras.
Y la batalla fue muy cruel y áspera y duró de la mañana a la noche sin que quedara un momento para comer ni beber. Pero nuestro señor verdadero Dios y su bendita Madre, de quien todas las mercedes llegan, y la buena ventura del señor rey de Aragón dio a los nuestros la victoria, de tal modo que las diez galeras fueron derrotadas y sus hombres muertos y apresados. ¡Bendito sea el Señor que lo hizo!
Y cuando hubieron vencido la batalla y capturado o hundido todas las galeras, desataron a los cristianos cautivos que encontraron y a cada uno de ellos le dieron tan buena parte del botín que Dios les había dado a ganar, que incluso fue superior a su propia parte.
Y así con gran alegría y victoria regresaron a Valencia con las galeras capturadas y con muchos cautivos sarracenos que se habían escondido en las bodegas, de los que sacaron buen provecho.
NOTAS
212. Tlemcen. En árabe Tilimsani. Ciudad del NW de Argelia.
213. Tunez
214. Galera. Embarcación de vela y remo, la más larga de quilla y que calaba menos agua entre las de vela latina.
215. Ciudad de Argelia, junto al golfo del mismo nombre.
216. Topónimo no localizado. Localizado este mismo nombre como grupo de islas en una crónica del siglo XV de Gomes Eanes de Zurara que, por la derrota seguida en la expedición, podría indicar que se trata de las islas Kerkenna frente a Sfax
217. Ceuta.
218. Leño. Embarcación medieval, de vela y remo, semejante a las galeotas.
219. Grito de guerra que se repite a lo largo de esta crónica. Parece que venga de oro, y tenga el significado de "buena suerte" o "ánimo".
220. Situación estratégica en círculo para mejor defenderse.
221. Frenillar. Término marinero. Sujetar con frenillos. Frenillo: Cabo o rebenque para diversos usos.
222. A boga arrancada. La que se hace con la mayor fuerza y precipitación y echando muy a proa las palas de los remos al meterlos en el agua.
223. Mahoma.
224. Trompa. Instrumento músico de viento, que consiste en un tubo de latón enroscado circularmente y que va ensanchándose desde la boquilla al pabellón, donde se introduce más o menos la mano derecha para producir la diversidad de sonidos.
225. Nácara. Timbal usado en la antigua caballería.
2 comentaris:
metida la narid en el ordenador, le fé mueve montañas..
BESINES
eso parece...
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