Camí del Concili de Lió.
El rei d'Aragó acompanya el seu gendre Alfons X rei de Castella des de la seua entrada per València fins a Montpeller. Això sí, de festa en festa.
Vull fer notar l'orgull amb què el cronista, parlant de l'arribada i estança dels reis a Peralada, diu:
"E aço se yo, perço com yo era fadry, e lo dit Senyor Rey de Castella, e la Regina jagren aquella nuyt en la cambra de l'alberch de mon pare, hon ya vos he comptat, quel damunt dit Senyor Rey en Jacme d'Arago havia posat"
El rei d'Aragó acompanya el seu gendre Alfons X rei de Castella des de la seua entrada per València fins a Montpeller. Això sí, de festa en festa.
Vull fer notar l'orgull amb què el cronista, parlant de l'arribada i estança dels reis a Peralada, diu:
"E aço se yo, perço com yo era fadry, e lo dit Senyor Rey de Castella, e la Regina jagren aquella nuyt en la cambra de l'alberch de mon pare, hon ya vos he comptat, quel damunt dit Senyor Rey en Jacme d'Arago havia posat"
XXIII
Ahora dejaré estar esto, que ya volveré sobre ello, y hablaré del señor rey de Aragó.
Y cuando el señor rey En Jacme de Aragó y los infantes hubieron dispuesto todas estas cosas, pensó en como podría acudir de la forma más honrada posible al concilio, principalmente porque le habían comunicado algunos cardenales y otros prelados que estaban en el consejo del papa, que en buena parte el santo padre había convocado el concilio por el gran deseo que tenía de ver al señor rey En Jacme de Aragó y la alegría que él tendría al encontrarse allá con tales reyes por yernos, como eran el rey de França (232) y el rey de Castilla, y sus hijas reinas, y sus nietos y nietas; y como el papa se quería deleitar viendo aquel milagro que Dios había obrado en el nacimiento del señor rey En Jacme de Aragó, y quería ver el buen fin que alcanzaría; y asimismo escuchando a su consejo (ya que lo tenía por el más sabio señor del mundo y el mejor en armas y en cualquier hecho) disponer con toda la cristiandad una expedición contra los infieles.
Y cuando hubo dispuesto su viaje, él y los señores infantes salieron al encuentro del rey de Castilla, y acudieron al reino de Valencia; y quisieron comprobar cómo se habían dispuesto las viandas. Y les fue mostrado todo; y se encontraba todo bien dispuesto y organizado, por lo que no fue menester mejorarlo. Y así el señor rey y los señores infantes se acercaron al lugar por donde el rey de Castilla debía entrar.
Y cuando el rey de Castilla y la reina y sus infantes supieron que el señor rey y los infantes estaban listos para recibirlos con gran honor, se apresuraron a partir, y se pusieron en marcha. Y cuando llegaron a la entrada de la tierra del señor rey de Aragó, el señor rey y los infantes ya se encontraban allí y fueron recibidos con gran alegría y fiesta y grandes procesiones y juegos que en todas los lugares les hacían las gentes del rey de Aragó.
Y desde que entraron en la tierra del señor rey de Aragó, transcurrieron once días hasta que llegaron a la ciudad de Valencia; y cuando llegaron a la ciudad nadie podría describir los juegos, las fiestas, desafíos, justas de rejón, de caballeros salvajes (233), de barones con armas, torneos, galeras y leños armados que los marinos transportaban con carretas por la Rambla, y batallas de naranjas y colgaduras en los balcones; así que tantos fueron los juegos programados cuando llegaron a la iglesia de Sant Vincenç donde descabalgaron y entraron reverentemente, que se hizo noche oscura antes de que pudieran llegar al real, donde el señor rey mando que hospedasen al rey de Castilla y a la reina. Y los infantes se alojaron cada uno en honradas posadas. ¿Qué os diré? Quince días enteros duró la fiesta en Valencia, que ningún menestral ni nadie trabajó, sino que cada día se renovaban los juegos y las danzas; y en cuanto a los convites y raciones que el señor rey de Aragó hacía dar a las gentes del rey de Castilla sería asombroso sólo el contarlo.
¿Qué os diré? Que si os lo quisiera explicar todo, alargaría en tal manera mi historia que no podría cumplir con mi propósito. Pero, finalmente, os digo que partiendo de Valencia acudieron todos a madona Santa María del Puig (234) de Valencia , y de Santa María del Puig a Murvedre (235), y de Murvedre a Borriana (236), y de Borriana a Castelló (237), y de Castelló a Cabanes (238), y de Cabanes a les Coves (239), y de les Coves a Sent Mateu (240), y de Sent Mateu a Ulldecona (241), y de Ulldecona a la ciudad de Tortosa (242), y allí se detuvieron seis días; y después, de Tortosa al Coll de Balaguer (243), y pasaron por Sent Jordi (244), ya que todavía no estaba poblada la fuente del Perelló (245); del desfiladero de Balaguer a Cambrils (246), y de Cambrils a la ciudad de Tarragona. Y sería muy prolijo relatar el honor que allí se les hizo; que los recibieron el arzobispo de Tarragona, con nueve obispos de su provincia, que son todos de la señoría del rey de Aragó, y con muchos abades y priores y gran cantidad de religiosos y de clérigos, en procesión, cantando y alabando a Dios; y estuvieron en la ciudad de Tarragona ocho días. Después de Tarragona fueron a s'Arboç (247), y después a Vilafranca del Penedès (248), que es una villa noble y buena, donde se les hizo tanto honor como en una ciudad; y estuvieron en Vilafranca tres días. De Vilafranca fueron a Sent Climent (249); de Sent Climent a Barcelona; y no me hace falta relatar, ya os lo podéis imaginar, cómo fueron recibidos en Barcelona, que sería muy largo describirlo; pues del mismo modo que Barcelona es la más noble ciudad y la mejor que posee el señor rey de Aragó, igualmente sobrepasó en la fiesta y los juegos a todas las otras ciudades.
Y allí se detuvieron diez días; y después, de Barcelona fueron a Granollers (250), y de Granollers a Hostalric (251), y de Hostalric a la ciudad de Gerona (252). Y allí se les hizo tal fiesta que no necesito contarla, que solamente los ciudadanos de Gerona, sin incluir los caballeros, que son muchos en aquel país, hicieron tanta fiesta que a todos asombraron; y allí permanecieron cuatro días. Y después partiendo de Gerona vinieron a hospedarse en Bàscara (253) y en Pontons (254); y después el rey y la reina juntos vinieron a albergarse en Peralada (255). Y esto lo sé yo porque era mozo (256), cuando el señor rey de Castilla y la reina se alojaron aquella noche en la alcoba del albergue de mi padre, donde ya os he contado que el señor rey En Jacme de Aragón se había hospedado, así que, para que el rey de Castilla y la reina estuvieran juntos aquella noche, se construyó un pasaje desde el albergue de En Bernat Rossinyol, que lindaba con el albergue de mi padre, por donde el rey pudiera pasar a la alcoba de la reina; y así por haberlo visto, no porque me lo hayan contado, os puedo explicar esto. En Peralada estuvieron dos días, ya que En Dalmau de Rocabertí (257), señor de Peralada, suplicó al señor rey de Aragó que le pluguiese aceptar que los pudiese invitar un día en Peralada, y el señor rey, atendiendo a sus ruegos y como lo amaba mucho le contestó que no podía consentir que atendiera un solo día a sus necesidades en Peralada, sino que le otorgaba otro día más como gracia especial; lo que mucho le agradeció En Dalmau, como correspondía, ya que fue una concesión que nunca quiso otorgar ni a prelado, ni a ricohombre en Catalunya, salvo a él, por lo que En Dalmau mucho se lo agradeció.
Y luego que hubieron pasado dos jornadas en Peralada con gran gozo y gran fiesta, se dirigieron a la Jonquera (258), de la Jonquera al Veló (259), del Veló al Masdéu (260), que es un paraje muy hermoso, que era del Temple; del Masdéu entraron en Perpinyà (261). Y ni me preguntéis por la gran fiesta que allí se celebró y que duró ocho días.
Después partieron hacia Salses (262), de Salses a Vilafranca (263), de Vilafranca a Narbona (264), donde N'Eimeric de Narbona (265) les honró sobremanera, y esto porque él y el señor infante En Jacme d'Aragó tenían sendas hermanas por esposas, hijas del conde de Foix. Y de Narbona, donde permanecieron dos días, fueron a Besers (266), y de Besers a Sent Tiberí (267), y de Sent Tiberí a Lopià (268), y de Lopià a Montpestller (269); pero los juegos y las fiestas que se celebraron en Montpestller, sobrepasaron a todas las fiestas anteriores. Y allí permanecieron quince días, y desde allí enviaron sus embajadores al papa; y allí recibieron su respuesta. Y cuando hubieron escuchado su respuesta y hubieron organizado su ruta de entrada en la tierra del rey de Francia, partieron de Montpestller.
Y ya de aquí en adelante no corresponde a la materia de este libro el que yo siga hablando de ellos, que bastante tengo con hablar de la materia por la que se escribe este libro, a saber, sobre el honor y la gracia que Dios ha concedido a la casa de Aragó. Y como yo entiendo que ésta es una historia que revierte en gran honor del linaje de Aragó y de sus gentes, es por lo que os la he relatado.
Y no creáis que sea poca cosa lo que le costó al señor rey de Aragón y a sus hijos este viaje de su yerno, que os juro que subió a tanto, que toda Castilla no lo podría pagar ni en cuatro años. Por lo que vosotros que oiréis este libro, y no sabéis cual es el poder del señor rey de Aragó, imaginad cuál es, que en verdad difícilmente el rey de Francia podría aproximarse a él; y aún cuando su tesoro bastase, no tendría el coraje de hacerlo, con lo que esto no hubiera sucedido.
Y el señor rey En Jacme d'Aragón estaba más satisfecho de lo que había gastado, de lo que lo estaría si todo lo que gastaba lo hiciese en dones o en servicios al papa o a otras gentes. Y Dios premió su buen corazón, por lo que lo recompensó y honró en todos los hechos de su vida.
Ahora dejemos ir al rey de Castilla, que ha partido hacia el concilio, y hablemos del señor rey de Aragón.
NOTAS
Y cuando el señor rey En Jacme de Aragó y los infantes hubieron dispuesto todas estas cosas, pensó en como podría acudir de la forma más honrada posible al concilio, principalmente porque le habían comunicado algunos cardenales y otros prelados que estaban en el consejo del papa, que en buena parte el santo padre había convocado el concilio por el gran deseo que tenía de ver al señor rey En Jacme de Aragó y la alegría que él tendría al encontrarse allá con tales reyes por yernos, como eran el rey de França (232) y el rey de Castilla, y sus hijas reinas, y sus nietos y nietas; y como el papa se quería deleitar viendo aquel milagro que Dios había obrado en el nacimiento del señor rey En Jacme de Aragó, y quería ver el buen fin que alcanzaría; y asimismo escuchando a su consejo (ya que lo tenía por el más sabio señor del mundo y el mejor en armas y en cualquier hecho) disponer con toda la cristiandad una expedición contra los infieles.
Y cuando hubo dispuesto su viaje, él y los señores infantes salieron al encuentro del rey de Castilla, y acudieron al reino de Valencia; y quisieron comprobar cómo se habían dispuesto las viandas. Y les fue mostrado todo; y se encontraba todo bien dispuesto y organizado, por lo que no fue menester mejorarlo. Y así el señor rey y los señores infantes se acercaron al lugar por donde el rey de Castilla debía entrar.
Y cuando el rey de Castilla y la reina y sus infantes supieron que el señor rey y los infantes estaban listos para recibirlos con gran honor, se apresuraron a partir, y se pusieron en marcha. Y cuando llegaron a la entrada de la tierra del señor rey de Aragó, el señor rey y los infantes ya se encontraban allí y fueron recibidos con gran alegría y fiesta y grandes procesiones y juegos que en todas los lugares les hacían las gentes del rey de Aragó.
Y desde que entraron en la tierra del señor rey de Aragó, transcurrieron once días hasta que llegaron a la ciudad de Valencia; y cuando llegaron a la ciudad nadie podría describir los juegos, las fiestas, desafíos, justas de rejón, de caballeros salvajes (233), de barones con armas, torneos, galeras y leños armados que los marinos transportaban con carretas por la Rambla, y batallas de naranjas y colgaduras en los balcones; así que tantos fueron los juegos programados cuando llegaron a la iglesia de Sant Vincenç donde descabalgaron y entraron reverentemente, que se hizo noche oscura antes de que pudieran llegar al real, donde el señor rey mando que hospedasen al rey de Castilla y a la reina. Y los infantes se alojaron cada uno en honradas posadas. ¿Qué os diré? Quince días enteros duró la fiesta en Valencia, que ningún menestral ni nadie trabajó, sino que cada día se renovaban los juegos y las danzas; y en cuanto a los convites y raciones que el señor rey de Aragó hacía dar a las gentes del rey de Castilla sería asombroso sólo el contarlo.
¿Qué os diré? Que si os lo quisiera explicar todo, alargaría en tal manera mi historia que no podría cumplir con mi propósito. Pero, finalmente, os digo que partiendo de Valencia acudieron todos a madona Santa María del Puig (234) de Valencia , y de Santa María del Puig a Murvedre (235), y de Murvedre a Borriana (236), y de Borriana a Castelló (237), y de Castelló a Cabanes (238), y de Cabanes a les Coves (239), y de les Coves a Sent Mateu (240), y de Sent Mateu a Ulldecona (241), y de Ulldecona a la ciudad de Tortosa (242), y allí se detuvieron seis días; y después, de Tortosa al Coll de Balaguer (243), y pasaron por Sent Jordi (244), ya que todavía no estaba poblada la fuente del Perelló (245); del desfiladero de Balaguer a Cambrils (246), y de Cambrils a la ciudad de Tarragona. Y sería muy prolijo relatar el honor que allí se les hizo; que los recibieron el arzobispo de Tarragona, con nueve obispos de su provincia, que son todos de la señoría del rey de Aragó, y con muchos abades y priores y gran cantidad de religiosos y de clérigos, en procesión, cantando y alabando a Dios; y estuvieron en la ciudad de Tarragona ocho días. Después de Tarragona fueron a s'Arboç (247), y después a Vilafranca del Penedès (248), que es una villa noble y buena, donde se les hizo tanto honor como en una ciudad; y estuvieron en Vilafranca tres días. De Vilafranca fueron a Sent Climent (249); de Sent Climent a Barcelona; y no me hace falta relatar, ya os lo podéis imaginar, cómo fueron recibidos en Barcelona, que sería muy largo describirlo; pues del mismo modo que Barcelona es la más noble ciudad y la mejor que posee el señor rey de Aragó, igualmente sobrepasó en la fiesta y los juegos a todas las otras ciudades.
Y allí se detuvieron diez días; y después, de Barcelona fueron a Granollers (250), y de Granollers a Hostalric (251), y de Hostalric a la ciudad de Gerona (252). Y allí se les hizo tal fiesta que no necesito contarla, que solamente los ciudadanos de Gerona, sin incluir los caballeros, que son muchos en aquel país, hicieron tanta fiesta que a todos asombraron; y allí permanecieron cuatro días. Y después partiendo de Gerona vinieron a hospedarse en Bàscara (253) y en Pontons (254); y después el rey y la reina juntos vinieron a albergarse en Peralada (255). Y esto lo sé yo porque era mozo (256), cuando el señor rey de Castilla y la reina se alojaron aquella noche en la alcoba del albergue de mi padre, donde ya os he contado que el señor rey En Jacme de Aragón se había hospedado, así que, para que el rey de Castilla y la reina estuvieran juntos aquella noche, se construyó un pasaje desde el albergue de En Bernat Rossinyol, que lindaba con el albergue de mi padre, por donde el rey pudiera pasar a la alcoba de la reina; y así por haberlo visto, no porque me lo hayan contado, os puedo explicar esto. En Peralada estuvieron dos días, ya que En Dalmau de Rocabertí (257), señor de Peralada, suplicó al señor rey de Aragó que le pluguiese aceptar que los pudiese invitar un día en Peralada, y el señor rey, atendiendo a sus ruegos y como lo amaba mucho le contestó que no podía consentir que atendiera un solo día a sus necesidades en Peralada, sino que le otorgaba otro día más como gracia especial; lo que mucho le agradeció En Dalmau, como correspondía, ya que fue una concesión que nunca quiso otorgar ni a prelado, ni a ricohombre en Catalunya, salvo a él, por lo que En Dalmau mucho se lo agradeció.
Y luego que hubieron pasado dos jornadas en Peralada con gran gozo y gran fiesta, se dirigieron a la Jonquera (258), de la Jonquera al Veló (259), del Veló al Masdéu (260), que es un paraje muy hermoso, que era del Temple; del Masdéu entraron en Perpinyà (261). Y ni me preguntéis por la gran fiesta que allí se celebró y que duró ocho días.
Después partieron hacia Salses (262), de Salses a Vilafranca (263), de Vilafranca a Narbona (264), donde N'Eimeric de Narbona (265) les honró sobremanera, y esto porque él y el señor infante En Jacme d'Aragó tenían sendas hermanas por esposas, hijas del conde de Foix. Y de Narbona, donde permanecieron dos días, fueron a Besers (266), y de Besers a Sent Tiberí (267), y de Sent Tiberí a Lopià (268), y de Lopià a Montpestller (269); pero los juegos y las fiestas que se celebraron en Montpestller, sobrepasaron a todas las fiestas anteriores. Y allí permanecieron quince días, y desde allí enviaron sus embajadores al papa; y allí recibieron su respuesta. Y cuando hubieron escuchado su respuesta y hubieron organizado su ruta de entrada en la tierra del rey de Francia, partieron de Montpestller.
Y ya de aquí en adelante no corresponde a la materia de este libro el que yo siga hablando de ellos, que bastante tengo con hablar de la materia por la que se escribe este libro, a saber, sobre el honor y la gracia que Dios ha concedido a la casa de Aragó. Y como yo entiendo que ésta es una historia que revierte en gran honor del linaje de Aragó y de sus gentes, es por lo que os la he relatado.
Y no creáis que sea poca cosa lo que le costó al señor rey de Aragón y a sus hijos este viaje de su yerno, que os juro que subió a tanto, que toda Castilla no lo podría pagar ni en cuatro años. Por lo que vosotros que oiréis este libro, y no sabéis cual es el poder del señor rey de Aragó, imaginad cuál es, que en verdad difícilmente el rey de Francia podría aproximarse a él; y aún cuando su tesoro bastase, no tendría el coraje de hacerlo, con lo que esto no hubiera sucedido.
Y el señor rey En Jacme d'Aragón estaba más satisfecho de lo que había gastado, de lo que lo estaría si todo lo que gastaba lo hiciese en dones o en servicios al papa o a otras gentes. Y Dios premió su buen corazón, por lo que lo recompensó y honró en todos los hechos de su vida.
Ahora dejemos ir al rey de Castilla, que ha partido hacia el concilio, y hablemos del señor rey de Aragón.
NOTAS
232. Felipe III de Francia, llamado el Atrevido. Hijo de Luís IX el Santo y de Margarita de Provenza. Casado en 1262 con Isabel de Aragón, hija de Jaime I el Conquistador.
233. Caballero salvaje. Durante la edad media, personaje extravagante por su vestimenta y modo de expresarse que, como los juglares, viajaba de corte en corte, al servicio de reyes y magnates y era un elemento indispensable en las fiestas callejeras. No se sabe si eran autores o recitadores.
234. El Puig de Santa María. Municipio de l'Horta. Valencia.
235. Sagunt o Morvedre. En castellano Sagunto. Municipio del Camp de Morvedre. Valencia.
236. En castellano Burriana. Municipio de la Plana Baixa. Castellón.
237. En castellano Castellón de la Plana.
238. Cabanes de l'Arc. Municipio de la Plana Alta. Castellón.
239. Les Coves de Vinromà. Municipio de la Plana Alta. Castellón.
240. Sant Mateu del Maestrat. Municipio del Baix Maestrat. Castellón.
241. Ulldecona. Municipio del Montsià. Tarragona.
242. Tortosa. Municipio del Baix Ebre. Tarragona.
243. Castillo actualmente en ruinas que defendía el paso entre Catalunya y Valencia, y que está situado entre Perelló (Baix Ebre) y l'Hospitalet de L'Infant (Baix Camp). Tarragona.
244. San Jordi d'Alfama. Antiguo castillo del municipio de l'Ametlla de Mar (Baix Ebre). Tarragona.
245. Perelló. Municipio del Baix Ebre. Tarragona.
246. Cambrils de Mar. Municipio del Baix Camp. Tarragona.
247. L'Arboç. Municipio del Baix Penedès. Tarragona.
248. Vilafranca del Penedès. Municipio del Alt Penedès. Barcelona.
249. Sant Climent de Llobregat. Municipio del Baix Llobregat. Barcelona.
250. Granollers. Municipio del Vallès Oriental. Barcelona.
251. Hostalric. Municipio de la Selva. Girona.
252. Actualmente Girona. He respetado, como en el resto de los topónimos el original, en este caso Gerona.
253. Bàscara. Municipio del Alt Empordà. Girona.
254. Pontòs. Municipio del Alt Empordà. Girona.
255. Peralada. Municipio del Alt Empordà. Girona. Lugar de nacimiento del autor de esta crónica.
256. Muntaner tendría entonces entre nueve y diez años.
257. Dalmau III, vizconde de Rocabertí.
258. En castellano La Junquera. Municipio del Alt Empordà. Girona.
259. El Voló. Municipio del Rosselló en el departamento de los Pirineos Orientales. Francia.
260. El Masdéu. Caserío y antiguo término del municipio de Trullars, en el Rosselló, departamento de los Pirineos Orientales. Francia. Fue un importante centro templario.
261. Perpinyà. En Francés Perpignan. Capital del Rosselló en el departamento de los Pirineos Orientales. Francia.
262. Salses. Municipio del Rosselló. Pirineos Orientales. Francia.
263. Topónimo no encontrado. Aproximadamente a medio camino entre Salses y Narbona se encuentra Sigean, por lo que se podría referir a dicha ciudad.
264. En francés Narbonne. Ciudad en el departamento del Aude. Francia.
265. Eimeric IV de Narbona. Casado con Sibil·la de Foix.
266. En francés Beziers. Municipio en el departamento del Herault. Francia.
267. En francés Saint Thibéry. Municipio en el departamento del Herault. Francia
268. En francés Loupian. Municipio en el departamento del Herault. Francia
269. En francés Montpellier. Ciudad en el departamento del Herault. Francia.
3 comentaris:
Me estaban agobiando para dejarlo, pero hoy me he enterado que era una maniobra organizada, así que me tendréis, porque me he dado cuenta que tengo mejores y más amigos, que pocos, cobardes , torpes enemigos.
llámame cuando puedas
Un beso, Marquesa de NKN.
Julio, ya veo yo de donde les viene a los monarcas eso de los gastos insultantes. " (...)que os juro que subió a tanto, que toda Castilla no lo podría pagar ni en cuatro años."
Me he reído como un lunático cuando comienza a relatar lo del pasaje "alcobático" y remendado. Y, es que, monarcas o no, ¡la alcoba compartida siempre tira lo suyo!
UN abrazo, amigo.
Pau i Salut.
Daniel.
muy bueno...yo me parto de risa con esta historia..
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