Arran de les coses que han passat els darrers dies a la plataforma de blogs del país, he rescatat un article de l'escriptor i novel·lista Joan Francesc Mira, on ens presenta alguns dels estrambòtics comentaris que els censors, al 1974 (només fa 34 anys) li feien a una novel·la seua.
La conclusió de l'article és la que tots sabem: "tots els censors, polítics, ideològics i morals, pateixen restrenyiment professional"
Com de costum, deixaré l'original i una traducció de l'article.
Nota de lectura
He explicat aquesta història fa pocs dies en un altre lloc, però no vull privar els lectors d'EL TEMPS d'una perla tan fina. Això és que Santi Cortés, que prepara un treball sobre l'Editorial 3i4, em va fer una llarga entrevista i em va passar uns papers ben curiosos, conservats en no sé quin arxiu d'Alcalà de Henares, supose que dedicat a aquesta mena de documents. Això era que jo havia escrit una novel·la, El bou de foc, i els funcionaris de la censura hi havien d'aplicar els seus criteris implacables. Així, un dels informes afirma, entre més coses: "La novela mezcla conceptos distintos, variados que van desde la referencia a la guerra española... donde da a entender que moros, italianos y carlistas, a quienes titula generalizadamente como 'fascistas' llegan en intento frustrado de castramiento en el Colegio por haber denunciado a un compañero (ello parece deducir que las fuerzas del Movimiento eran vandalicas y salvajes)." No he alterat l'original: el censor no era, certament, un mestre de l'idioma. Ni de la síntesi argumental, perquè això que els feixistes arriben al col·legi en un intent frustrat de castració és una invenció rigorosa: jo no tenia tanta fantasia. On el bon home s'espanta, sobretot, és en matèria de religió i de sexe: la novel·la, assegura, "emplea toda clase de lenguaje soez en descripciones de tipo sexual. Asi en la pag. 108 se esta hablando de preservativos. Pero sobre sale sobre todo la pag. 102, 187, 191 Y 208 entre otras donde se vierten conceptos a la Religion 'me cago en la Hostia'; 'follar a la Virgen' y aquella otra como 'cagarse en Dios' y así la novela es destructiva y escandalosa a la moral que se predica en nuestro pais bajo los principios del cristianismo". La moral del país i els principis del cristianisme poden ser destruïts si hom parla de preservatius, i molt més si un personatge rural deixa anar exabruptes tan grossos com ara "aquell és capaç de fotre la Mare de Déu", que el censor interpreta com "follar a la Virgen". Poca broma amb aquestes coses, ja que l'escàndol públic i l'atemptat a la religió són matèries que "dan pié para una denuncia ajustada a ley y si ello no se considerara suficiente en cuanto al delito tendriamos el numero 5° del Art. 566 y el n° 3° del 567 del Libro III del Codigo Penal vigente." I remata i conclou: "Ahora bien una accion eficaz desde el punto de vista de los Tribunales si se quiere cortar con la invasion de libelos de esta naturaleza sería el de secuestro con la denuncia pertinente que cuando menos de no prosperar la accion en cuanto a procesamiento si lo sería en impedir la divulgacion a través del parrafo 2° del art, 635 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal." Firmat a Madrid, el 6 de desembre del 1974. Si a l'autor no se li aplica el codi penal, almenys que ho pague el llibre.
Hi ha també un altre informe sobre la mateixa novel·la (no en devien tindre prou amb un), on el censor de torn es pregunta retòricament: "¿Ataca al dogma? ¿A la moral? ¿A la Iglesia o a sus Ministros? ¿Al Régimen y a sus instituciones? ¿A las personas que colaboran o han colaborado con el Régimen?" Respon, evidentment, que sí, que sí que ataca el dogma, la moral, l'església, el règim i les persones que hi col·laboren, i conclou: "Por toda la novela, aqui y alla, discurre lo sexual a veces de manera soez y en el lenguaje que pretende ser realista no se hurtan las blasfemias en el lenguaje... " "Debe, pues, ser puesta la obra a disposición del Ministerio fiscal." Madrid, 4 de desembre del 1974. El lector. El funcionari censor firma com a "lector": és un detall ben sensible. Finalment, sembla que es van limitar a exigir que tallaren tres pàgines del llibre ja imprès -devien ser les més perilloses- i n'enganxaren tres de noves i més neutres. Gestions oportunes van evitar el desficaci, el llibre va arribar a les llibreries, i fins i tot als alumnes d'instituts, i un capellà el va proclamar blasfem i pornogràfic en un sermó dominical.
La novel·leta, per cert, era del tot innocent. I la història demostra que els censors, abans i ara, tots els censors, polítics, ideològics i morals, pateixen restrenyiment professional.
Joan Francesc Mira
El Temps 1260
Traducció:
Nota de lectura
He explicado esta historia hace poco en otra parte, pero no quiero privar a los lectores de EL TEMPS de una perla tan fina. Ocurre que Santi Cortés, que prepara un trabajo sobre la Editorial 3i4, me hizo una larga entrevista y me pasó unos papeles muy curiosos, conservados en no sé qué archivo de Alcalá de Henares, supongo que dedicado a esta clase de documentos. Pasaba que yo había escrito una novela El toro de fuego, y los funcionarios de la censura habían de aplicar sus implacables criterios. Así, uno de los informes afirma, entre otras cosas: "La novela mezcla conceptos distintos, variados que van desde la referencia a la guerra española... donde da a entender que moros, italianos y carlista, a quienes titula gneralizadamente como 'fascistas' llegan en intento frustrado de castramiento en el Colegio por haber denunciado a un compañero (ello parece deducir que las fuerza del Movimiento eran vandalicas y salvajes)." No he alterado el original: el censor no era, ciertamente, un maestro del idioma. Ni de la síntesís argumental, porque lo de que los fascistas llegan al colegio en un intento frustrado de castración es rigurosamente una invención: yo no tenía tanta fantasía. Donde el buen hombre se espanta, sobretodo, es en materia de religión y sexo: la novela, afirma "emplea toda clase de lenguaje soez en descripciones de tipo sexual. Así en la pag. 108 se esta hablando de preservativos. Pero sobre sale sobre todo la pg. 102, 187, 191 y 208 entre otras donde se vierten conceptos a la Religión 'me cago en la Hostia'; 'follar a la Virgen' y aquella otra como 'cagarse en Dios' y así la novela es destructiva y escandalosa a la moral que se predica en nuestro pais bajo los principios del cristianismo". La moral del país y los principios del cristianismo pueden ser destruidos si se habla de preservativos, y mucho más si un personaje rural suelta tacos tan gordos como "aquel es capaz de joder a la Virgen", que el censor interpreta como "follar a la Virgen". Poca broma con estas cosas, ya que el escándalo público y el atentado a la Religión son materias que "dan pié para una denuncia ajustada a ley y si ello no se considerara suficiente en cuanto al delito tendriamos el numero 5º del Art. 566 y el nº 3º del 567 del Libro III del Codigo Penal vigente." Y remata y concluye: "Ahora bien una acción eficaz desde el punto de vista de los Tribunales si se quiere cortar con la invasion de libelos de esta naturaleza sería el de secuestro con la denuncia pertinente que cuando menos de no prosperar la accion en cuanto a procesamiento si lo sería en impedir la divulgacion a través del parrafo 2º del art. 635 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal." Firmado en Madrid, el 6 de diciembre de 1974. Si al autor no se le aplica el código penal, por lo menos que lo pague el libro.
Hay también otro informe sobre la misma novela (no debían tener bastante con uno), donde el censor de turno se pregunta retóricamente: "¿Ataca al dogma? ¿A la moral? ¿A la Iglesia o a sus Ministros? ¿Al Régimen y a sus instituciones? ¿A las personas que colaboran o han colaborado con el Régimen?" Responde, evidentemente, que sí, que sí que ataca al dogma, la moral, la iglesia, el régimen y las personas que colaboran con él, y concluye: "Por toda la novela, aqui y alla, discurre lo sexual a veces de manera soez y en el lenguaje que pretende ser ralista no se hurtan las blasfemias en el lenguaje... " "Debe, pues, ser puesta la obra a disposición del Ministerio fiscal." Madrid, 4 de diciembre del 1974. El lector. El funcionario censor firma como "lector": es un detalle muy sensible. Finalmente, parece que se limitaron a exigir que cortaran tres páginas del libro ya impreso -debían ser las más peligrosas- y engancharan otras tres nuevas y más neutras. Gestiones oportunas evitaron la gilipoyez, el libro llegó a las librerías, e incluso a los alumnos de los institutos, y un cura lo proclamó blasfemo y pornográfico en un sermón dominical.
La novelita, por cierto, era totalmente inocente. Y la historia demuestra que los censores, antes y ahora, todos los censores, políticos, ideológicos y morales, sufren estreñimiento profesional.
5 comentaris:
Joder si lo tenemos en el MEDIO DE COMUNICACIÖN EL PAIS.COM, que cuando piensi que nos leen desde afuera me dá vergüenza ajena...
L acensura seguirá estando siempre que haya diferentes puntos de vista y uno de ellos sea el mandatario del momento...que pena.
Julio, no sé m,uy ckaro lo que haré, ahora mismo estoy perdida, por si acaso, me ha encantado conocerte, de verdad...
BESINES
Julio, muchísimas gracias por publicar esta entrañable y conmovedora nota universal.
Ahora mismo la imprimo y cuelgo en mi estudio.
Paz.
Daniel.
p.d. Estoy perdiendo toda ilusión y creo que voy a dejar la COmunidad para dedicarme al Blogger y a otras páginas. No merece la pena forma parte de un colectivo en el que la censura parece ser algo sistemático.
Nicky, ni se te ocurra abandonarnos. No tienes derecho. ¿ok?
Besos
Danny, desgraciadamente todos tendemos a censurar lo que no nos gusta, a demostrar nuestro poder, jodiendo al prójimo. Deralte ha vuelto a abrir el blog, y le han hecho un comentario sobre una censura, también en blogger. Aquella a cuenta de unas fotos con desnudo. ¿puedes creerlo, en el siglo XXI? Estamos muy locos.
Sahha
Un blog alojado en un medio no es un blog. No tienes el control de tu bitácora al poder ser censurado en cualquier momento.
Sólo en una plataforma abierta como Blogger o Wordpress se es completamente libre.
Lo que está pasando en La Comunidad es lamentable, pero no sólo por la censura, sino también por las guerras fratricidas entre blogueros. Es una pena, porque hay gente buena y blogs de muchísima calidad. Pero me temo que estas cosas son inevitables en cualquier comunidad o red social. De hecho,dentro de la propia redacción de EL PAÍS hay guerras internas. Acordaos de la que se montó a cuenta del polémico editorial sobre El Che. Se formó una especie de motín por parte de un buen número de redactores.
De todas formas, he estado leyendo la conversación entre Deralte y el "censor" de EL PAIS y me parece totalmente exagerada la censura. A este paso se les va a ir la gente poco a poco. Ellos sabrán.
En cualquier caso, yo respiro mucho mejor desde que tengo el blog en campo abierto.
Un saludo a todos.
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